17 febrero 2007

Cediendo el espacio a los maestros

Hola, queridos lectores.

Se cuenta que durante una visita a la casa natal de Beethoven, una joven logró llegar hasta el piano del compositor y rápidamente tocó las ocho notas del primer tema de la 5ª Sinfonía. Cuando terminó, exclamó:

"¡Supongo que todo el mundo desea tocar en el piano de Beethoven!"

Y el guía de la casa-museo le increpó:

“No todos. La semana pasada tuvimos un visitante que se negó a tocar el instrumento. Dijo que no era digno de ello. Este hombre se llamaba Paderewski”. (Excelso pianista de fama mundial)

El blog de alguien como yo, que no tengo ni idea de economía, y donde probablemente he cometido muchos errores e imprecisiones de bulto en otros artículos, puede no ser el lugar más digno o adecuado para hacerse eco de las ideas de personas mucho más informadas y capacitadas que yo en relación al mercado inmobiliario y en temas económicos en general. Pero creo que la ocasión lo merece...

Hoy, aun a riesgo de cometer una indignidad parecida a la del piano de Beethoven, voy a hacer mías las palabras de un personaje muy conocido en los foros de 'idealista.com', admiradísimo por sus grandes conocimientos en materia de economía, así como por sus acertadas predicciones. Hoy reproduzco los posts enviados por esta persona el pasado martes, día 13. Esta persona firma con el apodo 'ir-' ("interés real negativo").

Advertencia: ¡¡es largo!! (y lo digo yo, que habitualmente publico unos buenos tochos...)

Nos interesan seis ciclos que, ordenados de mayor a menor duración, son:

  • Las "ondas largas" de Kondratieff, Schumpeter, Mandel, Sweezy, etc. que, simplificando, llamamos esquema o ciclo de Kondratieff (50 o más años)
  • Ciclo estructural (patrón de crecimiento)
  • El llamado "ciclo largo inmobiliario" (20+4 años)
  • El bursátil (7+2 años)
  • El coyuntural, también llamado "monetario" (tipos de interés, inflación y empleo)
  • El presupuestario o político-electoral estatal
Cada economía tiene su devenir. Hay ciclos españoles bastante sincrónicos con los equivalentes de otros países. Hay otros que no. Los dos países más importantes en el estudio comparado serían EE.UU. y Alemania. La situación en Reino Unido y Latinoamérica, también es clave. La sincronización cíclica y la influencia mutua de las economías es un tema estrella. Profundicen en él. Me figuro que tendrán trabajo asegurado en multitud de universidades, fundaciones y servicios de estudios.

Centrados en España, a ver si seguimos siendo capaces de anticiparnos a lo que viene. Veamos.

1) Ciclo de Kondratieff:

No hace falta ser marxistas para tener como telón de fondo del análisis el prolongado (o prorrogado con no se sabe qué coste) "otoño" de Kondratieff en el que nos encontramos; aunque nosotros creemos que, en 2006, ya ha comenzado el "invierno".

Aquí es donde habría que hablar de globalizaciones, cambios climáticos, peaks oil, y demás. No hay que despreciar estas cuestiones. Hay que considerarlas como la música ambiental de todo lo demás. Pero, no piensen que un mal ambiente de fondo aumenta la dificultad para afrontar las crisis de los otros ciclos. Antes al contrario, puede facilitar las negociaciones sobre derechos adquiridos y consolar a los perdedores.

2) Ciclo estructural:

Actualmente, en nuestro país, estamos asistiendo al espectáculo escatológico deplorable de cómo, a base de dinero traído del futuro con el hipotecón, se mantiene artificialmente con vida el metabolismo de un modelo económico agotado, basado en turismo de masas centroeuropeo, euroayudas muy menguadas y construcción residencial. Este patrón de crecimiento nació en 1985, evolucionado del modelo de desarrollismo tecnocrático de 1959 (plan de estabilización que resolvía la descomposición del modelo autárquico de posguerra), cuya crisis duró una década, coincidiendo con la transición del sistema político (Franco podría haber fallecido en otro momento económico, pero coincidió con ese), y cuyo hito fundamental fueron los pactos de La Moncloa (1977) y la reindustrialización subsiguiente. Es pacífico entre los analistas considerar 1986 como primer año del nuevo modelo (p.e., Prof. Velarde en la tertulia económica de la COPE de fecha 6/4/2006, al que cito por lo sorprendente que es que se apunte a este tipo de tesis).

El turismo ya jugó un papel central en el modelo estructural de 1959. En 1985, sólo se pisó el acelerador a fondo. Las raíces del ladrillismo se encuentran, incluso, algo más atrás. El ladrillismo es un residuo del franquismo explotado hoy por los políticos socialdemócratas, conscientes de que es lo único que tienen para hacerse ricos sin el reproche frontal del electorado. Es igual de vergonzoso que esos hipotéticos ideólogos liberales viviendo de sueldos financiados con presupuestos de las administraciones públicas.

Consideraciones sociológicas aparte, el crash inmobiliario, desde el punto de vista estructural, se presenta como el proceso de normalización que resuelve el modelo agotado. Por un lado, cesarán la inflación diferencial y déficit por cuenta corriente. Por otro, la mejora de la productividad se obtendrá por la vía de la severa reducción de los costes inmobiliarios (suelo industrial gratuito y alojamiento semigratuito para trabajadores) . "¿Qué prefieres que te bajen, el sueldo o el piso?", comienza ya a ser una pregunta-ariete sintética. La competitividad se recuperará; y nacerá otro modelo más complejo e internacionalizado, sin una "locomotora" tan perfilada como la actual y sin tanta presencia de "la banca de la Señorita Pepis" (las cajitas de ahorro, banquitos públicos de rango subestatal, cuya orgía acabará pagándose con nuestros impuestos) .

