22 diciembre 2007

Crisis? What crisis?

Hola de nuevo.

En estos entrañables días me llena de orgullo y satisfacción... ¡ah, no, que eso es para otro discurso!

Bueno, tras este desastroso intento de dar un toque de humor, vayamos a lo que interesa :-)

Ya es verdad; ya llegó; ya es cierto. Hemos entrado de lleno en un periodo de turbulencias en el mercado inmobiliario que, además, afectará a toda la economía. La crisis subprime sigue vivita y coleando, y nadie sabe a ciencia cierta ni las consecuencias que tendrá ni quién está realmente pillado en ella, aunque las entidades españolas ya empiezan a reconocer que el impacto será mayor de lo esperado. No sé por qué, pero no me sorprende...

Hasta tal punto llega la desconfianza que hace unas semanas el mercado de cédulas hipotecarias tuvo que cerrar por primera vez en su historia debido a la total falta de demanda. Detrás de todo esto está el temor a que las pérdidas de las entidades hipotecarias sea mayor de lo que se está reconociendo hasta el momento.

La laxitud con que las entidades de crédito USA han prestado dinero ha llevado a una crisis de confianza en la que los bancos no se fían los unos de los otros. La cotización bursátil de algunos bancos USA ha caído en picado y la rentabilidad de los bonos (impresionante enlace) emitidos ha llegado incluso al 15% en un intento desesperado por captar capital. El riesgo hay que pagarlo... Lo que se espera por aquellos lares, según Harry Schultz, es algo parecido al apocalipsis.

Para intentar capear el temporal, el Gobierno USA ha llegado a un acuerdo (¿imposición?) con las entidades hipotecarias para congelar las cuotas durante cinco años, aliviando así la presión sobre los endeudados y que el ya altísimo ratio de morosidad no siga aumentando, lo que llevaría a la quiebra a las entidades más expuestas a las hipotecas basura.

Al otro lado del charco, en Gran Bretaña, las autoridades estudian nacionalizar el Northern Rock; Bruselas, pese a ser muy reacia a las ayudas estatales a empresas, ha dado el visto bueno. Algo grave tiene que estar pasando para ello.

Estas medidas han sido muy criticadas por resultar contrarias al libre mercado. Resulta curioso cómo dos de los países que más defienden el libre mercado se afanan ahora en sacar a flote a empresas privadas que quisieron ganar pasta gansa a toda costa. Ahora, con la disculpa de ayudar a los ciudadanos y salvar el propio sistema económico, ambos gobiernos se apresuran a intervenir, con lo que serán los contribuyentes los que terminen pagando todos estos desmanes. Lo expresa muy bien Martín Seco: "Eso es lo malo del neoliberalismo, que propugna la libertad absoluta pero se esconde inmediatamente en las faldas de papá Estado cuando aparecen los agujeros. Privatiza los beneficios y socializa las pérdidas".

Continuando el relato de las acciones institucionales, el BCE sigue inyectando dinero a espuertas con tal de evitar la temida crisis de liquidez. Ya avisó en el pasado de que las inyecciones se seguirían produciendo, y hace unos días inyectó nada menos que 348.607 millones de euros, el doble de lo esperado, mientras lleva ya seis meses sin subir los tipos de interés a pesar de los riesgos de inflación que el propio BCE ve en el horizonte. En fin, que dicen una cosa y luego hacen otra; el miedo les ronda. Y mientras unos tachan al BCE de cicatero, otros opinamos que los bancos centrales sufren eyaculación precoz.

Pero no hace falta irse allende nuestras fronteras para encontrar problemas. Aquí, en casita, también tenemos lo nuestro, que no es poco. El FMI sigue alertando de que España está muy expuesta a la crisis financiera, y que nuestro 'boom' inmobiliario nos hace más vulnerables.

El BDE también está muy activo con sus previsiones y alertas, y se preocupa especialmente por el gran endeudamiento de empresas (especialmente las relacionadas con lo inmobiliario) y la gran exposición a la crisis (ya nadie oculta esta palabra) de nada menos que un millón de familias debido a su alto endeudamiento.

Mientras, el déficit por cuenta corriente sigue aumentando a tasas cercanas al 20%, mientras que los activos del BDE se redujeron en un 74% y las reservas en nada menos que un 95%. Para colmo, el paro aumentó en Noviembre más que en los últimos 4 años y tiene visos de seguir aumentando durante los dos próximos años; y lo mismo opina el BBVA, que augura un aumento de 250.000 parados en la construcción (no sé por qué, pero no me sorprende) debido a la desaceleración inmobiliaria.

El BBVA, además, se ha unido al grupo de los pesimistas en cuanto a la evolución del mercado de la vivienda y augura un descenso de precio para 2009. Pero no es el único que recela del mercado inmobiliario: Aguirre Newman prevé caídas del 70% en la venta de viviendas y sin esperar a 2009: lo ha pronosticado para el año en curso, 2007; no tan pesimistas han sido los registradores, que han cifrado la caída en "sólo" un 13%., mientras que el número de visados cayó un 22%.

Y es que el mercado está definitivamente de capa caída. La sensación es de que ni se compra ni se vende nada; el tiempo para vender un piso aumenta cada día; las noticias de caídas de precio empiezan a ser continuas; las tasadoras andan con la mosca detrás de la oreja, dado que su suerte está directamente vinculada al chiringo de la construcción y no le están viendo mucha salida al asunto. Y la banca no se juega menos: si el mercado se resquebraja pueden tener muchos problemas (y lo dice Primo, que ya hemos comentado varias veces que es un optimista).

Y todo esto a pesar de que el crédito hipotecario se va desacelerando poco a poco, lo que no significa que baje, sino todo lo contrario; ya hemos llegado a una deuda hipotecaria igual al PIB. Lo que no se desacelera sino que sube como la espuma es la reunificación de deudas, que ha aumentado un 30%. Se ve que la soga empieza a ahogar a unos cuantos.

El panorama es desalentador para las inmobiliarias. A la debacle de Astroc, que pierde 153 millones de euros, se ha unido ahora el drama de Habitat debido a las deudas. En total, la deuda de las inmobiliarias ha crecido nada menos que 100.000 millones de euros en los últimos 12 meses. Así, no es de extrañar que hayan montado el G-14; o que ahora intenten fusionarse y vender activos a cualquier precio para afrontar las deudas; unos activos que, por cierto, han perdido un 10% de su valor (y contando) debido a la restricción de crédito, incremento de tipos, etc.

Y todavía hay quien opina que todo esto no es más que la consecuencia del pesimismo de los periodistas. Así se expresó el presidente de Sacyr, para el que, según parece, las noticias acerca del mercado inmobiliario deberían ser censuradas para no provocar alarma social; cuanto más ignorante se mantenga al populacho, mejor. Y además no se le cayeron los anillos al pedir que no se cierre el grifo del ahorro europeo que financia los créditos en España.

Afortunadamente las noticias empiezan a estar ahí para hacer ver que la crisis ya está aquí y que, como dice S. McCoy en un impresionante enlace, el crunch inmobiliario es inevitable.

Felices fiestas a todos.


6381. A este lado del monitor seguimos siendo igual de pobres... :-P

17 noviembre 2007

Las verdades del G-14

Hola, queridos lectores.

En el pasado artículo presentamos un poco de pasada al nuevo lobby español del ladrillo, el autodenominado "Grupo de Inmobiliarias por la Excelencia" (sic), que engloba a las principales empresas del sector, a saber: Colonial, Chamartín, Fadesa, Metrovacesa, Nozar, Rayet, Realia, Restaura, Reyal Urbis, Vallehermoso, Renta Corporación, Hercesa y Parquesol.

Resulta que no son 14, sino 13, y me imagino que habrán usado el 14 para, quizás (como nuestro campeonísimo Ángel Nieto), evitar el "mal fario" del 12+1. Y digo yo que si empiezan así, intentando evitar conjuros y supersticiones, lo siguiente será ponerle un par de velas a San Judas Tadeo, patrón de los imposibles, para que les ayude en su imposible misión de salvar su chiringo...

Como ya comentamos en el anterior artículo, el evento de su presentación en sociedad fue un cúmulo de despropósitos en el que aprovecharon para "meter el miedo en el cuerpo" al Gobierno anunciando todo tipo de calamidades si su chiringo se va al garete; y puede que no les falte razón, la verdad...

Pero el momento más esperpéntico del evento fue aquél en el que el presidente del lobby, Fernando Martín, auguró una vertiginosa subida del precio de la vivienda en dos años, quizás para meter el miedo en el cuerpo también a los pobres ignorantes financieros que estén pensando en comprar un piso y aún crean que si no lo hacen ya al final les saldrá más caro.

La pura realidad es que quienes están cagadillos de miedo son ellos, que saben que la vaca ha sido tan exprimida que ya no da más leche, y se dedican entonces a intentar contrarrestar con noticias favorables (favorables a sus intereses, claro) toda la cantidad de noticias que los medios de comunicación están empezando, mal que bien, a mostrar acerca de la cruda realidad del mercado: caída en las ventas de vivienda, comienzo de las bajadas del precio, aumento de la morosidad, insostenibilidad de balance de las inmos (muy buen enlace), desaceleración económica, etc.

Porque resulta que los malos de la película son quienes asustan a los compradores al ofrecer estas noticias tan desesperanzadoras... El problema no es la malísima calidad de la construcción, o la imposibilidad de pagar las barbaridades que se piden por un pisucho; no, la culpa es del mensajero, así que ellos se dedican a unirse para contrarrestar estas noticias y ofrecernos su verdad, al tiempo que tienen la desfachatez de instar a los ciudadanos a "perder el miedo" (literalmente) a comprar un piso.

