25 marzo 2013

PAH, Stop Deshaucios y otras hierbas

Muy buenas.

Este blog está casi abandonado, pero sin casi. En temas de hipotecas y lo que se nos ha venido encima con ellas ya está todo dicho... y lo que es peor, ya se está viendo en toda su crudeza, así que para qué escribir más a pesar de que ahora podría ser mi momento y hacer sangre, como me han dicho algunos.

De hecho, esta entrada iba a ser simplemente un comentario en mi perfil de Facebook, pero me he animado, me he animado... y cuando llevaba escrito más de lo que es recomendable en un comentario FB he decidido hacer un C&P al blog. Cosas más raras se habrán visto a la hora de iniciar entradas...

Bueno, al grano!

Ya estoy hasta los cojones de leer estupideces respecto a Ada Colau, Cristina Cifuentes, Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), 'Stop deshaucios' y su puta madre. Aquí, o se traga con todas las protestas en tono "anarco-rojazo" o eres un fascista, un facha y un neocon.

Pues quienes me conocen saben que ni lo uno ni lo otro. A mí el PP me da alergia, igual que me la da el PSOE, estoy harto de escribir PP = PSOE = KK cada dos por tres, pero lo que no es, no es! Estoy seguro que entre los PAH habrá quienes hayan sido responsables y unas condiciones sobrevenidas y "poco probables" les hayan dejado con el culo al aire. Lo siento por ellos, de veras. Pero también los habrá que han vivido a todo lujo a costa de "loh miyoneh" de la hipoteca y ahora se agarran al "derecho a una vivienda" y eluden toda responsabilidad respecto a la situación en la que se encuentran. "Si el banco me los dio, culpa suya es; que no me los hubiera dado" he llegado a escuchar por ahí.

Yo digo que quien firmó, firmó voluntariamente, y ahora toca pagar; otros no firmamos porque no lo veíamos factible y lo hemos pagado de otra manera, quizás no en dinero pero sí en proyectos de vida incumplidos, ¿quién compensa eso?

Respecto a los avales, el viejecito llorando porque lo echan de su casa es muy emotivo y queda muy guay en el programa de Ana Rosa, pero señores, un aval es eso: un aval. Si tu niño, el que se enamoró del adosado de cincuenta millonazos, no paga al banco, pagas tú que le avalaste el capricho. Y se paga con todas las rentas presentes y futuras hasta que la deuda quede saldada.

¿Que la ley no te gusta? A mí tampoco, y no firmé ni pedí a mi padre que me avalara, porque la casa de mi padre es sagrada y no se toca. Por otra parte, la ley actual en sus inicios daba la posibilidad de acceder al crédito a personas que de otro modo jamás hubieran podido acceder, aunque con el tiempo se tergiversó su espíritu y se fue transformando en el monstruo que ahora muestra su peor cara, eso sí, con la connivencia de políticos, gobiernos, banqueros y empresarios poderosos.

¿Que la ley actual ha quedado obsoleta y la dación en pago está muy bien y es muy justa? Pues sí, y la apoyo totalmente, pero no de forma retroactiva porque la seguridad jurídica es un principio irrenunciable, no se puede romper la baraja cuando las cartas favorecen al de enfrente, aunque el de enfrente sea un banco.

Por lo tanto, responsabilidad. Que cada palo aguante su vela. Y eso va también por los bancos, que deberían haber quebrado y sus dirigentes ser encarcelados, igual que los del Banco de España empezando por MAFO, del cual ya hablamos en su día en este blog. Una cosa no quita la otra: que los del PAH y sucedáneos me parezcan unos irresponsables no quita que los banqueros me parezcan unos sinvergüenzas igual de irresponsables, y para que quede claro, me dan arcadas cada vez que escucho que se destina un solo euro a rescatar un banco o caja y se permite a sus dirigentes irse de rositas y con los bolsillos llenos.