Como ya hemos dicho en otras ocasiónes, a las que me remito, los efectos negativos sobre el PIB se verán compensados, en una primera fase, con la mejora del sector exterior y con la expansión del gasto público financiada con deuda pública. En este sentido, hay cierto margen temporal para que el cambio hacia otro patrón de crecimiento no sea tan abrupto como lo habría sido si hubiera un abultado déficit público. Por eso, también somos optimistas en relación con la "administrabilidad" del desorden social que haya una vez que se supere la resistencia bajista (el que haya "resistencia" no quiere decir que haya "rigidez", o sea, "inelasticidad", como nos quieren hacer creer).

3) Ciclo largo inmobiliario:

Que los precios no bajen no es axiomático e indemostrable. Además, no hay nuncabajista que no acepte en público que, en determinadas circunstancias, sí pueden bajar los precios. Y, cuando vienen mal dadas, los que eran los nuncabajistas más recalcitrantes siempre resultan ser los que, desesperadamente, meten el mayor rebajón a lo suyo.

Lo que pasa es que, en el ciclo inmobiliario, siempre vamos ciegos. Sólo muy a posteriori se reconocen los hechos. La mayor parte de los indicadores de los mercados inmobiliario e hipotecario no ponen ni pondrán nunca de manifiesto anticipadamente ningún cambio de fase:
  • Valores dados por las tasadoras en el proceso hipotecario (la burbuja se crea, precisamente, con tasaciones falsas o falseadas)
  • Estimaciones de precios e informes elaborados por empresas interesadas
  • Precios de salida para viviendas de segunda mano
  • Escrituras públicas
  • Préstamos hipotecarios concedidos, sin indicación de la finalidad ni de la fecha de compromiso
  • Datos de los sectores de la promoción e industrial de la construcción (viviendas iniciadas, consumo de cemento, etc.), que, en el mejor de los casos, sólo mostrarán la situación meses después de cambiar las cosas, dada la duración de su ciclo productivo; además, el anuncio de cambios normativos en materia técnica, urbanística, financiera y fiscal, no es neutral en relación con las decisiones económicas de estos agentes, lo que es utilizado por los gestores más cortoplacistas
En España, no puede saberse la vivienda nueva que de verdad se vende a consumidores finales, porque infinidad de transmisiones de viviendas nuevas se simulan para vaciar las sociedades promotoras y constructoras y situar contablemente la ganancia allí donde conviene, o, sencillamente, se realizan en adjudicación para el pago de acreedores (el piso que se entrega al contratista como pago de su trabajo en la propia obra), o, en muchos casos, simplemente para devengar el IVA, lo que permite deducirse todo el IVA soportado en el proceso de producción (inspeccionado por los temibles inspectores de hacienda del estado) y entrar en la órbita del ITP [N. de H: Impuesto de Transmisiones Patrimoniales] al que estaría sujeta la segunda transmisión (inspeccionado por funcionarios de las administraciones regionales).

Pero el que no dispongamos de indicadores anticipados no quiere decir que no podamos prever las cosas con otros análisis, como hemos demostrado en este foro [N. de H: foro de 'idealista.com'], basándonos en el sentido común macro y microeconómico y, en particular, en las expectativas reveladas de los agentes. Recuerden cómo ya no se debate públicamente si hay o no burbuja, como sucedía en 2003 y 2004, sino si el aterrizaje, que se percibe como irremediable, va a ser suave o brusco.

Como tantas veces hemos dicho, el que se considere que el ciclo inmobiliario tiene 20+4 años es responsabilidad de la OCDE, tras analizar todos los ciclos inmobiliarios históricos conocidos hasta la fecha (enlace).

En particular, en la pág. 66, se establece que "housing price crashes differ from equity price busts also in (...) housing price crashes lasted about four years".

El ciclo largo inmobiliario español encaja perfectamente en el ciclo teórico de módulo 20+4. En efecto, nuestro ciclo actual tiene cuatro fases:

1986-1989

Alza explosiva inicial del ciclo en ambiente muy inflaciónista, financiada con el dinero negro movilizado con la ley de activos financieros, que prohibió las emisiones al portador, salvo que tuvieran la "retención en origen" (los famosos "afros"), e impulsada por la entrada en vigor del IVA (en sustitución del IGTE) que obligaba a los realizadores de operaciones exentas a multiplicar operaciones inmobiliarias para engordar su exigua "prorrata" y, así, recuperar parcialmente el impuesto soportado

1990-1997

Ralentización y meseta, sin corrección valorativa, tanto en términos nominales como reales, porque lo que se rebobinó en términos reales no fue el alza explosiva precedente (1986-1989) sino sólo los últimos tirones que se produjeron durante la desaceleración y que, a todas luces, sobraban

1998-2006

Segunda alza explosiva "en seco", es decir, sin inflación, y con explosión de endeudamiento, en buena parte financiado desde el exterior, durante la cual el nuncabajismo se ha hartado de predicar la resignación ("desengáñate") y aliviar la culpa de los triunfadores del pisito, mientras se extendía la corrupción en el sector, las concejalías de urbanismo y las cajas de ahorro. Sin embargo, en 2002 tuvo lugar el "cambio ideológico inmobiliario" auspiciado por el Banco de España, y SCH vendió Vallehermoso y BBVA, Metrovacesa. El cambio culminó el 2/10/2003, cuando el Banco de España publicó que la vivienda estaba sobrevalorada un 20%. En 2006, las operaciones corporativas en el sector energético, que responden a cálculos financieros precisos que comparan los dividendos esperados con los gastos de las estructuras "non recourse debt" en que se ha incurrido, son la prueba de la reorientación radical del riesgo crediticio; el turning point ha sido, pues, "a la vuelta del verano de 2006"

Crash 2006-2010

Con sus tres subfases, como dijimos el 23/11/2006 en este foro [N. de H: foro de 'idealista.com']: antes, durante y después de la recesión económica, anunciada por Luis Angel Rojo, para el verano de 2008.