Pero la verdad, la pura realidad, es que el chiringo se les cae (impresionante enlace que recomiendo leer encarecidamente), que las verdaderas razones para intentar engañar a los ciudadanos son su puro beneficio y que la petición a las administraciones de la agilización de los trámites de recalificación (presentada poco menos que como causa humanitaria para proveer de vivienda a todo aquel que la necesite) no es más que el resultado de la acuciante necesidad de dar salida a la inmensa bolsa de suelo de la que es propietario, para así poder hacer caja y pagar las deudas astronómicas que arrastran sus empresas.

¿Y para esto se constituye el lobby del G-14? ¿Para intentar proyectar noticias positivas y así intentar salvarse de la quema en la medida de lo posible? ¿Para lograr que el chiringo les aguante unos meses más? Nuestro admirado 'Pisitófilos Creditófagos' (nunca un nick fue más acertado) nos ofrece una visión diferente:

Evidentemente, no se sindican para hacer campañas antiprofecías apocalípticas, aunque lo parezca. Para eso no se sindica la gente; se pagan los estudios y a los periodistas y ya está, como ASPRIMA viene haciendo estos años maravillosamente bien.

No. El problema está, precisamente, en que se dan cuenta de que ya no hay nada que hacer, que la crisis está encima y que hay que cerrar filas apoyándose mutuamente.

Pero lo que a nosotros nos importa del G-14 y así debemos dar testimonio siempre que salga el tema, es que es la prueba de que son unos ineptos que, después de un ciclo brillante de ganancias, en vez de tener las arcas llenas y reinvertir en cosas que interesen al país, se encuentran "dentro", con el agua al cuello, a pesar de las advertencias que les han hecho desde todas las instancias, con el Banco de España a la cabeza.

El G-14 es la prueba de que son unos membrillos.

Esta es la "verdad verdadera" del G-14.

Buenas noches.

03 noviembre 2007

Hat trick: Triple preocupación

Hola de nuevo, estimados amigos.

Anda todo el mundo muy asustadito por la evolución del mercado de la vivienda, que ya preocupa incluso más de lo que ya venía siendo habitual (que ya era bastante). Ahora resulta que tanto el Gobierno como las constructoras están muy preocupados por el devenir del negociete, y a eso se suma el hecho de que la vivienda ya es oficialmente el problema que más preocupa a los españoles.

Y no es para menos. La cosa se está poniendo dura, y eso empieza a notarse a pie de calle. Se empiezan a conocer historias (pocas por ahora, pero demos tiempo) de dramas personales por haber ido más allá de lo razonable a la hora de gastar lo que no se tiene. Tras la avalancha de sustos entre hipotecas subprime, subidas de tipos y otras lindezas, el pueblo llano se ha empezado a contener en la petición de crédito (aunque quienes aún lo piden lo hacen cada vez en mayor cuantía; allá ellos, pobrecitos...).

Aunque la caída en la petición de hipotecas se debe, además de a un atisbo de racionalidad por parte de los ciudadanos, también a un segundo factor: a un ataque de pánico por parte de la banca, ya que todo apunta a que después del susto de las hipotecas basura las condiciones para obtener crédito se han endurecido lo suyo.

Aunque puede que el celo de los prestamistas llegue demasiado tarde, ya que los desmanes ya se han producido durante todos estos años de vino y rosas. Por mucho que se intente transmitir el mensaje de que en España no hay hipotecas basura, el caso es que algunas cajas de ahorros están bajo sospecha de haber sido demasiado complacientes en el pasado. La pregunta es si la vanidad de las entidades españolas es justificada mientras bancos de medio mundo tienen problemas.

La verdad, parece que la respuesta no es muy agradable... Algunas entidades de crédito están teniendo problemas de liquidez, especialmente algunas cajas que se han dedicado al crédito al promotor. Ahora que pintan bastos, las cajas huyen del ladrillo como de la peste. ¿Demasiado tarde quizás? Ya veremos... Por lo pronto, el Banco de España las vigila y les exigirá provisiones por la caída de valoración del suelo rústico, lo que va a hacer daño en las cuentas de más de una.

Pero la falta de liquidez también ha provocado que quienes antes iban de la mano como buenos amigos estén ahora empezando a disputarse los clientes. Antes, un tipo podía ser "exprimido" tanto por el promotor por el banco: uno le vendía el piso y otro le colocaba la hipoteca. Pero la estrategia ha cambiado: los bancos ya tienen más que copada su cartera de préstamos y ahora lo que les pone es el pasivo, así que el banco apuesta por captar depósitos en lugar de dejar escapar ese dinero hacia las manos del promotor. Y quien decida emplear su dinero en la compra de un piso tampoco va a tener garantizado el préstamo como antaño: las subrogaciones han dejado de ser automáticas.

Esto no hace más que empeorar las ya maltrechas expectativas que se ciernen sobre la actividad constructora, y los que están en el ajo se han puesto de los nervios al ver cómo dato a dato se confirma la desaceleración del sector: caída de un 40% en las ventas, primeras bajadas oficiales de precio de la vivienda, pronósticos poco halagüeños para el precio en el futuro inmediato e incluso "desertores" entre sus propias filas que hablan de crisis total.

¿La solución? Según ellos, sindicarse en el G-14, un grupo que aglutina a 13 (?) de las mayores empresas del sector; 'Grupo de Inmobiliarias por la Excelencia' se autodenominan, los muy cínicos... Y ha comenzado su singladura como elefante en cacharrería, sin dejar títere con cabeza y augurando los peores males para el país si el sector se para. He aquí la estrategia seguida por la "Plataforma en defensa del mayor robo de la historia":

  1. Desinformar lo máximo posible con ayuda de los medios de comunicación, que se hacen eco de sus exabruptos (y encima los presentan como "expertos"). Para que luego se quejen de que la culpa de su mala imagen es de los medios...
  2. Buscar culpables de la actual situación: medios de comunicación, otros constructores, BCE, Gobierno, bancos, etc, etc.
  3. Presionar al Gobierno metiéndole miedo para intentar mantener el chollo lo máximo posible.
Y lo peor es que este Gobierno que sufrimos va y entra al trapo, y ahí tenemos al inefable ZP haciéndole el juego al G-14 al pedir a la banca que mantengan abierto el grifo del crédito a constructores y promotores (injiriendo, por cierto, en las decisiones a tomar en negocios privados). Menos mal que seguramente no le harán mucho caso... Pero no sólo ZP, sino que también su inútil Ministerio de Vivienda se ha dedicado estos días, de la mano de los constructores, a presionar a los bancos. Y, de regalo, una ayudita para que las promotoras se deshagan de sus stocks. Por último, para utilizar el alquiler como tabla de salvación, los 210€ al mes y fondos inmobiliarios. Lo que sea con tal de salvar los muebles a los impresentables del G-14 y a todo el sector en general.

Las preocupaciones tanto de ciudadanos como de promotoras y bancos están más que fundadas, y la cosa no parece que tenga una solución factible. A ver lo que se tarda en pasar de preocupación a pavor, y de ahí a una crisis en toda regla. Ya lo dice Luis Garicano: nos espera una recesión a la vuelta de la esquina.

¡¡Hipotecatombe!!

15 octubre 2007

Día de Acción del Blog

Queridos lectores:

Hoy, 15 de Octubre, se celebra el Día de la BlogAcción (para los anglófilos, Blog Action Day) dedicado al medio ambiente. Es por eso que este artículo va a ir dedicado a concienciar un poco acerca del impacto medioambiental de la construcción y, sobre todo, de la sobreconstrucción que se sufre en determinadas zonas de nuestra geografía. Creo que la ocasión lo merece, ¿no?

La construcción en España no sólo nos ha llevado a una situación económica demencial, con una deuda impagable sobre los hombros de millones de españolitos que se creyeron ricos por un tiempo, con un déficit exterior de récord mundial (y subiendo) y con un modelo de crecimiento totalmente insostenible.

Todo esto nos va a pasar factura en otros frentes además del económico. En el aspecto social (el problema económico visto en carne y hueso en lugar de en cifras) la reducción del empleo relacionado con el sector de la construcción nos traerá el drama de cientos de miles de trabajadores enviados al paro.

Y nos pasará factura también en el terreno ambiental, que es el que hoy nos ocupa, con decenas de miles de viviendas construidas para las que hay que diseñar planes de abastecimiento de los servicios de agua, luz, gas, infraestructuras, etc.

Es curioso que la mayor parte de estas viviendas ni siquiera son necesarias; se han construido por inversión, especulación o como queramos llamarlo. Cientos de residenciales van a quedar desiertos, o casi, con pocos residentes, pero con todos los servicios dimensionados (al menos en teoría) como si las viviendas fuesen a estar ocupadas.

En Europa se llevan las manos a la cabeza con el urbanismo salvaje que se practica por estos lares, que, según palabras textuales, "sobrepasa todos los límites". Incluso el Europarlamento votó a favor de una resolución de condena contra el urbanismo en España. ¡La leche!

La mayor parte de la sobreconstrucción se ha llevado a cabo en las costas, con la Costa del Sol y costa de Levante a la cabeza, lo que lleva siendo denunciado por Greenpeace en sus informes 'Destrucción a toda costa' desde el año 2001.