Item más: Estoy harto de leer en Facebook a favor del PAH y en contra de las declaraciones de Cristina Cifuentes (a la cual no conozco, pero que seguramente será una político del tipo más detestable, como la mayoría del PPSOE). Resulta que las declaraciones de esta tal Cifuentes, aunque un poco fuera de lugar, tienen su fundamento dado que la plataforma 'Stop deshaucios' a la cual está ligada la tal Ada Colau se sumó a una manifestación convocada por Bildu a favor de los presos de ETA, pero claro, este pequeño detalle no lo indica nadie de los que claman en contra de la Cifuentes.

Aquí, o se está a setas o se está a Rolex, pero utilizar una plataforma o movimiento para fines totalmente ajenos a aquellos para los cuales se ha creado me parece, cuanto menos, obsceno (especialmente si es para apoyar una causa tan asquerosa como la de los asesinos etarras). Si ahora llega una político (aunque sea de tres al cuarto) y aprovecha para vincular una cosa con la otra, te jodes porque tiene su parte de razón. Y si no te gusta que te llamen cochino, no te revuelques en el fango.

Hasta la próxima. Quién sabe, quizás me anime antes de que pase otro año y medio.

06 octubre 2011

El saqueo de las cajas

Dos artículos en relación a lo que fue, según el incompetente mamarracho que aún habita La Moncloa, "el sistema financiero más sólido del mundo". Si es que cada vez que habla sube el pan...


Así ha definido el gobernador del Banco de España la situación de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) añadiendo que era posible que se perdieran fondos públicos del orden de 2.800 millones de euros cifra que, a no dudar, será superada.

A pesar de intentar mirar los toros desde la barrera, alguna responsabilidad tendrá en este desastre la entidad que él dirige y él mismo. El banco cuenta con un acreditado servicio de inspección pero uno tiene la sospecha de que, al menos en algunos casos, sus informes se pierden en los vericuetos de la cúpula de la entidad, trufada de intereses y clientelas políticas. Con el resultado de no aplicarse una serie de medidas a su debido tiempo. O la máxima autoridad reguladora y supervisora no conocía este desastre (y otros en el sector de las Cajas) o bien lo conocía y no actuó a tiempo y debidamente. Escoja el lector.

Sería injusto atribuir estos desastres ocurridos en parte de lo que un día Zapatero definió como “el sistema financiero más sólido del mundo”, sólo a la autoridad monetaria. Las autoridades de las Comunidades Autónomas, responsables de la tutela de las Cajas, son también culpables por nombrar y mantener gestores incapaces excepto para su beneficio propio y por impulsar fusiones dentro de sus territorios para mantener “sus” Cajas, sumando entidad mala a entidad mala. Finalmente pero no menos responsable, el gobierno de la nación (sic) que no ejerció aquí, como en tantas otras materias, su cada vez más débil poder. Otro pasivo más del lamentable Estado de las autonomías.

Principales culpables, los gestores que, aparentemente, son “profesionales”, eso sí aupados por sus padrinos políticos a cambio de que luego la caja de turno operase como banquero de la autonomía. Ahora nos vamos enterando (y saldrán más casos escandalosos, estemos seguros) de sus grandiosos sueldos y multimillonarias jubilaciones e indemnizaciones tras dejar sus entidades reducidas a escombros. Pero nadie, ni el gobierno autonómico de turno ni el Banco de España, parece ser responsable de esto. Uno echa el muerto al otro. Antes, se peleaban por las competencias. Hoy, una vez más, dicen que no son competentes (es cierto, son unos incompetentes).

Pasará el escándalo, aparecerán otros de diverso pelaje, nadie desde los poderes públicos ejercerá acción alguna contra estos depredadores y el tema se olvidará y ellos seguirán en su retiro dorado con nuestro dinero. Porque ya sabemos el final de esta historia que acaba como siempre: las juergas de unos pocos, esos que se lucran, las paga el sufrido contribuyente.