Durante la segunda alza explosiva, la demanda ha tenido tres partes: consumidor final ("para vivir", ya sea como primera o segunda residencia, o sea, demandantes de cobijo, como nos gusta decir), inversión a largo plazo ("buy and hold", "buy to let" y situaciones análogas) e inversión a corto plazo ("para pase", mal llamada "demanda especulativa").

El turning point también puede definirse como el dato de incremento interanual de estimación de precios ("dato MVIV") en el que, por razones matemáticas, la demanda para pase desaparece irreversiblemente:

p = i (1 + m) / (1 - r)

Llamando:

p = "Dato MVIV" crítico;
i = Nivel de tipos de interés a que se retribuye el capital;
m = Margen neto de beneficios;
r = Coeficiente de aversión al riesgo, que oscila 0 y 1

La aversión al riesgo es subjetiva y crece cuanto menor es el nivel de renta y cuanto peores son las expectativas (ambiente económico) . Considérese, además, que los pases duran, al menos, lo que se demora la construcción (no menos de 6 trimestres) .

Este "umbral de inviabilidad del pase" se produjo con el "dato MVIV" publicado a principios del mes de octubre de 2006. El turning point, por lo tanto, sí fue "matemáticamente" oficializado de este modo. No podía ser de otra manera. Cuando el gobierno habla de "progresividad" en el ajuste, también, a lo que se refiere es al tiento con el que hay acercarse a cada momento singular de cambio cualitativo en el proceso, de ahí que los ministros concernidos califiquen siempre la situación como "delicada". El "dato MVIV" del tercer trimestre de 2006 enterraba las expectativas de los pisopasistas, haciendo desaparecer buena parte de la demanda y dando el pisatoletazo definitivo de salida al mercado para cientos de miles de pisos.

En octubre de 2006, tras 20 años de alza, con una sola "toma de aire" intermedia (que no puede cabalmente calificarse de "corrección valorativa"), el ciclo inmobiliario ha comenzado su fase de crash, que no tiene porqué no durar los 4 años, que es lo que, en promedio, han durado las crisis inmobiliarias desde que el mundo es mundo, según nos expuso la OCDE, como hemos dicho antes.

Que el ciclo inmobiliario sea largo no nos debe hacer olvidar que, al final del mismo, los precios reales y los precios relativos vuelven a ser los que había al principio. Hemos ido muy deprisa a ninguna parte. Tras la capitulación final (2010), vendrá el desencanto y el efecto tierra quemada. Habrá que esperar una generación (15 años) para asistir a la resurrección del interés po lo inmobiliario-residencial, como está sucediendo en Japón.

4) Ciclo bursátil:

Igualmente, el que consideremos que el ciclo bursátil tiene 7+2 años es consecuencia de nuestra observación personal, pero también del citado análisis de la OCDE, todavía no superado. En cualquier caso, lo importante es comprender que un ciclo inmobiliario engloba varios (tres) bursátiles.

Aceptemos que el alza, en el ciclo bursátil, tiene tres fases: líquida, fundamental y especulativa. Tras el crash puntocom, la bolsa viene del suelo de otoño de 2002. Desde entonces, hasta otoño de 2005, aunque alcista, la bolsa ha "aburrido a las ovejas", lo que ha sido aprovechado por los depredadores ladrillistas, conscientes de que su tiempo se terminaba, para continuar difundiendo sus cínicas soflamas contra el dinero ("el dinero no renta nada") y, así, rebañar el plato usureramente obligando a los últimos rebaños de gacelas (feliz metáfora de cárpatos) a traer el dinero de su incierto futuro para quedárselo ellos y colocarlo tranquilamente a tasas reales positivas en deuda pública y privada.

A nuestro juicio, 2005 fue un año de alza líquida y 2006 de alza fundamental. Faltaría el alza especulativa.

Las empresas cotizadas están obteniendo beneficios (en buena parte, muy lejos de sus propios domicilios) y tienen expectativas de seguir obteniéndolos. No se dejen engañar. El alza actual todavía no es especulativa; tiene apoyo suficiente en los fundamentales; y las correcciones que hay y habrá están cebando la bomba de la esperada alza especulativa. Como siempre, el alza especulativa vendrá acompañada de ampliaciones de capital, OPVs, splittings, etc.; por decirlo en términos de la teoría de Dow, las "grandes manos", todavía, no están administrando ningún "período de distribución" y el volumen está lejos de contradecir la tendencia.

Además, conforme las clases medias escarmientan de la aventura piramidal-ladrillista, vuelven al ahorro en lo único en lo que de verdad se ahorra, en dinero, en todas sus acepciones, desde el "calcetín" hasta la acumulación de "dinero financiero" (acciones y bonos privados), pasando por la deuda pública y todos los activos financieros imaginables. Y se hace y se seguirá haciendo a través de fondos y, esta vez, también, directa y masivamente mediante brokers on-line. La operativa bursátil se está popularizando como nunca antes había sucedido, desde que, en el S. XVI, los comerciantes de Brujas compraran el palacio de los Van der Burse para establecer en él su mercado de vales. La frase "capitalismo popular", tan precipitadamente empleada por el presidente de Telefónica en 1998, cobrará, por fin, todo su sentido.

Por otra parte, el golpe de timón en las reformas de los sistema de pensiones en europa requiere que haya un buen ambiente bursátil, aunque no está claro que vaya a suceder en el ciclo actual.