Pero no sólo la costa sufre el problema del urbanismo salvaje. En cualquier pueblecillo de cualquier provincia los planes urbanísticos harían reír a cualquiera si no fuese porque dichos planes son reales. Pueblos cuyos planes urbanísticos suponen el desarrollo de una cantidad de viviendas que equivaldría a multiplicar por 5, por 10 o por 15 su población actual.

Según Ecologistas en Acción, el urbanismo y la construcción son la principal causa de destrucción del territorio. En España, entre 1987 y 2005 la superficie urbanizada ha aumentado un 40%. En su informe 'Ni un metro más de hormigón' denuncian más de cien casos de especulación urbanística a lo largo y ancho del territorio, tanto en costas como en el interior. Según este informe, la especulación nos llega hasta el cuello.

Por otra parte, si un proceso industrial lleva aparejados costes ambientales en forma de gasto energético y de uso de materiales, en la construcción de viviendas estos costes se disparan debido al empleo masivo de material y el gasto asociado para su obtención y transporte.

Además, el propio gasto generado por el producto ya terminado (la vivienda) es muy alto, debido en parte a la baja calidad en la construcción de las viviendas actuales (al menos en España), en las que la eficiencia energética está por los suelos (de ahí la necesidad del CTE impulsado el pasado año por el Ministerio de Vivienda).

Para hacernos una idea del coste que supone la construcción, veamos una estimación de las cifras atribuidas a este sector:

  • El 40% del consumo energético mundial
  • El 25% del consumo de madera mundial
  • El 17% del consumo de agua mundial
  • El 32% de las emisiones mundiales de CO2 (40% en España)
  • El 40% de todos los materiales usados en la UE
  • El uso de 2 toneladas de materiales por cada metro cuadrado construido
Y algo tan costoso, tan caro de hacer y de mantener, y con tan baja productividad y nula capacidad de exportación, nosotros aquí en Ejpain lo hacemos al doble (o triple) de lo que realmente necesitamos. ¡Todo sea por el progreso económico (sic)! Aunque para ello nos estemos cargando las playas, costas y pueblos, que es lo que realmente nos reporta ingresos por turismo.

Cortitud de miras es lo que padecemos...

01 octubre 2007

Los bancos centrales también tienen su vía crucis

Saludos de nuevo, queridos lectores.

Quizás alguno de vosotros se haya percatado de que estos días se ha cumplido un año desde que este blog vio la luz. Durante este tiempo hemos intentado mostrar lo que se esconde tras la fachada de los incrementos eternos de precio y las palabras de complacencia de los políticos que nos ha tocado sufrir. Hemos advertido de que no es oro todo lo que reluce (o algunos pretenden que reluzca) y que la pretendida bonanza económica
es un espejismo basado en el dinero barato y el crédito descontrolado.

Bien, pues ya lo tenemos aquí, ya tenemos la crisis a la vuelta de la esquina. La crisis de las hipotecas llamadas 'subprime' ha puesto de los nervios a más de uno, y los bancos centrales de uno y otro lado del charco han tenido que intervenir para evitar un colapso del sistema. Estamos, literalmente, andando sobre la cuerda floja.

Varias entidades financieras ya se han declarado en quiebra o pretenden suspender pagos, mientras que otras buscan liquidez desesperadamente (aquí es donde han tenido que actuar los bancos centrales) y otras tratan de tranquilizar a sus clientes clamando que la caca de las hipotecas de alto riesgo no les salpica a ellos.

En estas están las entidades financieras españolas, que se dan golpes en el pecho asegurando que la crisis subprime no va con ellos. Y puede que tengan razón y realmente no tengan implicación alguna en las hipotecas de alto riesgo de EE.UU, pero, ¿acaso no están metidas hasta el cuello en las hipotecas de alto riesgo de aquí, las nuestras? Dicen que en España no hay un mercado de hipotecas subprime, y puede ser rigurosamente cierto: aquí, simplemente, el propio mercado es subprime: parejas de mileuristas con contrato precario que pagan más del 50% de sus ingresos de hipoteca y que tienen a los padres como avalistas los hay a porrillo. Y eso por no hablar del acuciante problema de los inmigrantes subprime.

Aquí hay via crucis para todos. La crisis 'subprime' ha traído de cabeza a los principales bancos centrales del mundo. Resulta curioso que el BCE haya cambiado su discurso de férreo control de la inflación y haya tenido que inyectar al sistema financiero dinero a espuertas (que, por supuesto, repercutirá en una mayor inflación, justo en contra de la misión que el BCE tiene encomendada), además de mantener intacto el tipo de interés oficial. Mientras tanto, el euribor no sólo no ha bajado sino que ha cerrado el mes de Septiembre a 4.725%, la cota más alta desde Diciembre de 2000. ¿A qué se debe que el euribor suba a pesar de que el BCE mantiene tipos? Pues porque los que prestan el dinero advierten un aumento del riesgo y, a más riesgo, también piden mayor beneficio. El precio del mercado del dinero, tan alejado de los tipos oficiales, indica que hay muchos nervios.

¿Y qué ocurre al otro lado del charco? Pues que las cosas también están tensas y la FED ha tenido que rebajar recientemente el tipo de interés en medio punto de una tacada, hasta el 4.75%. La falta de confianza en la divisa americana ha llevado al dólar a la mínima cotización histórica frente al euro. Para colmo, las cosas no parece que se vayan a resolver fácilmente dado que la desaceleración económica y el desmesurado déficit están haciendo mella en las cuentas USA hasta el punto de que la propia Administración podría entrar en bancarrota.

Y, mientras el BCE mantiene el tipo de interés oficial a corto plazo y el mercado dice que de eso nada y sigue elevando el precio del dinero, ¿qué ocurre con el precio del dinero a largo plazo? Pues que está más bajo que el precio del dinero a corto. Y esto, queridos lectores, ha sido tradicionalmente un indicador adelantado de las crisis.

Y eso por no hablar de otros indicadores, como el precio del oro, que tradicionalmente ha sido el valor refugio ante las crisis y que se cotiza a su valor máximo desde 1980. Y ya que hablamos de oro, podríamos recordar una noticia de hace unos meses en la que se informaba de que el Banco de España estaba vendiendo una gran parte de sus reservas de oro (de lo cual curiosamente daban más información en la prensa extranjera que en la propia). Desgraciadamente, la venta de oro por parte de los bancos centrales también suele ser un indicador de que las cosas se están torciendo (que se lo pregunten a los argentinos...).

¿Y en qué afecta todo esto al mercado inmobiliario? Bien, pues tenemos el cierre crediticio delante de las narices y las sospechas de una crisis a la vuelta de la esquina: el capital es muy miedoso y en cuanto ve riesgos se esconde, así que con la que está cayendo no va a ser fácil que un banco preste a un insolvente fáctico la cantidad de millones que hoy en día se piden por un pisito. Simple y llanamente, quien tiene la pasta huye del ladrillo como de la peste y no deja su dinero a los bancos para que éstos financien el pisito de nadie (de ahí la falta de liquidez y la intervención del BCE). Y ya se sabe que sin crédito no hay piso que valga, porque pocos pueden hoy en día fardar de comprarse el piso a tocateja...

En fin, buen papelón es el que les queda a los bancos centrales para gestionar la crisis financiera, inmobiliaria e hipotecaria que se nos viene encima.

Buenas noches.

11 agosto 2007

Las de Caín: Las constructoras no están solas

Estimados lectores,

tras un lapso realmente largo de inactividad debido a alguna que otra interesantísima actividad en el ámbito personal (hay vida después del blog) y también, reconozcámoslo, debido a una cierta vagancia estival, volvemos de nuevo al tajo. ¡Hibernamos, pero no morimos! :-)

Venimos hoy a poner sobre la mesa los problemas que tienen no sólo las constructoras e inmobiliarias, sino también otros agentes involucrados en locura en que se ha convertido el mercado inmobiliario.

Los hipotecados

Es de sobras conocido por todos que muchos de los recientes compradores de vivienda lo han hecho en el límite de sus posibilidades, y sospecho yo que sin haber realizado las cuentas con la frialdad necesaria. Ya se sabe, la ilusión de poseer por fin del ansiado nidito de amor hizo aflorar el optimismo financiero de muchos, sin tener en cuenta nada más allá de la cuota que iban a pagar. ¿Y si mañana sube el euribor o falta el empleo? ¡Nada, nada, eso no va a pasar en los próximos 30 años!

Y de esos polvos tenemos estos lodos:

  • El endeudamiento familiar supera récords trimestre a trimestre: 860.000 millones, cifra récord que representa al 88 por ciento del ya ilusorio PIB.
  • La compra de vivienda ya se "come" casi la mitad de la renta bruta disponible de las familias, con incrementos anuales que son a todas luces insostenibles.
  • El timo de la reunificación de deudas está a la orden del día: Y eso que dicen que por aquí no hay hipotecas 'subprime', como en EE.UU. Y lo cierto es que hay algo de razón en esa afirmación: en España no hay subprime como tal, porque todo el mercado hipotecario es subprime.
  • La subida del euribor se nota en el bolsillo, las cuotas suben una media de 2.244€ al año (para una hipoteca de 147.000€ a 25 años, lo cual está muy por debajo de lo que muchos están pagando) y el consumo se resiente, con lo que ello supone para una economía basada en el consumo (¿consumismo?) interno. Y aquí no acaba la cosa: si el euribor sigue subiendo, a algunos les va a costar más el collar que el perro, y el futuro no parece muy halagüeño. Es lo malo de contratar plazos infinitamente largos.
  • El lobo ya está asomando las orejas y se empiezan a dar casos de cierta desesperación en la compra venta de pisos. Aquí un ejemplo de algo que se va a dar más a menudo de lo que muchos creen: vender un piso "por lo que sea". Y veremos muchos más casos de gente atrapada en hipotecas puente o, simplemente, con cuotas inabordables que necesiten vender urgentemente.
  • Los embargos empiezan a aflorar, y si la gente se echa las manos a la cabeza ahora, cuando esto no ha hecho más que empezar, no quiero imaginar lo que puede ocurrir dentro de unos cuantos meses cuando el problema sea vox populi.
La banca

La irresponsable banca es, en última instancia, la gran responsable de lo que se nos viene encima. Y digo esto sin obviar la parte de responsabilidad de cada uno a la hora de endeudarse, pero es que contra el vicio de pedir está (o debería haber estado) la virtud de no dar, y la banca, cegada en la avaricia del negocio y el pelotazo, ha prestado cientos de miles de millones de euros a insolventes incapaces de devolver semejantes cantidades.

