17 noviembre 2007

Las verdades del G-14

Hola, queridos lectores.

En el pasado artículo presentamos un poco de pasada al nuevo lobby español del ladrillo, el autodenominado "Grupo de Inmobiliarias por la Excelencia" (sic), que engloba a las principales empresas del sector, a saber: Colonial, Chamartín, Fadesa, Metrovacesa, Nozar, Rayet, Realia, Restaura, Reyal Urbis, Vallehermoso, Renta Corporación, Hercesa y Parquesol.

Resulta que no son 14, sino 13, y me imagino que habrán usado el 14 para, quizás (como nuestro campeonísimo Ángel Nieto), evitar el "mal fario" del 12+1. Y digo yo que si empiezan así, intentando evitar conjuros y supersticiones, lo siguiente será ponerle un par de velas a San Judas Tadeo, patrón de los imposibles, para que les ayude en su imposible misión de salvar su chiringo...

Como ya comentamos en el anterior artículo, el evento de su presentación en sociedad fue un cúmulo de despropósitos en el que aprovecharon para "meter el miedo en el cuerpo" al Gobierno anunciando todo tipo de calamidades si su chiringo se va al garete; y puede que no les falte razón, la verdad...

Pero el momento más esperpéntico del evento fue aquél en el que el presidente del lobby, Fernando Martín, auguró una vertiginosa subida del precio de la vivienda en dos años, quizás para meter el miedo en el cuerpo también a los pobres ignorantes financieros que estén pensando en comprar un piso y aún crean que si no lo hacen ya al final les saldrá más caro.

La pura realidad es que quienes están cagadillos de miedo son ellos, que saben que la vaca ha sido tan exprimida que ya no da más leche, y se dedican entonces a intentar contrarrestar con noticias favorables (favorables a sus intereses, claro) toda la cantidad de noticias que los medios de comunicación están empezando, mal que bien, a mostrar acerca de la cruda realidad del mercado: caída en las ventas de vivienda, comienzo de las bajadas del precio, aumento de la morosidad, insostenibilidad de balance de las inmos (muy buen enlace), desaceleración económica, etc.

Porque resulta que los malos de la película son quienes asustan a los compradores al ofrecer estas noticias tan desesperanzadoras... El problema no es la malísima calidad de la construcción, o la imposibilidad de pagar las barbaridades que se piden por un pisucho; no, la culpa es del mensajero, así que ellos se dedican a unirse para contrarrestar estas noticias y ofrecernos su verdad, al tiempo que tienen la desfachatez de instar a los ciudadanos a "perder el miedo" (literalmente) a comprar un piso.

Pero la verdad, la pura realidad, es que el chiringo se les cae (impresionante enlace que recomiendo leer encarecidamente), que las verdaderas razones para intentar engañar a los ciudadanos son su puro beneficio y que la petición a las administraciones de la agilización de los trámites de recalificación (presentada poco menos que como causa humanitaria para proveer de vivienda a todo aquel que la necesite) no es más que el resultado de la acuciante necesidad de dar salida a la inmensa bolsa de suelo de la que es propietario, para así poder hacer caja y pagar las deudas astronómicas que arrastran sus empresas.

¿Y para esto se constituye el lobby del G-14? ¿Para intentar proyectar noticias positivas y así intentar salvarse de la quema en la medida de lo posible? ¿Para lograr que el chiringo les aguante unos meses más? Nuestro admirado 'Pisitófilos Creditófagos' (nunca un nick fue más acertado) nos ofrece una visión diferente:

Evidentemente, no se sindican para hacer campañas antiprofecías apocalípticas, aunque lo parezca. Para eso no se sindica la gente; se pagan los estudios y a los periodistas y ya está, como ASPRIMA viene haciendo estos años maravillosamente bien.

No. El problema está, precisamente, en que se dan cuenta de que ya no hay nada que hacer, que la crisis está encima y que hay que cerrar filas apoyándose mutuamente.

Pero lo que a nosotros nos importa del G-14 y así debemos dar testimonio siempre que salga el tema, es que es la prueba de que son unos ineptos que, después de un ciclo brillante de ganancias, en vez de tener las arcas llenas y reinvertir en cosas que interesen al país, se encuentran "dentro", con el agua al cuello, a pesar de las advertencias que les han hecho desde todas las instancias, con el Banco de España a la cabeza.

El G-14 es la prueba de que son unos membrillos.

Esta es la "verdad verdadera" del G-14.

Buenas noches.

03 noviembre 2007

Hat trick: Triple preocupación

Hola de nuevo, estimados amigos.

Anda todo el mundo muy asustadito por la evolución del mercado de la vivienda, que ya preocupa incluso más de lo que ya venía siendo habitual (que ya era bastante). Ahora resulta que tanto el Gobierno como las constructoras están muy preocupados por el devenir del negociete, y a eso se suma el hecho de que la vivienda ya es oficialmente el problema que más preocupa a los españoles.