En materia de pensiones hay tres sistemas ("pilares", en el argot) que se dan simultáneamente:
  • Un sistema básico de cotizaciones obligatorias y prestaciónes de carácter mínimo, absolutamente público (cuya naturaleza es puramente "presupuestaria" y "de reparto", y que configura a las pensiones como una clase más de gasto o servicio público aunque contabilizada independientemente y financiada con ingreso tributario corriente en forma de "pseudocontribución especial")
  • Un sistema de ahorro obligatorio, incentivado fiscalmente, en el que las prestaciones se financian mediante "capitalización" (no mediante "reparto") y, ¡atención!, que es administrado por entidades privadas de acuerdo con estándares financieros
  • Un sistema voluntario absolutamente privado, aunque, también, con incentivos fiscales
Pues bien, además de proseguir con las políticas actuales de disminución marginal (aumento de los años de cotización a efectos de base, aumento de la edad de jubilación, etc.) y subindexación (crecimiento nominal agregado inferior a la inflación), lo que se pretende es, por un lado, ir traspasando cotizantes del sistema básico al segundo, y, por otro, que el sistema privado cobre mucho mayor protagonismo (las declaraciones en sentido contrario son meros "globos sonda", como ha quedado probado con la reforma del IRPF).

La solución radical para el traspaso es hacerlo "a la chilena": dar a cada cotizante, todavía "en activo", la opción de seguir en el sistema de reparto o, por contra, empaquetar (titulizar) los derechos pasivos que lleve generados, en un "bono o cheque de reconocimiento de pensiones" del que sólo puede disponerse aportándolo como primera contribución a un fondo privado de su elección de entre los que se autoricen para ello y que tendrán distintos perfiles de riesgo según la forma en que invierten su patrimonio: deuda pública, bolsa, etc., incluso, ¡atención!, inmuebles en alquiler (la actual SPA [N. de H: Sociedad Pública de Alquiler] del MVIV, ¿llegará a transformarse en uno de estos fondos y acabará adquiriendo pisitos sobrevalorados a tal efecto?).

Como ven, el éxito de la operación, cuya finalidad no es otra que la de liberar parcialmente al sistema tributario de la pesada carga de las pensiones, en primer lugar, lo más probable es requiera que la bolsa esté boyante (nadie querrá sacar -o que le saquen- sus derechos del "calorcito" presupuestario, donde se van actualizando con la inflación como referencia, para recolocarlos en la aburrida renta fija, cuyo rendimiento no va a ser muy distinto a la propia tasa de inflación, estando por ver que la presunta "capitalización" del nuevo sistema no sea sino un "reparto piramidal encubierto"). Pero, en segundo lugar, lo que es más importante, la evolución del sistema, por sí misma, supone directamente un alegrón para los mercados financieros, por la recepción de todas las aportaciones y cotizaciones de los pilares segundo y tercero.

Llegada la reforma, nuestro consejo a amigos y familiares dependerá de cómo se regule el cambio entre fondos. Si es fácil, podríamos "jugarnos" nuestros derechos pasivos en el fondo más bolsista, al menos, durante el tiempo prudencial en el que el ambiente tenga que ser alcista. En cualquier caso, el dinero sólo llegará a nuestro bolsillo en la jubilación (o en caso de enfermedad grave auténtica, como hoy).

Finalmente, no vemos que haya debate en España sobre estas cuestiones. La reforma de las pensiones, como tantas otras cosas, aquí, vendrá con retraso. Pero, las bolsas están mucho más vinculadas de lo que parece y la reforma del sistema que hagan nuestros socios se verá en las cotizaciones de nuestras grandes empresas.

5) Ciclo monetario:

Aquí hay que hablar del "choque asimétrico". La política monetaria se fija para toda la eurozona y, para bien o para mal, quien "manda" son las economías alemana y francesa. El dinero semirregalado que necesitaban allí para gestionar su "frío de ricos" ha hecho que, en España, hogares y empresas se abrasen endeudándose de por vida en negocios de dudosa rentabilidad. Además, la facilidad crediticia ha estimulado la demanda mucho más allá de la capacidad productiva, tensionando los precios. La inflación se ha trasladado a los salarios indexados (p.e. funcionarios públicos) y ha aumentando suplementariamente la propensión a endeudarse; y la tasa de retorno del capital real y neta (o sea, sin inflación ni impuestos) se ha hecho muy negativa, imposibilitando el ahorro y la inversión productiva.

Pero, no hay mal que por bien no venga. Cuanto más te endeudas, menos crédito tienes. El cambio de ciclo monetario está dando la puntilla, por la vía del estrangulamiento financiero, al feo modelo estructural español; y, esta vez, junto con los efectos contractivos normales de todo endurecimiento monetario, o sea, con la recesión, viene la ansiada crisis estructural. Mirad lo que dice el hongkonita harvardiano Henry C. K. Liu:

"Credit drives the economy, not debt. Debt is the mirror reflection of credit. Credit and debt operate in reverse relations. Credit requires a positive net worth and debt does not; one can have good credit and no debt; too much debt lowers credit rating. A little debt reinforces responsibility (homeowners with a life-long mortgage are better citizens than renters); excessive debt encourages irresponsibility".

Podemos añadir que hay un punto en el que tanto el sistema financiero como los hogares ni quieren ni pueden, razonablemente, hacer más inversión crediticio hipotecaria. El Banco de España encendió oficialmente las alarmas en 2002 y lo publicó en su boletín económico de septiembre de 2003. Desde entonces, hay malicia, al menos en materia de tasaciones.


Pero, mientras madura la situación estructural, dado que vivimos en la misma área monetaria que nuestros prestamistas y no sufrimos el castigo cambiario, el modelo estructural perverso, aún haciendo agua, puede estar viviendo un "veranillo del membrillo", con el endeudamiento expandiéndose como si no tuviera límite y el PIB creciéndo tumoralmente cada vez con menos inflación (conforme nos vamos muriendo, la temperatura va bajando). La economía es algo que puede ir muy bien y muy mal a la vez. Añádase que la pérdida de eficiencia de las medidas de gestión de la demanda puede ser desesperantemente lenta, porque hay situaciones de información asimétrica (provocada -conejochisterismo- o no) y desfases en la traslación de efectos (histéresis). También hay eventos con una tracción impresionante que proporcionan últimos suspiros que, aunque inútiles, sí consiguen prorrogar la situación. Finalmente, considérese que el BCE tiene un margen pequeño para subir los actuales tipos de interés e intentar refrenar el consumo y las activomanías, dada a situación de dólar.