El problema lo estamos viviendo en directo con la crisis de las hipotecas 'subprime' en EE.UU, donde varios bancos se han declarado en quiebra y cuya crisis amenaza con extenderse por todo el sistema financiero mundial. Resulta que lo que está ocurriendo en un lejano país nos está tocando de lleno, con bancos europeos como DB o BNP afectados por la crisis. La palabra pánico parece ser la que mejor refleja el estado de ánimo de los inversores, dado que cientos de bonos hipotecarios han sido o van a ser revisados en sus recomendaciones. [NOTA: A día de hoy, quien se crea las recomendaciones de las agencias de inversión merece un premio a la ingenuidad, por no decir algo peor].

En España, al problema 'subprime' estadounidense se le suman los problemas locales, donde la caída inmobiliaria puede hacer peligrar algunos bancos. Son varias las entidades que han advertido de la caída del precio de la vivienda en el futuro cercano, como Morgan Stanley o Deutsche Bank, que también coinciden en que el número de viviendas construidas caerá hasta las 475.000 anuales. Lo que ninguno parece explicar es qué va a ocurrir con los cientos de miles de trabajadores que sobrarán al dejar de construirse casi la mitad de lo que se construye hoy en día...

Las inmobiliarias (otra vez, cómo no)

Tanto Gobierno como oposición han recibido recientemente la visita de los desvergonzados promotores y constructores que, como plañideras, acuden pañuelo en mano a exigir tanto al actual como al futurible jefe del ejecutivo medidas que aseguren que su sector no se va a ir al garete.

Qué malita tiene que estar la cosa para que estos indecentes estén llorándole al Gobierno para que les salve del hundimiento total. Dicen ahora estar preocupados por la mala imagen del sector, y tienen la desvergüenza de achacarla a la subida del euribor; bien les vendría mirar su propio ombligo y buscar las causas en el precio desorbitado y las calidades pésimas, los chanchullos con los ayuntamientos y otras razones que, digo yo, también podrían tener algo que ver con su mala imagen.

Cuando el mercado iba viento en popa a estos impresentables no les importaba su mala imagen; ahora que empiezan a pintar bastos, se entrevistan con quien haga falta para salvar su chollo. Además, tienen la desvergüenza y el descaro de lanzar una amenaza velada al señalar lo necesaria que es su actividad para la buena marcha de la economía española. Sí, ya vemos lo bien que va nuestra economía gracias a su actividad: créditos desorbitados, España hipotecada hasta las cejas, modelo económico insostenible,...

Vamos, que lo que quieren es ni más ni menos que el Gobierno le salve los muebles y haga lo que sea para que ellos puedan seguir construyendo a todo trapo. Pero la verdad es que lo que hace falta es una buena crisis que nos quite a esta lacra de encima. Después de las lágrimas podremos volver a intentar ser un país productivo, de una vez por todas. Claro que si no lo conseguimos con ayudas europeas y tipos mínimos, ¿lo conseguiremos con todo cuesta arriba?

País de chichinabo...

16 junio 2007

Las constructoras pasan las de Caín

Saludos de nuevo, queridos lectores.

Como ya viene siendo tristemente habitual, han pasado tres semanas desde mi último artículo, pero es que, sinceramente, no dispongo del tiempo que necesitaría para atender el blog con más frecuencia... En fin, sé que sabréis disculparme. Y ahora, entremos en materia.

Hace ya tiempo, bastante tiempo, que se sospecha de que la situación de las empresas constructoras e inmobiliarias no es tan boyante como puede parecer al echar un vistazo a sus grandes revalorizaciones en bolsa o los grandes números que, año tras año, han ido presentando en sus juntas de accionistas. Muy al contrario, sus números parecen originarse en imaginativas contabilidades de ingeniería financiera, aparte de en la especulación salvaje vivida en el parqué en los últimos años.

Hace ya unos meses que el Banco de España alertaba acerca del alto endeudamiento de inmobiliarias y constructoras, que siguen pidiendo créditos como si la demanda de pisos no fuese a tener fin; sus cifras de beneficios quedan eclipsadas ante el aumento desmesurado de la deuda que arrastran.

Desde entonces, la evolución en bolsa de las empresas constructoras ha sufrido una serie de altibajos (últimamente más 'bajos' que 'altis') que comenzaron con la debacle de Metrovacesa tras las OPAs hostiles entre sus dos socios mayoritarios. Una empresa, por cierto, sobrevalorada en bolsa al doble del valor de sus ya sobrevalorados activos. Si esto no es especulación...

Pero el 'crash' más sonado se ha producido hace unas semanas con la caída en picado de Astroc en dos jornadas para olvidar (o, mejor aún, para recordar, je, je), con dos caídas del 43% y el 37% en el plazo de una semana. Era de esperar, ya que el 'chicharro' se veía venir desde lejos, y como muestra un botón de los trucos de magia que se sacaron de la manga para hacer creer que el valor de la compañía era de 1000 millones de euros.

La debacle de Astroc, además, ha marcado el punto donde se ha abierto la veda de las constructoras en bolsa, dando así por terminado el ciclo alcista del sector en bolsa. No es que haya habido un tsunami bursátil, como algunos se apresuraron a augurar, pero sí que ha habido miedo, mucho miedo ante lo que hubiera podido ocurrir (de hecho, yo mismo estoy convencido de que en cualquier momento la bolsa se va a ir a pique, aunque obviamente desconozco el momento exacto en que ocurrirá). Y lo más inquietante es que cuando el tsunami "de verdad" llegue no se va a quedar en las empresas del sector, sino que va a salpicar a muchas otras, entre ellas a los bancos por haberse lanzado de lleno a la financiación de constructoras, y esto sí que es grave porque pone en peligro el propio sistema financiero del país.

Pero lo ocurrido en bolsa no es más que la consecuencia más visible del momento que atraviesa el sector, donde las vacas flacas no han hecho más que asomar la cabeza. A la vista de lo que ocurre, lo peor está por llegar. La prensa extranjera no se anda con medias tintas, y mientras el Financial Times lanza una bofetada directa asegurando que el sector se está descalabrando desde Marzo, otras publicaciones europeas advierten a los inversores del fin de la burbuja inmobiliaria y desaconsejan tajantemente la compra en destinos costeros, nicho habitual de compra de la mayor parte de residentes e inversores extranjeros.

Y como a perro flaco todo se le vuelven pulgas, la banca, la otrora amiguísima del sector del ladrillo (sin cuya ayuda el ladrillo jamás hubiera podido llegar hasta el límite al que ha llegado), empieza a darle la espalda una vez que se sospecha que la cosa puede caer de un momento a otro. Por tanto, el crédito fácil y abundante parece que ha terminado tanto para las constructoras como para los particulares que pretendan comprar una vivienda (locos ellos...). Y no sólo la banca nacional le está viendo las orejas al lobo, sino que la banca británica, habitual prestamista de las inmobiliarias españolas, también ha cerrado el grifo en cuanto a financiación se trata.

Parece que el tan traído y llevado 'aterrizaje suave' que la propia banca clama no está tan claro... Yo en este caso observaría más los hechos que las palabras, y sospecharía que el corte de crédito responde a una falta de confianza en el sector; si no, ¿por qué iba la banca a renunciar a tan suculentos y seguros beneficios? Es más, ¿por qué los dos mayores bancos de España, el Santander y el BBVA, se han lanzado a la venta de la mayor parte de sus activos inmobiliarios? Todo esto es, cuanto menos, sospechoso...

A la espantada de los inversores-especuladores y al cierre del grifo por parte de los bancos se une el endurecimiento de las condiciones hipotecarias debido al aumento de los tipos de interés (de lo cual siempre nos congratulamos en este blog, gracias Trichet ;-) ), lo que ha llevado a la patronal del sector a tener que admitir que se ha producido un estancamiento del mercado de la vivienda. Mal momento para ello, ya que la tasa de construcción está en máximos (la patronal ve en ello un signo de 'dinamismo' del sector), con el stock acumulándose y las deudas sin pagar; pero claro, es lo que tienen los mercados especulativos tan 'dinámicos' (sic), que lo mismo suben como la espuma que se desploman en cuestión de semanas.

Y es ahora cuando los 'expertos' auguran que serán necesarios cambios y ajustes en el sector: nada de crisis (¡vade retro, Satanás!), sino normalización, pasando por la internacionalización, diversificación, etc. Vamos, ni más ni menos que dedicarse a cualquier cosa que no tenga nada que ver con el sector del ladrillo en España.