El escándalo de las prejubilaciones millonarias de los máximos responsables de varias Cajas de Ahorros (hasta ahora sólo se tienen datos de la CAM, Caja de Ahorros del Mediterráneo, y de la gallega Novocaixagalicia), ha entrado de lleno en la campaña electoral, ante el escándalo que supone que los responsables de la quiebras de las Cajas hayan sido los mismos que se han autopremiado con decenas de millones de euros en pensiones, rentas vitalicias y contractos de privilegio; han puesto en duda la labor de control que debía haber sido desarrollada por el Banco de España y por su gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez y, han abierto un debate sobre la necesidad de que intervenga la Fiscalía Anticorrupción, a instancias del Fiscal General del Estado para que se actue con la mayor dureza ante uno de los mayores saqueos económicos que se han producido en estos últimos años. Un saqueo que tendrá que pagar el contribuyente.

Hay que decirle al ciudadano que, entre lo que ha puesto, hasta el momento el Frob (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) y lo que se ha comprometido a poner dentro del Esquema de Protección de Activos que puede superar los 4.300 millones de euros, el desastre de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, le va a costar a cada español cien euros equivalente a casi la totalidad del Presupuesto de un año del Ministerio de Defensa. Algo, que ha merecido que los administradores se hayan llevado materialmente el dinero de la caja con prejubilaciones de escándalo como la de la directora general de la CAM, María Dolores Amorós, que se ha auto impuesto una pensión vitalicia de 30.791 euros mensuales (369.497 euros anuales) que intenta defender incluso ante los Tribunales de Justicia.

Pero, tan escandaloso es el caso de la CAM como el de Novocaixagalicia, donde los cuatro directivos más importantes se han llevado finiquitos de 24 millones de euros, prácticamente los escasos beneficios que la caja gallega ha conseguido en los primeros meses de este año, antes de que la entidad entrase en una situación económica imposible, tan imposible que ha tenido que ser nacionalizada por el Banco de España.
¿Cómo es posible que se haya podido cometer semejante tropelía sin que los respectivos Presidentes de las Comunidades Autónomas de quienes depende la tutela financiera de las Cajas, se hayan enterado de que estaban atracando la caja?

¿Cómo es posible que el Banco de España y su máximo responsable, el gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, no tuviese información de lo que estaba pasando y hubiese impedido lo que es un auténtico saqueo?

¿Cómo es posible, en fin, que a estas alturas, no haya intervenido la Fiscalía Anticorrupción para aplicar la ley a lo que es un latrocinio por mucho contrato que existe de por medio, y se intente obligar a los causantes de lo que es una quiebra encubierta, la devolución del dinero que se han llevado?

¿Cómo es posible que quienes no pueden pagar las hipotecas pierdan sus casas y quienes llevan a la bancarrota instituciones financieras como las Cajas de Ahorros, se llevan el dinero del contribuyente?

28 agosto 2011

El resumen de Pérez Reverte

Buenas.

Pérez Reverte es un tipo que me gusta. Coincido en la mayor parte de sus artículos y me gusta esa forma cruda y a veces grosera que tiene de decir las verdades del barquero. Hace un par de semanas se acordó del mercado inmobiliario en su artículo semanal en XL y, salvo por el pequeño detalle de que no menciona la responsabilidad propia del comprador, da un repaso a los banqueros y a la responsabilidad que han tenido en la debacle en la que estamos inmersos.

Esta vez no va a ser menos y, como casi siempre, coincido con sus palabras. Aquí os dejo el artículo.

El tío Gilito y sus secuaces

Decía Unamuno que, cuando en España se habla de honra, un hombre honrado debe ponerse a temblar. Más de uno debió de temblar el otro día, escuchando decir a un poderoso banquero que ahora los bancos serán más compasivos con sus clientes. Es hecho probado que a ningún banquero, de aquí o de afuera, le da acidez de estómago la ruina ajena. Un banquero es un depredador social con esposa en el Hola, un Danglars que traiciona a cuanto Edmundo Dantés cruza su camino, un Scrooge al que se la traen floja los espectros de las navidades pasadas, presentes y venideras, un tío Gilito que hasta con su sobrino el pato Donald -los que leíamos tebeos lo calamos desde niños-, ignora la piedad. Y ni falta que le hace.