Como saben, prevemos que la recesión económica comenzará en el verano de 2008 y que, como mínimo durará dos trimestres. A la desmoralización propia de toda recesión se le unirá la desorientación provocada por la conciencia del ocaso del modelo estructural.

6) Ciclo presupuestario:

Las diferencias de "longitud de onda" de los ciclos y las asincronías internacionales son maliciosamente utilizadas por los gestores presupuestarios para enturbiar la formación de expectativas a corto plazo y ponerlas al servicio de sus intereses electorales. Pero, en las recesiones, el gobierno maneja la situación económica mucho menos de lo que se cree, sencillamente porque el "gasto comprometido" (parte del gasto público de la que no se puede disponer, por ejemplo, la nómina de los funcionarios, los intereses de la deuda, etc.) y las dificultades tributarias no dejan ninguna libertad para voluntarismos keynesianos (de ahí, el monetarismo), salvo, claro está, ese par de trimestres en el que pueden "comerse" la "endeudabilidad" que quede, de acuerdo con el pacto de estabilidad.

Ya hemos hablado del margen temporal que hay para afrontar el cambio de ciclo. Pero, además de la cuestión de la "suficiencia de los márgenes temporales", lo que nos interesa de la gestión política y presupuestaria es en qué medida es procíclica o anticíclica, dependiendo de la fase del ciclo en que se esté.

A nuestro juicio, España es un país "pendular" y la política presupuestaria española es muy procíclica. Además, por culpa del ciclo corto, el "caudal político" para abordar las reformas estructurales está sufriendo un desgaste innecesario, dada la llegada anticipada de la socialdemocracia al gobierno en 2004 y el correlativo alejamiento del partido de la oposición de sus anteriores posiciones moderadas. En suma, declarada la crisis, el ajuste cíclico se intensificará.

Gracias por leerme.

Bueno, gracias a ti por compartir tu conocimiento con el resto de ignorantes que no podemos más que agradecerte tus esfuerzos por intentar ilustrarnos.

Muchas gracias a ti. ¡Eres grande! Una duda: ¿Quién será este tal 'ir-'?

12 febrero 2007

España, país de millonarios

Hola de nuevo.

Por si no os habéis dado cuenta, queridos lectores, en España somos todos ricos. O al menos eso es lo que creen los constructores, promotores y demás vendedores de vivienda en nuestra maltrecha piel de toro.

A las pruebas me remito: en Berlín se están poniendo a la venta unos nuevos lofts de gran lujo para ricos, ubicados en zonas exclusivas. Tienen la particularidad de que ¡¡te puedes subir el coche a casa!! gracias a un ascensor especial, y además del garaje cada vivienda dispone de su propio jardín privado. Si alguien está interesado, en esta página puede encontrar más detalles.

Pues bien, esas viviendas de lujo, de gran amplitud (algunos superan los 500m2) y calidad alemana tienen un precio entre 450.000 y 1.300.000 euros. Dado este nivel de precios, son viviendas enfocadas a personas de alto poder adquisitivo.

¡Ja, qué pobretones estos alemanes! Aquí, en España, 450.000 euros es poco más o menos el precio que maneja cualquiera que se quiera adentrar en el mercado inmobiliario; con menos de eso, prácticamente se está excluido del mercado de viviendas dignas en una ciudad como Madrid, y en ciudades como Málaga es lo mínimo para poder pensar en un segmento algo superior al de cualquier vivienda media... si hay suerte.

Con medio millón de euros, repito: ¡¡medio millón de euros!! (¿alguna vez alguno de vosotros se ha parado a pensar el pastón que es medio millón de euros?), se puede aspirar a un ático (pequeño) de calidades ínfimas (la calidad de la construcción actual, por mucho que la quieran colar como "lujo") en un barrio de nueva construcción o a un piso de menos de 100m2 útiles ubicado donde Cristo perdió la alpargata simplemente porque se ve el mar a 4 o 5 kilómetros. A algunos se les va completamente la cabeza y pretenden colocar a medio kilo un pisucho de tres dormitorios en zona cuasi-centro semi-deprimida. Y si cuela, cuela... Y estamos hablando de una ciudad mediana, no de una gran capital de estado como es Berlín.

Si queremos vivir en Madrid (capital del país) en una zona medianamente exclusiva, por medio millón de euros apenas podremos encontrar pisos de dos dormitorios. De hecho, el precio de muchos de ellos está muy por encima de esa cifra: ¡¡755.000€ por 90m2!! Para conseguir algo más decente tendremos que poner encima de la mesa, por ejemplo, los 1.300.000 euros que vale el más caro de los lofts de lujo que venden en Berlín. Por ese precio podremos encontrar un piso de 3 dormitorios (amplio, eso sí, aunque antiguo y mal orientado) o alguna otra vivienda de los tiempos del Caudillo. Si vamos justillos de pasta y tenemos que alicatar nuestro presupuesto hasta "sólo" un milloncete (de euros, claro) tendremos que conformarnos con un pisito de 2 dormitorios, salvo que renunciemos a vivir en las zonas exclusivas de la ciudad. Entonces podremos encontrar gangas como un piso en Hortaleza (algo así como en el último confín de Madrid) por 163 kilos o, estirando un poco, un chalecito adosado por sólo 208 millones de pesetas (que parece que en pesetas somos algo más conscientes del dineral que supone). Eso sí, hay que aguantar al vecino (es un adosado), no es muy grande para lo que cuesta (sale a 8.000 eurazos el metro) y está en el quinto pino...