¡Si es que hay veces que se muere de éxito, oche!

Que ustedes lo pasen bien; yo lo haré :-)

26 mayo 2007

Corrupspaña

Buenas a todos.

Como tantas otras veces, pido disculpas por tener el blog más abandonado de la cuenta, pero diversos y variados proyectos personales no me dejan tanto tiempo como quisiera (y necesitaría) para atender este blog y a vosotros, lectores, como realmente mereceríais.

Hoy, dado que estamos en vísperas de elecciones, he recordado un artículo que ya escribí hace un par de meses en el que enumeraba algunos de los casos de corrupción que se dan a lo largo y ancho de nuestra maltrecha y maltratada piel de toro. Pues bien, desde entonces, como era de esperar, las cosas no han cambiado. O mejor dicho, han cambiado mucho porque han aparecido montones de nuevos casos de corrupción por doquier, aunque no ha cambiado la dinámica de "mamoneo" practicada desde las instancias públicas; lo que se esperaba de nuestra inefable clase política, vamos...

Por aquí nos da lo mismo (es decir, les da lo mismo a los políticos) que desde Europa observen nuestras barbaridades y miserias, o que los parques naturales sean el siguiente objetivo del 'tsunami urbanizador', incluido Doñana, quizás el más importante de España, que puede desaparecer si se sigue construyendo alrededor. Pero nada de esto importa; lo que importa es la comisión o el soborno y, ¡hala!, a conceder licencias inconcedibles (e inconcebibles) o a hacer la vista gorda en obras ilegales.

Para contener semejante avalancha de corruptelas, la Guardia Civil ha aumentado sus efectivos en la lucha contra la corrupción urbanística, aunque los esfuerzos en este camino no parecen ser todo lo enérgicos que el problema exigiría (quizás haya alguien en el poder a quien no le convenga mucha investigación...).

Otra línea de denuncia es la periodística, como el monográfico sobre Málaga elaborado por 'El Observador' o la nueva idea que presentaba hace unos meses José María García: un programa que investigue a los políticos corruptos. ¡Ah, qué más quisiéramos nosotros que un programa con gran audiencia que desvelara al gran público los nombres de algunos sinvergüenzas! No creo que le dejen emitir un programa así, porque hay mucho, demasiado poder en juego. Ojalá me equivoque, pero estoy seguro que antes lo defenestran o lo quitan de en medio. Si a unos reporteros que aparecen por "El Quiñón" intentan darle una somanta de palos, no quiero imaginar lo que es capaz de hacer la nueva élite del ladrillo con tal de proteger sus tejemanejes ante investigaciones más profundas.

Y es que esta gente ha adquirido mucho poder en los últimos años y es seguro que no desean que nadie saque a pasear sus vergüenzas. Muchos se han hecho de oro, como lo recoge la mismísima lista de Forbes [nota: muy recomendable leer este enlace a la columna de Luis de Velasco], y la investigación de los chanchullos podría dar al traste con su chollo antes de tiempo. Eso sí, en contraste con los nuevos millonarios, tenemos legiones y legiones de personas que no llegan a 1000 euros al mes. España va mejor que bien, sobre todo para algunos...

Pero mientras la corrupción se investiga (o no), aquí están nuestros políticos y empresarios con su suma y sigue. Mientras desde el propio sector se reconoce que la corrupción campa a sus anchas, aparece el penúltimo caso de corrupción en el pueblecito conquense de Sisante (vaya nombre más adecuado para el pueblo), donde tanto PSOE como PP parece que andan en el ajo de una forma u otra.

Aunque da igual a cuántos de un partido u otro cojan con las manos en la masa: aquí lo que se estila es exigir dimisiones al contrario pero no predicar con el ejemplo. Si "trincan" a un trincón del propio partido, a cerrar filas y clamar por la presunción de inocencia durante un rato.

Y mientras tanto, en las elecciones de mañana (y también en las que de pasado mañana), los mismos sinvergüenzas seguirán apareciendo en las listas cerradas de los mismos indecentes partidos que les amparan. Y nosotros, el populacho inane, seguiremos depositando nuestro voto de apoyo a unos u otros mangantes con el desasosiego que produce la fundada sospecha de que sea cual sea quien tome el mando seguirá haciendo la vista gorda, cuando no beneficiándose directamente, con los chanchullos de los corruptos. O eso, o el voto en blanco...

Buenas noches y gracias por estar ahí.

05 mayo 2007

El coste de la vivienda (II) - La cruda realidad

Ya estamos de vuelta tras el intermedio...

En la primera parte de este artículo habíamos contado la historia de Genaro y de cómo, según sus explicaciones, el precio de la harina era el causante del alto precio de los churros.

Sin embargo, observando los acontecimientos tal y como se han ido desarrollando, quedan algunas dudas acerca de que las cosas sean realmente así. Al fin y al cabo, ¿alguien pagaría por una materia prima un precio que no podría recuperar tras vender el producto elaborado?

El verdadero quid de la cuestión es que el precio del producto ha ido subiendo y, en contra de la más elemental regla del mercado, la demanda ha ido en aumento a medida que el precio ha subido. Esa inflación se ha trasladado a algunas de las materias primas de las que se compone el producto: da igual pagar por la harina un precio desorbitado; el precio de venta de los churros permitirá recuperar ese dinero con creces.

¡Vaya, qué casualidad! Resulta que el ejemplo de los churros tiene ciertas similitudes con el mercado de la vivienda que hemos sufrido estos últimos años y nos puede servir para ilustrar la gran mentira de los precios de la vivienda en 'Expaña'.

Estamos acostumbrados a ver precios absolutamente desmesurados para viviendas tan "lujosas" como un piso de dos o tres dormitorios en barrio de clase media, y nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino intentándonos convencer de que el precio es ese y no puede bajar. El principal caballo de batalla para defender esta posición es que el suelo es caro y la repercusión de su coste en las viviendas hace que los precios se disparen, aunque tienen algunas otras causas también identificadas como causantes del actual precio: coste de materiales, de mano de obra, de licencias e impuestos, etc...

Bien, no voy a negar que los ingresos por impuestos sobre la compra de vivienda son un pellizco, pero no lo suficientemente grande como para duplicar el precio de los pisos. El coste de materiales y mano de obra tampoco es la causa del desorbitado precio de las viviendas, menos aún teniendo en cuenta las ínfimas calidades tanto de materiales como de ejecución de las promociones actuales...

El coste real de la vivienda, es decir, lo que cuesta hacerla, ronda los 500€/m2, incluyendo un nada desdeñable beneficio empresarial para el constructor. Eso lo sabe cualquiera que haya sido promotor de su propia vivienda. Conozco un caso muy cercano en el que la construcción de un chalet de 200m2 en dos plantas con calidades medias-altas (es decir, muchísimo mejores de lo que se llama 'lujo' en las promociones actuales) ha salido por menos de 100.000€.

Pues bien, en el mencionado precio de los 500€/m2 va incluido el salario actual de los trabajadores, que por cierto también ha experimentado un aumento considerable en los últimos años. Todo lo demás hasta llegar a los desorbitados precios actuales se reparte en el proyecto de obras, la licencia y algunos otros impuestos, el coste del suelo y, sobre todo, el desorbitado beneficio empresarial. No es de extrañar que las mayores fortunas creadas en España en los últimos años hayan surgido en torno al ladrillo.

Así, en connivencia con tasadoras y bancos, que no han puesto freno a la orgía crediticia, las constructoras han subido el precio hasta el mismísimo límite de lo que los compradores han podido pagar o, mejor dicho, de lo que los bancos han estado dispuestos a dejarles (cosa diferente será que luego puedan devolver esas cantidades; al tiempo...).

Pero claro, quien posee el suelo no es tonto, y al ver una diferencia tan abismal entre coste y venta decide que él también quiere su parte, igual que el molinero con la harina. Es entonces, y no antes, cuando el precio del suelo comienza a subir. A fin de cuentas, no tiene sentido comprar suelo a alto coste si no es porque el posterior precio de venta de la vivienda permitirá amortizar dicho coste. Igualito que Genaro con la harina, vamos...

Uno de los argumentos con los que se intenta justificar el alto precio del suelo es su escasez. Bueno, nada más lejos de la realidad. Actualmente hay suelo disponible como para construir muchos más millones de viviendas que la demanda desde hoy hasta los próximos 15 o 20 años. Suelo hay para hartarse, y una gran parte de ese suelo ha sido comprada por constructoras a precios mucho más bajos que los actuales, luego muchas constructoras tienen capacidad de construir a precios mucho más bajos sin que el precio del suelo haya de repercutir de una forma tan negativa en el precio final de la vivienda. Y eso es lo que harán en cuanto la concesión de hipotecones pase a mejor vida.

Y será entonces, cuando los tipos de interés y el cierre del grifo hipotecario ponga a cada uno en su sitio, cuando las constructoras obrarán el milagro de vender viviendas a precios razonables, y entonces habremos de escuchar los motivos por los que antes era imposible bajar el precio de los pisos y después sí se ha logrado. Será divertido escuchar los razonamientos...

Mientras tanto, recordad la historia de Genaro y la cifra aproximada de 500€/m2 en construcción. Todo lo demás son "churradas". Y si algún churrero pagó la harina a 10€ el kilo será su problema, no el nuestro.

Buenas tardes, y a disfrutar de los pasteles con nata.

PD: ¡Echa un vistazo a los nuevos logos del borde derecho de la página!