Y no es para menos. La cosa se está poniendo dura, y eso empieza a notarse a pie de calle. Se empiezan a conocer historias (pocas por ahora, pero demos tiempo) de dramas personales por haber ido más allá de lo razonable a la hora de gastar lo que no se tiene. Tras la avalancha de sustos entre hipotecas subprime, subidas de tipos y otras lindezas, el pueblo llano se ha empezado a contener en la petición de crédito (aunque quienes aún lo piden lo hacen cada vez en mayor cuantía; allá ellos, pobrecitos...).

Aunque la caída en la petición de hipotecas se debe, además de a un atisbo de racionalidad por parte de los ciudadanos, también a un segundo factor: a un ataque de pánico por parte de la banca, ya que todo apunta a que después del susto de las hipotecas basura las condiciones para obtener crédito se han endurecido lo suyo.

Aunque puede que el celo de los prestamistas llegue demasiado tarde, ya que los desmanes ya se han producido durante todos estos años de vino y rosas. Por mucho que se intente transmitir el mensaje de que en España no hay hipotecas basura, el caso es que algunas cajas de ahorros están bajo sospecha de haber sido demasiado complacientes en el pasado. La pregunta es si la vanidad de las entidades españolas es justificada mientras bancos de medio mundo tienen problemas.

La verdad, parece que la respuesta no es muy agradable... Algunas entidades de crédito están teniendo problemas de liquidez, especialmente algunas cajas que se han dedicado al crédito al promotor. Ahora que pintan bastos, las cajas huyen del ladrillo como de la peste. ¿Demasiado tarde quizás? Ya veremos... Por lo pronto, el Banco de España las vigila y les exigirá provisiones por la caída de valoración del suelo rústico, lo que va a hacer daño en las cuentas de más de una.

Pero la falta de liquidez también ha provocado que quienes antes iban de la mano como buenos amigos estén ahora empezando a disputarse los clientes. Antes, un tipo podía ser "exprimido" tanto por el promotor por el banco: uno le vendía el piso y otro le colocaba la hipoteca. Pero la estrategia ha cambiado: los bancos ya tienen más que copada su cartera de préstamos y ahora lo que les pone es el pasivo, así que el banco apuesta por captar depósitos en lugar de dejar escapar ese dinero hacia las manos del promotor. Y quien decida emplear su dinero en la compra de un piso tampoco va a tener garantizado el préstamo como antaño: las subrogaciones han dejado de ser automáticas.

Esto no hace más que empeorar las ya maltrechas expectativas que se ciernen sobre la actividad constructora, y los que están en el ajo se han puesto de los nervios al ver cómo dato a dato se confirma la desaceleración del sector: caída de un 40% en las ventas, primeras bajadas oficiales de precio de la vivienda, pronósticos poco halagüeños para el precio en el futuro inmediato e incluso "desertores" entre sus propias filas que hablan de crisis total.

¿La solución? Según ellos, sindicarse en el G-14, un grupo que aglutina a 13 (?) de las mayores empresas del sector; 'Grupo de Inmobiliarias por la Excelencia' se autodenominan, los muy cínicos... Y ha comenzado su singladura como elefante en cacharrería, sin dejar títere con cabeza y augurando los peores males para el país si el sector se para. He aquí la estrategia seguida por la "Plataforma en defensa del mayor robo de la historia":

  1. Desinformar lo máximo posible con ayuda de los medios de comunicación, que se hacen eco de sus exabruptos (y encima los presentan como "expertos"). Para que luego se quejen de que la culpa de su mala imagen es de los medios...
  2. Buscar culpables de la actual situación: medios de comunicación, otros constructores, BCE, Gobierno, bancos, etc, etc.
  3. Presionar al Gobierno metiéndole miedo para intentar mantener el chollo lo máximo posible.
Y lo peor es que este Gobierno que sufrimos va y entra al trapo, y ahí tenemos al inefable ZP haciéndole el juego al G-14 al pedir a la banca que mantengan abierto el grifo del crédito a constructores y promotores (injiriendo, por cierto, en las decisiones a tomar en negocios privados). Menos mal que seguramente no le harán mucho caso... Pero no sólo ZP, sino que también su inútil Ministerio de Vivienda se ha dedicado estos días, de la mano de los constructores, a presionar a los bancos. Y, de regalo, una ayudita para que las promotoras se deshagan de sus stocks. Por último, para utilizar el alquiler como tabla de salvación, los 210€ al mes y fondos inmobiliarios. Lo que sea con tal de salvar los muebles a los impresentables del G-14 y a todo el sector en general.

Las preocupaciones tanto de ciudadanos como de promotoras y bancos están más que fundadas, y la cosa no parece que tenga una solución factible. A ver lo que se tarda en pasar de preocupación a pavor, y de ahí a una crisis en toda regla. Ya lo dice Luis Garicano: nos espera una recesión a la vuelta de la esquina.

¡¡Hipotecatombe!!