Y es que Madrid, el nuestro, el de aquí, se ha convertido como por arte de magia en la tercera ciudad más cara del mundo tras Londres y Nueva York. Eso significa que está por encima de ciudades como París, Roma, Washington, Tokio o la propia Berlín.

Cualquiera que viniese de fuera y viese esos precios pensaría que España es un país de millonarios, un país donde el salario medio es de por lo menos 6.000€ al mes. Pero no, nada de eso; aquí lo único que abunda es mucho optimista:

  • El cateto que quiere darse la vida padre a costa de vender su pisucho a precio de mansión
  • El iluso que cree que empeñándose hasta las trancas para comprar un zulillo inmundo podrá venderlo por el doble para así lograr comprarse la casita de sus sueños
  • El promotor que aumenta un 15% el precio y rebaja un 10% la superficie de una promoción a la siguente y piensa que seguirá vendiendo hasta el fin de los tiempos
  • La pareja de mileuristas que se compran su pisazo con hipoteca de 35 años al 110% y pagan su cuota de 950€ en la esperanza de que el euribor no subirá en los próximos 15 o 20 años (a partir de ahí podrán respirar algo más tranquilos...)
  • Las máquinas expendedoras de crédito (bancos y cajas) que sueltan pasta a tutiplén a cualquier insolvente que asome la nariz pidiendo una millonada que probablemente nunca será capaz de ganar (y mucho menos de ahorrar)
Pero la triste realidad es otra, a pesar de los aires de país de ricos que nos hemos dado estos últimos tiempos:
  • El cateto que, después de un año intentando vender, empieza a sospechar que el pisucho no vale tanto como le han dicho
  • El iluso que ve cómo las seguras revalorizaciones no lo son tanto, y se ve atrapado en su zulo y sin posibilidad de huir de allí
  • El promotor que comprueba que la promoción se termina y le quedan pisos por colocar, y muchos de los que ha vendido ya están de nuevo a la venta (bendita demanda...)
  • La pareja de mileuristas que contemplan con horror la escalada del euribor mientras empiezan a mirar las ofertas del Lidl y a anular las vacaciones
  • Los bancos y cajas que, viendo el panorama que se avecina, cortan el grifo del crédito y empiezan a hacer caso (por fin) a los estudios de riesgos y morosidad. Con los ya concedidos no hay problema: ¡los avales están para algo!
Por todo esto, hay mucho optimista que de la noche a la mañana se va a ver de nuevo como lo que siempre fue: un pobre hombre que durante un tiempo creyó ser millonario gracias al pisito que tenía pero que en realidad sólo posee cuatro paredes que en nada se parecen a los lofts berlineses con ascensor para el coche.

Pequeño, antiguo, de baja calidad, mal situado y tremendamente semejante a otros cuantos miles de pisos en la ciudad, su piso no tiene nada por lo que un verdadero millonario podría llegar a pagar 500, 400 o siquiera 300.000 euros. Quizás tenga más suerte con los otros millonarios, los de hipoteca a 35 años; pero que se dé prisa, porque esos también empiezan a escasear una vez que el euribor sube y la concesión de créditos (y su cuantía) baja.

Así, el que durante unos años ha sido un país de millonarios volverá a su triste realidad de salarios bajos y personas pobres. Habrá sido un ¿bonito? sueño mientras haya durado...

Buenas noches.

03 febrero 2007

¡Ché, qué PIBe más boludo!

Hola amigos, aquí estamos de nuevo a la carga.

Hoy quiero hablar del engañabobos del PIB, ese maravilloso dato con el que nos la están dando con queso desde el Gobierno. Porque, vamos a ver... ¿quién no ha oído o leído alguna noticia acerca de lo bien que va la economía gracias a que el PIB ha aumentado un 3 o un 3.5%? Y yo, cada vez que escucho algo así, me pregunto por la incógnita que encierra esa frasecita: ¿la economía de quién va bien?

Si nos quieren demostrar lo bien que va la economía española, lo ricos que somos y lo rápido que convergemos con Europa, ¡hala, aumento del PIB que te crió...!

¿Que nos quieren hacer ver la maravillosa gestión económica del ejecutivo? ¡Pues toma ración doble de aumento del PIB en todos los telediarios!

¿Que la inflación brutal que sufrimos en España en comparación con la UE (y hablamos de la oficial; si hablásemos de la real sería para no dormir) salta a la palestra? ¡Es que con este 'peaso' de PIB es lógico que la economía esté "calentita", oche! Que es que lo queremos todo, aumento estratosférico del PIB y baja inflación. "¡Que esto no es Renault Ocasión, oiga!", les falta decir, como en el anuncio de la marca de coches...

Bien, antes que nada quisiera plantear una pregunta: Si yo digo que tengo un millón de euros en el banco, ¿se podría pensar que soy rico? Parece que sí; seguro que a más de uno le gustaría estar en mi pellejo. Pero, ¿y si a esa información añado que debo diez millones de euros? Pues ahora ya parece que no soy tan rico... No os preocupéis por mi economía, queridos lectores; tanto el millón del 'haber' como los diez millones del 'debe' son pura ficción (desgraciada y afortunadamente, respectivamente, je, je).

Parece claro que una cifra por sí misma, fuera de cualquier otro contexto u otras cifras que sirvan de contraste, no aporta demasiada información. Como ya expuso Roberto Centeno en un artículo bastante recomendable (obviando algunas puyas pro-PP), las cifras macroeconómicas absolutas carecen por sí mismas de significado económico definido. Así, por ejemplo, una economía cuyo crecimiento sea del 2,6% y el de su población del 0,5% -caso de la Eurozona- marcha infinitamente mejor que otra cuyo crecimiento sea del 3,8% y el de la población del 3% -caso de España.