21 abril 2007

El coste de la vivienda (I) - Casas como churros

De nuevo, un saludo a mis fieles y sufridos lectores, a los cuales últimamente abandono por periodos de tiempo más largos de lo razonable. Mis disculpas por ello.

Hoy os voy a contar la historia de Genaro. Genaro es un gran empresario: tiene una churrería en un barrio cualquiera de una ciudad cualquiera. Genaro no entiende mucho de números, sólo sabe que el precio al que ha de vender los churros ha de ser suficiente como para pagar la harina, el aceite, cambiar los perolos de vez en cuando, pagar la licencia del ayuntamiento y, además, quedarle a él suficiente dinero de beneficio como para compensar las penurias de su oficio: pasar calor y soportar ese olor a fritanga que se le impregna día tras día en la piel...

Para hacer los churros Genaro sabe que necesita la harina y el aceite. Evidentemente, el coste de estos productos habrá de ser tenido en consideración para ajustar el precio al que venderá los churros, pero Genaro sabe que no podrá comprarlos a cualquier precio puesto que en caso de comprar demasiado caro tendría que vender los churros a un precio que casi nadie pagaría por ellos. Por tanto, no se le ocurriría pagar por la harina más allá de un precio razonable so pena de perder clientes.

Pero últimamente Genaro está de enhorabuena: resulta que la pastelería de la esquina ha tenido un problema de salmonelosis con la nata y, temerosos de que vuelva a pasar, los vecinos han convertido a los churros en su desayuno preferido. Todas las mañanas Genaro se encuentra con una cola enorme de vecinos deseosos de churros. La situación ha pasado de boca en boca y la cola es más larga cada mañana porque los vecinos temen que si no bajan pronto a comprar los churros se pueden quedar sin ellos.

Al ver semejante demanda, Genaro, que es un tío avispado, ha decidido ir subiendo los precios de los churros y, con increíble satisfacción, ha visto cómo la demanda no sólo no ha bajado sino que ha seguido creciendo: algunos de sus clientes compran churros de sobra y esperan a que Genaro cierre el puesto para entonces dedicarse ellos a vender los churros. Esos churros, ya algo fríos, deberían costar menos que los calentitos y recién hechos, pero los vecinos los siguen comprando incluso a un precio mayor con tal de no quedarse en ayunas; a fin de cuentas, los churros sí que son un buen desayuno, no como las galletas de fibra, que al principio te sacian pero al rato estás de nuevo con hambre: comer galletas de fibra es tirar el dinero.

Pero el dueño del molino que le vende la harina a Genaro se ha enterado del chollo y también quiere sacar tajada. Ya que Genaro vende los churros a un precio más alto, también podrá pagar un poco más por la harina, ¡o un mucho más! A fin de cuentas, la demanda de churros es tan fuerte que parece que dé lo mismo el precio al que Genaro los venda: siempre se termina quedando con la escurridera de churros vacía.

Pasado un tiempo, para pagar los churros ya no basta con la calderilla que se lleva habitualmente en el bolsillo: ahora hay que acercarse al cajero con la tarjeta y sacar un buen billete si queremos una cantidad de churros decente. Y encima, este Genaro ha descuidado la calidad y ahora hace los churros con más agua y menos harina; ha contratado a dos aprendices que hacen los churros quemados por fuera y crudos por dentro, y es que la anterior maestría de Genaro haciendo churros se echa en falta. ¡Y para colmo ya ni siquiera les echa azúcar! Si la quieres, tendrás que pagarla aparte. Eso sí, ha cambiado su camiseta blanca y su delantal por una camisa y una bata, que hay que dar buena imagen a la clientela.

Genaro y sus dos ayudantes hacen cada día muchos más churros de los que es capaz de consumir el barrio. Quienes compran los churros para venderlos cuando los de Genaro se han terminado son los grandes responsables de esa gran demanda. Pero parece que ahora no todo el mundo está dispuesto a comprar churros a cualquier precio, y menos aún fríos, así que los "pasachurreros" se están encontrando con que los churros se les enfrían y nadie se los compra, por lo que están dejando de comprarle churros a Genaro. Como la cosa siga así, Genaro cree que va a tener que echar a uno de sus ayudantes... o a los dos.

¡Vaya! Justo ahora, cuando Genaro está pagando la harina a un precio como jamás hubiera imaginado hace sólo unos meses. Pero no sólo ha comprado la harina que necesitaba para sus churros: viendo el chollo, ha comprado unos cuantos sacos más de los que necesita. No pensaba usarlos, sino venderlos a otros churreros una vez que su precio hubiera subido más aún. Y además el Ayuntamiento también ha visto un buen negocio en las licencias de churrerías y ha sacado a subasta otro par de ellas, a pesar de que este barrio siempre tuvo más que suficiente sólo con la chuerría de Genaro. Genaro, para hacerse con mayor mercado y de paso librarse de la competencia, ya ha pujado por ellas bien fuerte... con la inestimable ayuda de la sucursal de la caja de ahorros del barrio, claro.

Para colmo, algunos en el barrio están empezando a preguntarse por qué los churros han subido tanto de precio cuando hace tan sólo unos meses no costaban ni la mitad. Está claro que muchos de los consumidores de dulces de la pastelería se han pasado a los churros tras el susto de la nata, pero eso por sí solo no justifica tal aumento. Se sabe también que algunos vecinos de barrios cercanos se acercan a comprar churros, pero tampoco son tantos como para que los precios se doblen. Preguntado por el asunto, Genaro da la respuesta a los vecinos: ¡el precio de la harina ha subido muchísimo y además la licencia del Ayuntamiento le cuesta un dineral! Y las cuotas del banco (piensa Genaro para sí) que los intereses hay que pagarlos...

¿La harina? ¿La licencia? Se preguntan los vecinos con cierta incredulidad. Si esos gastos siempre han estado ahí, y ya se pagaban y cuando los churros eran más baratos.

A pesar de las excusas que les cuenta a los vecinos, Genaro sabe que no ha dicho toda la verdad; además de no decir ni pío acerca de las deudas del banco, siente una especie de remordimiento interior. La duda que le asalta es... ¿el precio de la harina es causa o consecuencia del precio de los churros?

Continuará...

02 abril 2007

¡Bancos, bancos! ¡Tenemos un problema!

Saludos, queridos lectores.

Tras un lapsus en el que otros proyectos personales me han tenido un poco apartado de este blog, y pidiendo disculpas por ello, volvemos al ataque para presentar un problemilla con el que se ha encontrado (o se va a encontrar) la banca dentro de poco.

Desde hace algo más de un mes han saltado a la actualidad diversas noticias que indican que la morosidad está incrementándose. La liebre saltó inicialmente en EE.UU., donde hace unas semanas el HSBC (uno de los bancos más grandes del mundo) aumentó sus provisiones en un 20% ante el incremento de impagos detectado, y en un momento, según el banco, "en el que la falta de apreciación de activos reduce las opciones financieras", lo que se puede traducir como que el deudor no tiene la opción de vender y pagar la deuda porque probablemente el valor de la propiedad es menor que la deuda. Esta decisión provocó que las acciones del banco cayeran fuertemente en bolsa al detectar los analistas riesgos en la concesión de ciertos créditos.

Pero no es este el mayor problema que ha saltado a la palestra en EE.UU., sino que algunas entidades de crédito especializadas en hipotecas de alto riesgo o hipotecas basura, se han visto sacudidas por graves crisis de liquidez e incluso quiebras. Todo esto ha puesto de relieve el deficiente sistema de control de las entidades financieras y la laxitud con que se han concedido préstamos millonarios a individuos con dudosa capacidad financiera. Y lo peor son las consecuencias que todo esto puede tener en la economía, dado que las entidades financieras podrían decidir endurecer las condiciones de crédito, lo que ocasionaría una reducción del gasto que podría ser letal para la primera economía del mundo.

Entonces es cuando viene a la memoria el refrán aquel de las barbas del vecino, y ahora se discute si en España podría repetirse el mismo escenario, y en esto hay opiniones para todos los gustos, desde los optimistas que descartan la posibilidad (el optimismo y los mensajes balsámicos de Primo son ya conocidos en este blog) hasta los que dudan de que el mercado hipotecario subprime o basura sea un fenómeno localizado sólo en EE.UU. y ponen de manifiesto las prácticas que también se han empleado en España a la hora de conceder créditos millonarios a tutiplén: tasaciones infladas, cuotas hipotecarias al límite, préstamos sobre el 100% o incluso más del valor de tasación (ya inflada, por cierto)... En fin, que hipotecas consideradas "normales" podrían pasar a tener la consideración de "basura" en cuanto las cosas se tuerzan un poco para los deudores. Pero, además de las normales con riesgo, en España sí que hay un mercado de hipotecas de alto riesgo que no sólo ya existe sino que además está en pleno desarrollo. ¡Cuidado con las cajas de ahorro!

El mensaje oficial en España, cómo no, es que el mercado hipotecario no va a sufrir ningún varapalo serio. Sin embargo, las noticias inquietantes empiezan a aparecer también por aquí: la deuda per cápita se ha doblado desde 2002, la morosidad se ha incrementado a los niveles más altos desde 2002 (aunque todavía se mantiene en unos niveles muy bajos), y el Santander ha informado de impuntualidad en los pagos, es decir, que los deudores pagan pero tarde (a ver por cuánto tiempo).