Por tanto, que el PIB aumente no significa necesariamente que los ciudadanos mejoren su capacidad económica, ya que hay que observar cómo se reparte esa supuesta nueva riqueza. Esto queda en evidencia al comprobar que la parte destinada a los salarios no crece mientras que el PIB sí lo hace. Es decir, la tarta total (PIB) es cada vez más grande, pero el trozo que corresponde a los asalariados no crece. Si a esto se añade que cada vez hay más asalariados el resultado es que cada vez tocamos a menos, lo cual puede comprobar cualquiera leyendo este informe o, simplemente, mirándose el bolsillo.

Pero es que la cosa no se queda ahí. Resulta que la tarta no es tan sabrosa como parece: para obtener el maravilloso aumento del PIB del 3.8% que nos restriegan por las narices a diario ha sido necesario que tanto familias como empresas se empeñen hasta las trancas. Vamos, que para lograr un aumento de menos del 4% hemos tenido aumentar nuestro endeudamiento un 20% y llegar a una deuda que roza el billón (con 'B' de barbaridad) de euros. Para hacernos una idea de la cifra, las empresas Ibex de la Bolsa española están valoradas en unos 800.000 millones de euros, y eso contando toda la hinchazón que lleva la bolsa estos últimos tiempos.

Pero es que el timo del PIB todavía no se ha acabado. Resulta que la vivienda computa nominalmente al PIB vía producción total por su nivel de precios, es decir, si en 2006 se han construido 800.000 viviendas a un precio medio de, pongamos, 200.000€ resulta que en el PIB se añaden 160.000 millones de euros. O visto de otro modo, entre un 15% y un 20% del PIB se ha conseguido directamente por la construcción de viviendas (en 1999 el peso era de "sólo" el 8%), a lo que hay que añadir las compra-ventas de segunda mano.

Las predicciones de ZP acerca del supuesto crecimiento del PIB en un 3.8% para 2007 tienen también su explicación en el ladrillo. El porqué del milagro viene dado por dos factores: el récord absoluto en construcción que se espera para 2007 (rozando, puede que por arriba, el millón de nuevas viviendas) y el crecimiento esperado del precio en un 7%. Es muy suculento que los precios suban porque eso repercute en el PIB nominal del ejercicio, y si encima se construye más que el año anterior pues doblemente mejor. Caso de ser ciertas las cifras (o al menos que consigan que parezcan ciertas) el PIB pasaría a depender de la construcción en un 25% aproximadamente. ¡Lo mejor para conseguir una economía equilibrada!

Y hablando de ZP y de lo que va hablando por ahí (¿este hombre no puede estar calladito un rato de vez en cuando?), el pobre hombre no tuvo mejor ocurrencia que soltar las siguientes perlas en una entrevista concedida a El País:

Zapatero. [...] Hoy estamos mejorando ya la productividad. Menos de lo que es deseable, pero mejorando. Un primer salto es llegar en 2010 al 2% de gasto en I+D+i. Ya estamos en el 1,13%. Y la perspectiva es que la española va a ser una economía del conocimiento, del cambio técnico.

Periodista. ¿Eso llegará antes de que acabe el boom inmobiliario?

ZP. Éste es el gran tema. Tenemos que llegar. Pero un país que crece demográficamente como crece España, básicamente por la inmigración, y como ha crecido, y que crea empleo, va a seguir construyendo viviendas. Es uno de los síntomas. Estados Unidos se caracteriza por estar siempre en crecimiento, y en crecimiento de la vivienda. Vamos a seguir creciendo en el sector de la construcción. El precio de la vivienda se está moderando, como dijimos que se iba a moderar. Éste es un país con espíritu de futuro, a diferencia de otros países occidentales con rentas per cápita altas que no tienen hoy esa actitud. Por eso estamos seguros de que vamos a superar a Alemania y a Italia en renta per cápita de aquí a dos, tres años. Les vamos a coger.

P. ¿Vamos a superar a Alemania en renta per cápita?

ZP. Sí. Claro que sí. Sí.

P. ¿En sólo dos o tres años?

ZP. Sí, sí. De aquí al 2010 les podemos superar perfectamente. Igualar y superar ligeramente. Es que el crecimiento de España está en el 4%. Creando empleo. Es que, insisto, el 60% de los puestos de trabajo que se crean en Europa se crean en España. Sólo con esa cifra uno, como presidente de Gobierno, se siente ya absolutamente reconfortado en el balance de su actuación. Cualquier país de nuestro entorno estaría deseando crecer al 4%. Ya no digo crear tres millones de empleos en una legislatura [...]

¡Ay, es que me parto! Parece que las "dos tardes" de economía no fueron suficientes para poner al día a nuestro prócer de la patria. Nada se puede esperar de quien no es crítico (como sí lo son otros) con el estado actual de la economía: quien no reconoce el problema no puede aportar una solución.

A ver, extraigamos algunas "perlas":

Perla número 1. Construir viviendas es uno de los síntomas de crecimiento.

Bueno, más que un síntoma yo diría que es una de las causas de nuestro crecimiento. Tal y como he leído en algún foro, sobre el papel una aldea africana puede ser tan rica como todos los Estados Unidos juntos: basta que se pongan de acuerdo en los precios de las chabolas. El pueblo africano produciría chabolas tasadas a millones de euros. Podría ocurrir que los del pueblo apenas tuvieran para comer, pero siguen construyendo chabolas y aumentando su PIB. Si además muchos de sus habitantes se hipotecan para comprar las chabolas resulta que el aumento de PIB es idéntico a la deuda contraida.

Pero el problema es que el año empiecen a producir chabolas a precio de chabola, el PIB volverá a reflejar la realidad de una aldea que siempre fue pobre. O si ya se han construido chabolas suficientes para los próximos 15 años y se para la actividad constructora, el PIB encogería en la medida en la que lo haga dicha actividad.

Perla número 2. Vamos a seguir creciendo en el sector de la construcción.

Aquí se pone de manifiesto lo que he comentado unos párrafos más arriba: si la construcción (que ya está en niveles estratosféricos) sigue subiendo, el PIB (léase crecimiento) aumentará, ¡y el Gobierno tan contento! Como si el sector no estuviese ya hipertrofiado, siendo
uno de los principales consumidores de cemento del mundo a pesar de que somos el país que más casas tiene por habitante.

Perla número 3. El precio de la vivienda se está moderando, como dijimos que se iba a moderar.

Tiene mucha cara este ¿señor? al decir esto cuando, según las cifras oficiales, el precio de la vivienda no ha dejado de subir. Lo que, según sus cifras, se ha moderado no es el precio, sino el factor de crecimiento de ese precio. ¿Acaso moderarse el precio es subir hasta el infinito y más allá para después quedarse ahí? Donde dije 'digo' digo 'Diego'...

Perla número 4. Éste es un país con espíritu de futuro.

Sí, con espíritu de futuro de federación de naciones, o confederación de nacionalidades, o... En fin, dejemos el tema que hoy no toca.

Perla número 5. Vamos a superar a Alemania y a Italia en renta per cápita.

¡¡Esta sí que es buena!! ¡¡Ay, que me troncho!! Este hombre, cuando lo echen a patadas del gobierno, podrá ganarse la vida como clown o como monologuista en El Club de la Comedia. Si el tema del que habla no fuese tan serio sería para mondarse de risa.

A ver, ¿alguien puede, en un arrebato de docencia (¿o debería decir 'decencia'?), mostrar el déficit comercial de España comparado con el superávit de Alemania o, en un ataque de piedad para con el resto de nosotros, taparle la boca al ignorante este?

Según ZP, a Alemania le va muy mal porque no sigue el modelo de Ejpain. Su crecimiento se debe básicamente a sus exportaciones. Sólo 200.000 millones de superávit en la balanza comercial con el exterior en 2006
, pobrecitos ellos. Alemania tiene un saldo positivo de 200.000 millones y nosotros debemos esos 200.000 millones. El PIB no lo diferencia y ZP tampoco: nosotros crecemos el doble que Alemania a costa de endeudarnos hasta las trancas y además comprarlo todo fuera.

Perla número 6. En España se crea el 60% de los puestos de trabajo que se crean en Europa.

Dejemos que el Sr. Centeno replique a nuestro amado Presidente: La primera incongruencia al triunfalismo se refiere al hecho de que aunque en 2006 se hayan creado 700.000 puestos de trabajo, resulta que el año anterior se crearon 900.000, lo que significa que la creación de empleo se ha desacelerado tanto como un 23%. Pero lo verdaderamente grave, lo que constituye un fraude masivo, es el no explicar a los ciudadanos que se trata en su inmensa mayoría de empleos basura, primero porque casi un 90% son temporales, y después porque son empleos con salarios de miseria, muy por debajo del salario mínimo de la eurozona. Como señalaba un alto funcionario de la UE, «en España sólo se crean empleos precarios y mal retribuidos».

Y como decía un forero: En estos años de boom del empleo la relación capital/trabajo ha caído estrepitosamente, algo que jamás se ha visto en países de nuestro entorno y que dice muy poco en favor de la sostenibilidad de buena parte del empleo marginal español, que es realmente trabajo basura en todos los sentidos (mal pagado, mal capitalizado, mal gestionado, poco competitivo y subvencionado en cuotas de la Seguridad Social) .

Pero es que el gran engaño del PIB como una entelequia contable
queda de manifiesto con algo de lo cual, sinceramente, no he podido contrastar su veracidad, pero que me dejó helado cuando lo lei: en el PIB se computa un "alquiler" anual que es pagado (teóricamente) por el propietario de una vivienda a sí mismo por vivir en dicha vivienda, y que se estipula en función del precio de la vivienda. Es decir, que un propietario se "alquila" la vivienda a sí mismo y ese alquiler va computado en el PIB. Si alguien lo entiende, que me lo explique...

Y no queda ahí la cosa. Puestos a tirar de la manta, hay que decir que al PIB no solamente lo hincha el neoladrillo; también los precios desbocados en el sector servicios, especialmente hostelería y comercio minorista. Una vez corregido todo este desvarío (dado en buena parte, no lo olvidemos, por la enorme cantidad de crédito en circulación) bien podría sobrar un 20% del PIB, acompañado de la correspondiente cantidad de empleos.

Al igual que nos repiten una y otra vez la cantinela del milagroso crecimiento del PIB, sería conveniente que al mismo tiempo también se mostrasen otros datos macroeconómicos: precios inmobiliarios récord mundial respecto a renta, producción de vivienda per cápita número uno, segundo mayor deficit comercial del mundo, salarios estancados desde 1997, endeudamiento familiar camino de marca mundial para 2009, deuda viva de promotoras que ya es el asombro del planeta y dispara la deuda empresarial española a niveles nunca vistos, etc.

Por eso ante burbujas monstruosas como la que tenemos, hay que poner el PIB bajo cuarentena. Un 30% del PIB está inflado por las chabolas africanas, y hay quien opina que tenemos que perder entre un 20% y un 25% del PIB para ajustarnos a la realidad.

Hemos llegado al peligroso punto en que la macroeconomía se ha separado claramente de la economía real, la de los ciudadanos. Mientras el PIB sube en cotas cercanas al 4% y la inflación empieza a caer, los salarios tienen cada vez menos capacidad adquisitiva. ¿Es esto sostenible? ¿Muestra el PIB fielmente una mejora en la economía del país, o es simplemente un numerajo sin ningún significado objetivo?

Quizás sería conveniente hacernos estas preguntas cada vez que desde el Gobierno o los medios de comunicación nos cuentan que nuestro crecimiento es el mayor de la UE. Quizás, como los malos culturistas, el PIB está creciendo a base de anabolizantes que más pronto que tarde pasarán factura.

Como dicen en Argentina de las personas con pocas luces o irresponsables, ¡cuidado con este PIBe, que es un boludo!

Buenas noches.