Mientras tanto, desde el Gobierno parece que se huele el desastre y dan pasos para intentar evitar, en la medida de lo posible (es decir, casi nada), el descalabro de los hipotecados. Para los hipotecados presentes han aprobado una ley que reduce los gastos hipotecarios, y para evitar abusos en la concesión de futuros créditos amenazan con inhabilitar a las tasadoras que falten a la veracidad e inflen los valores de tasación de los inmuebles. Y yo me pregunto: ¿será con efectos retroactivos? Porque si fuese así, no quedaría abierta ni una sola tasadora en el país...

El precio de la vivienda ha subido meteóricamente en España, e inevitablemente este incremento ha propiciado que el nivel de endeudamiento haya subido como un cohete dado que los megahipotecones son la única forma de hacer frente al pago de semejantes barbaridades. Los bajos tipos de interés y el afán desmedido de las entidades por captar cuota de mercado hipotecario nos ha llevado a la situación actual. Ahora empiezan a pintar bastos y muchos no pueden (o no podrán) asumir sus compromisos de pago. Estamos viendo cómo todo esto ya está ocurriendo al otro lado del charco, donde ya se teme una crisis a pesar de que su economía tiene muchas más alternativas a la construcción que la nuestra, pero aquí seguimos con el cuento de que todo va bien.

Pero el endeudamiento empieza a dar problemas: ni el cohete ni los pilotos están preparados para volar tan alto, y el combustible va a empezar a escasear. Los viajeros que alegremente pagaron (a plazos, claro) su billete hacia el cielo empiezan a sentir vibraciones y el miedito les está entrando en el cuerpo. Lo último que faltaría sería tener que soportar una tormenta de altos tipos de interés en semejante trasto. Todos sabemos que estas tormentas son tanto más peligrosas cuanto más alto volemos... Lo malo es que la tripulación ya está informando al pasaje de que se abroche el cinturón, porque los relámpagos ya se ven en el horizonte...

¡Houston, Houston...!

11 marzo 2007

El frenazo ya está aquí

Hola de nuevo, queridos lectores.

Antes que nada, una reseña que nos agrada y congratula: como casi todos vosotros ya sabéis, el BCE decidió el pasado jueves subir un cuarto de punto los tipos de interés hasta dejarlos en el 3.75%, con la promesa velada de que no será la última subida ("ni mucho menos", contestó Trichet a la pregunta de si se había tocado techo).

Sé que habrá personas a las que la subida les perjudique, pero es que desgraciadamente los manirrotos españoles hemos demostrado sobradamente que no somos lo suficientemente responsables en lo que al tema pecuniario respecta, y cuando se nos deja dinero barato lo derrochamos como si nos sobrase. Sintiéndolo mucho, he de decir que a día de hoy los españoles no sabemos vivir con créditos baratos; nos los tienen que poner altos, caros, casi inasequibles, para que seamos conscientes de que el dinero no cae de los árboles. ¡Qué le vamos a hacer, cada uno es como es!

La subida de los tipos de interés es una de las causas de lo que voy a comentar hoy en este artículo: el tan traído y llevado parón o frenazo en el sector de la construcción.

Parece como si se estuviese orquestando algún tipo de maniobra para empezar a concienciar al ciudadano medio de que el chollo se ha acabado. De un tiempo a esta parte aparecen montones de noticias en prensa, radio e incluso televisión hablando de la desaceleración del mercado, de la subida de hipotecas, de la rebaja en las ventajas fiscales de la compra... Veamos algunas de ellas:

El Periódico: ¿Fin del 'boom' inmobiliario?

El pasado año [en EE.UU] las ventas de viviendas nuevas y usadas bajaron el 17,3% y el 8,4%, respectivamente, respecto al 2005. Esta evolución es considerada por algunos analistas como el acto inicial de la explosión de la burbuja inmobiliaria creada por Alan Greenspan en los últimos años de su mandato. Según ellos, el anterior presidente de la Reserva Federal sustituyó la burbuja bursátil de la nueva economía por otra de carácter inmobiliario. Logró que la recesión observada en el 2001 fuera muy breve, pero no la eliminó, sino que la desplazó hacia el futuro. Para dichos analistas, este puede situarse entre el último trimestre del año actual y el primer semestre de 2008. La elevada influencia directa e indirecta del sector inmobiliario y de la construcción sobre el PIB estadounidense sería la causa de la recesión.

Lo expuesto en la noticia anterior tiene su réplica en la preocupación que se siente en Wall Street en relación al mercado inmobiliario y sus relaciones con el ámbito financiero/hipotecario. Menos mal que esto aquí no va a pasar...

Cinco Días: Alquilar o comprar con tipos al alza

Ahora se empiezan a ver estudios o artículos que comparan la conveniencia de la compra frente al alquiler, y algunos se empiezan a dar cuenta de que en estos momentos quizás el alquiler sea mejor opción que la compra.

El Confidencial: ¿Cambio de ciclo? Bancos y cajas endurecen los criterios de concesión de hipotecas y créditos a las inmobiliarias

Algo se está moviendo en la financiación del sector inmobiliario. Y no, precisamente, en la dirección que pretenden los promotores y compradores de viviendas. El Banco de España, por un lado, habla ya sin tapujos de que las entidades financieras -bancos y cajas de ahorros, principalmente- se han vuelto más restrictivas a la hora de abrir el grifo de los créditos a los sectores inmobiliarios. Por otro, los datos de constitución de nuevas hipotecas ponen de manifiesto un frenazo en seco en el número de nuevas operaciones. (...) Según la Asociación Hipotecaria Española, el total de nuevas operaciones hipotecarias cayó un 6% a lo largo de 2006, pero con dos períodos claramente diferenciados. Si en la primera parte del año el crecimiento de nuevas operaciones fue positivo, a partir del mes de junio se ha producido un claro cambio de tendencia. Del -4% de junio se pasó al -10% en septiembre, mientras que en diciembre el retroceso era ya del -15%, lo que da idea del evidente deterioro que se está produciendo en el mercado hipotecario en relación a las nuevas operaciones. El importe formalizado en las nuevas hipotecas también se ha deteriorado de forma extraordinariamente relevante, toda vez que, de tasas de aumento del 32% en marzo de 2006, se ha pasado al 3,4% en diciembre del año pasado. En el caso de las hipotecas formalizadas para adquisición de viviendas, la caída es ya del 3,7% en cuanto a importe y del 18% en cuanto a número.

Libertad Digital: El final de la expansión

Con entregas de alrededor de 700.000 viviendas anuales, lo lógico es que los precios, en su conjunto, no registren un aterrizaje suave sino una brusca caída.

Las Provincias: España sólo puede absorber la mitad de lo que se edifica

Atención a lo que dice Bautista Soler, todo un accionista de referencia de Metrovacesa:

El mercado está muy saturado. Se estaban haciendo unas 800.000 viviendas al año y eso es una exageración. España puede absorber hasta 400.000 la mitad de lo que se construye.

Estrella Digital: Si la construcción de viviendas cayese en 100.000 unidades el empleo bajaría en 200.000
El País: Las grandes constructoras prevén una leve desaceleración del sector este año (misma noticia, tono mucho menos alarmista, que hay que contener el pánico)

Y esto lo dice el presidente de Seopan, la patronal de las grandes constructoras:

"Lo que antes se vendía en dos días ahora se vende en dos meses", lo que implica un "mayor riesgo" para las promotoras, explicó. Para el presidente de Seopan, se trata de un "tema que hay que tratar con mimo" porque "no hay ninguna actividad que pueda sustituir de manera inmediata a la edificación residencial en creación de empleo". Por ello, instó al Gobierno a adoptar una serie de medidas que sostengan esta actividad, como la mayor disposición de suelo a menor precio.

¡Eso, eso! El caso es seguir construyendo aunque sea con subvenciones, y a no parar bajo ninguna circunstancia. Sostenella y no enmendalla, antes a esquilmar a los incautos, y ahora, después de haberse forrado a manos llenas y haber engordado al monstruo, a pedir de se le mantenga con vida. Claro, ellos mismos se ven imprescindibles para la economía y presionan para que les den prebendas y que siga la fiesta. Lo que hay que ver...

Y otra cosa: ¿cómo se encaja esta noticia con la anterior? Si 100.000 empleos hacen perder 200.000 puestos de trabajo y resulta que de las 800.000 casas sobran 400.000, ¿nos veremos dentro de poco con 800.000 parados más?

Pues va a ser que sí... Lo más "cañero" es lo que dice el profesor Roberto Centeno en la tertulia económica del programa 'La Linterna' de la COPE (dicho sea que la COPE no es santo de mi devoción). Aparte de las críticas al gobierno y al inepto, incompetente, ignorante y traidor Zapatero (que desde aquí compartimos totalmente), se despacha a gusto con el mercado inmobiliario y augura una crisis de las gordas. Escuchad, escuchad, especialmente desde el minuto 5 hasta el 17 de la tertulia. Y para los que no quieran o no puedan escucharla, aquí transcribo lo más suculento:

El frenazo que se va a producir aquí es realmente impresionante. Los pisos, no se lo crean ustedes las cifras que están oyendo por ahí, las mentiras que les están contando diciendo que los pisos no van a bajar. Los pisos han bajado ya porque, entre otras cosas, las cifras que les suelen dar a ustedes, señoras y señores oyentes, son las cifras de oferta y no las cifras de cierre. Hace un año, o año y medio o dos años las cifras de oferta y de cierre eran básicamente las mismas, pero ahora hay diferencias de hasta el 10%. Es más, estábamos comentando antes (a micrófono cerrado) que la construcción de viviendas sigue a todo ritmo, concretamente el año pasado se han construido 585.000 y se han vendido la mitad. El parque de viviendas sin vender que hay en España se acerca ya a los cuatro millones. Esto, evidentemente, no se sostiene por una cuestión de mera lógica, de mera oferta y demanda, es decir, la demanda no está creciendo al ritmo que está creciendo la oferta: la construcción sigue y se ha restringido muchísimo la compra. Por lo tanto, primer consejo que daría yo a nuestros oyentes: si tienen ustedes urgencia absoluta de comprar ya mismo, pues discútanlo ustedes y peleenlo. Una baja del 5 al 10% es lo mínimo que hoy puede obtener negociando como Dios manda. Segundo: Si pueden ustedes esperar 9 o 10 meses y mientras tanto alquilan una vivienda creo que se va a producir una reducción muy importante, digamos en la segunda mitad de este año o principio del año que viene. Por tanto, si pueden, espérense ustedes y no compren. Hay una enorme cantidad de viviendas, como digo, que están vacías y esto no se puede sostener. No se puede sostener un crecimiento de la oferta tan brutal como el que está habiendo (porque se sigue construyendo mucho todavía) y sin embargo las compras han caído en vertical.

Preguntado acerca de si la vivienda había dejado de ser el activo de donde invertir el dinero, esta fue su respuesta:

Yo sería absolutamente tajante: sería una estupidez hacerlo ahora. Vamos, ¿como inversión ahora mismo en una casa? Vamos, eso sería de tontos... vamos... de baba. [...] Eso no tiene ningún sentido, hay montones de inversiones mejores. Otra cosa distinta es cuando se acabe produciendo la caída, que se producirá, no les quepa a ustedes la menor duda. Respondiendo categóricamente a su pregunta, el invertir ahora por motivos de especulación o rentabilidad en vivienda no tiene fundamento. ¿La bajada? Pues la bajada que pueden tener es la que han venido publicando los medios económicos más serios que han estudiado el tema español de una manera independiente, por ejemplo el 'The Economist', el 'Wall Street Journal', el 'Financial Times' y hablan todos ellos de una cifra del oreden del 30 o 35%; esa será más o menos la caída que puede venir. Pero dicho esto, que sería el impacto microeconómico sobre las familias, el impacto macroeconómico va a ser muy importante también. Comentaba ayer el presidente de la patronal, Don Enrique Aldama, que si se reduce la construcción de viviendas en 100.000 de las 600.000 que estamos haciendo ahora, y eso ya lo puede dar por hecho, se producen 200.000 parados: 100.000 viviendas, 200.000 parados, eso por un lado. Por otro lado, es evidente, lo recordaba Aldama y daba una serie de cifras, que el motor fundamental de la marcha de la economía española pues es precisamente la construcción. Y ocurre además que aquí se juntan, o se van a juntar a final de este año, el hambre con las ganas de comer. Más o menos, en la construcción, el 50% es vivienda residencial y el otro 50% son otras cosas. Bien, ocurre que la mayor parte de las obras que están en marcha ahora mismo en autonomías, ayuntamientos, etc. se acaba a mediados de este año. Por lo tanto, va a haber un bajón importante en la construcción en la parte distinta a la vivienda precisamente porque todo termina con las elecciones autonómicas, etc. Y además, para más inri, resulta que el primero de Enero de 2008 empieza a funcionar la desastrosa negociación de Zapatero con la Unión Europea y nos quitan el 25% de los fondos, que van para infraestructuras. Por lo tanto, también para el año 2008 las infraestructuras o el dinero lo pone Solbes, si es que Solbes sigue para entonces, o desde luego eso se va a ir para abajo. Por lo tanto, las posibilidades de que se desencadene como consecuencia de toda esta historia una crisis importante en la economía española son cada vez mayores, y desde luego puede que me equivoque en unos meses más o menos, pero desde luego que se va a producir una crisis impresionante no les quepa a ustedes la menor duda, entre otras razones porque estos irresponsables que nos gobiernan no están haciendo lo que tienen que hacer, no han tomado una sola medida para arreglar las cosas. Se han fiado pura y simplemente de la avalancha migratoria que ha permitido que crezca el PIB en cifras absolutas, a pesar de lo cual somos, y lo recordamos un día sí y otro también desde aquí, el país europeo, y no sólo europeo, el país desarrollado que menos crece en renta per cápita. Y toda esta historia la están manteniendo los inmigrantes que están llegando a España por legión, están llegando y siguen llegando a España por legión, del orden casi de los 100.000 al mes. Y eso es lo que está manteniendo este tinglado, pero eso se acaba cayendo, no les quepa a ustedes la menor duda; y en este sentido la subida de tipos de interés pues es más a más un freno mayor a todo esto que estamos comentando.

Bueno, el Sr. Centeno puede decir las cosas más alto pero no más claro: tonto de baba el que compre como inversión, que el tinglado se va a caer más pronto que tarde y crisis segura a la vuelta de la esquina. Con estas perspectivas, ¿quién se anima a comprarse un piso?

Hasta la próxima.

04 marzo 2007

Corrupción urbanística 'a tutiplén'

Hola, (e)lectores.

[Recordemos que estamos en precampaña. ¡No olvidéis las mentiras, los incumplimientos y las traiciones! Triste panorama político tenemos frente a nosotros. Al menos, siempre quedará el refugio del voto en blanco...]

Dado que estamos a un paso de las elecciones de Mayo, no estaría de más recordar las obras y acciones de nuestros gobernantes de cara a conocer un poco mejor a quién votaremos en la próxima llamada a las urnas.

Durante estos últimos meses han salido a la luz corruptelas y escándalos, algunos de ellos vox populi entre la población desde hace años, aunque no tan conocidos por aquellos que eran los responsables de atajar semejantes comportamientos.

Por ejemplo, en Torrejón parece que el alcalde está haciendo de las suyas, pero, como siempre ocurre en estos casos, la cúpula directiva del partido (en este caso el PSOE como en otros casos es el PP) cierra filas y no dice ni pío.

Las cosas también andan muy calentitas por las Islas Baleares, y no sólo en Andratx. En este artículo se ponen al descubierto tramas de corrupción en otros municipios y se ve cómo el debate llega hasta las más altas esferas del partido y, como los vecinos de enfrente, también se cierra filas y se quedan tan tranquilos.

Y por supuesto, como no todo va a ser PP y PSOE, también tenemos el que ha sido el caso de los casos aún dando coletazos: el caso Marbella y la operación Malaya. Aquí realmente estaban todos en el ajo (presuntamente, que por ahora todos son "presuntos presuntos"): el PP, el PSOE, los independientes, los del GIL,.. Todos pillaban cacho y todos callados como mujeres de mal vivir (eufemismo de puta, que está mal escribir tacos en el blog). El dichoso caso sigue estirándose y llevando noticias a los periódicos.

Yo pienso que un partido político daría una imagen mucho más honesta y limpia si en lugar de negar la corrupción en sus filas se dedicase a investigarlo (de verdad, no de cara a la galería) y, en caso de comprobarse que las sospechas eran ciertas, expulsar inmediatamente al individuo y denunciar dicha conducta en los tribunales. Entonces la pregunta es: ¿por qué no lo hacen así? ¿Será que hay personas importantes en el partido a las que no les interesa tanta honestidad? ¿Será que se teme que si alguien es acusado por sus propios compañeros entonces podría tirar de la manta y dejar a más de uno con el culo al aire? En fin, no lo sé; sólo son dudas que me surgen, pensamientos sin ninguna base lógica...

Aunque no toda la corrupción está en los ayuntamientos y en los políticos. Cuando un sector mueve tanta pasta como el de la construcción, está claro que atrae a todo tipo de gañanes que intentan hacer negocio como sea, incluso traficando con desgraciados que necesitan ganarse la vida como sea.

Otros han sido más cucos y han estafado al que a su vez intentaba estafar y/o no jugar limpio. Curiosa mezcla de estafadores y listillos: a ambos les está bien empleado todo lo malo que les pase.

Me da a mí que todo esto ocurre simplemente porque en este país hemos llegado al punto de que las leyes no se hacen cumplir, las penas son demasiado suaves y, para colmo, no se persigue al que delinque (políticos incluidos). Por tanto, a todo estafador o corrupto le compensa jugársela a que le pillen, primero porque lo más probable es que no le pillen, y segundo porque si le pillan lo más seguro será que no le pase nada o muy poco. Seguramente en Vietman se lo pensarán un poco a partir de ahora antes de acceder a formar parte de una corruptela.

Para terminar, aquí se puede ver un mapa (desactualizado, claro, porque surge un nuevo caso cada cinco minutos) con los casos de corrupción en España. El enlace es a la SER, por lo que es de esperar que esté un poquito sesgado a favor del PSOE, aunque como ejemplo está bien.

Conste que en este artículo me limito a hacerme eco de noticias que han aparecido en la prensa. No pretendo acusar a nadie de ningún delito que aún no haya sido probado en un tribunal; mientras no sea así, todos los nobles señores que aquí han sido nombrados gozan del beneficio de la presunción de inocencia.

Pero lo que digo es que la mujer del César, además de ser, ha de parecer. Y en eso ya sí que parece que flaquean un poco nuestros amados gobernantes...

Recordad, queridos lectores, que dentro de muy poco los políticos volverán a acordarse de nosotros (sólo lo hacen cuando hay elecciones). Ojalá que entre todos logremos echar a patadas a algunos de ellos y entonces sí que se acordarán de nosotros (y probablemente de nuestras familias) más a menudo.

Buenas noches, e-lectores (lectores electrónicos).