De economía no tengo ni idea; pero lo que no soy es completamente gilipollas. Por eso me toca la flor, corneta, que los banqueros maltraten mi sentido común a semejantes alturas de la feria, en esta España donde no hay monumento al sinvergüenza desconocido porque aquí nos conocemos todos. Un infeliz país donde la gente puede verse obligada a cerrar tienda o negocio por equivocarse en su gestión; pero donde ningún banco ni banquero, que llevan años equivocándose en la gestión irresponsable de un dinero que ni siquiera es suyo, pagan el precio de sus errores. Nunca.

Durante mucho tiempo, al socaire ladrillero que el Pepé del amigo Aznar nos legó por sucia herencia, esa panda de golfos, que igual engorda con unos que con otros, concedió préstamos a todo cristo, sin importar la capacidad de devolución de la clientela. A mi hija, por ejemplo, cuando cumplió dieciocho años, le mandaron seductoras cartas ofreciendo créditos para coches, videoconsolas y ordenadores, los hijos de la gran puta. En vez de centrarse en su trabajo de captar dinero y prestarlo bien, los bancos inundaron España de créditos que rozaban lo fraudulento. Lo usual era hipotecar la casa, en un ambiente de euforia que llevó hasta conceder el precio total de la vivienda, tasada por encima de su valor real, a veces con una cantidad suplementaria, también a sugerencia del propio banco. Y esto fue Disneylandia. Alentada, naturalmente, por la estúpida condición humana; por nuestra criminal simpleza, capaz de tragarse que alguien vendiera duros a cuatro pesetas, y que un empleado que ganaba mil quinientos euros al mes pudiera permitirse -«yo también tengo derecho» fue la frase de moda, como si tener derecho equivaliese a tener posibilidades- hipotecarse en una casa de medio millón, coche para el niño y vacaciones en el Caribe.

Al fin, como era de esperar -aunque nadie parecía esperarlo-, todo se fue al carajo, y los bancos quedaron saturados de garantías que no garantizaban nada. De casas que no valían lo que los tasadores de esos mismos bancos dijeron que iban a valer. El resto lo conocemos: los bancos no quisieron asumir las pérdidas. En cuanto al Gobierno, en vez de decirles oye, cabrón, te has equivocado, así que ahora paga por ello, lo que hizo fue darles dinero. Pero, en vez de destinar esa viruta a proteger a sus clientes, lo que hicieron los bancos fue trincarla para mantener su beneficio. Ni un duro menos, dijeron. Y lo que ocurrió, y ocurre, es que el Estado mira y consiente. Un Gobierno tan aficionado a gobernar por decreto como éste podría limitar las comisiones que cobran los bancos en tarjetas, transferencias, cuentas y cosas así. O los sueldos y beneficios de los banqueros. Pero eso, dicen, conculca los principios del Estado liberal. Obviando, claro, que más liberales son Gran Bretaña y Estados Unidos, donde sí han limitado los ingresos de los banqueros. Allí, cuando el Estado da dinero, vigila qué se hace con él. Por eso se ha metido en los consejos de administración de los bancos y ahora vigila desde dentro. Si piden mi apoyo, exijo. Y cuidado conmigo.

Pero esto es España, y los políticos evitan meter mano. Lo hicieron con las cajas de ahorro cuando todo era ya tan disparatado que no quedaba más remedio. Es el lobby bancario quien decide y el Estado el que babea. Nada raro, si consideramos que los principales deudores de los bancos son los sindicatos y los partidos políticos; y que, tanto a esos dos payasos que salen en la tele con pancartas llenas de siglas como a los de corbata y coche oficial, los bancos los tienen agarrados por las pelotas, o -seamos paritarios- por el folifofó. Y mientras el tendero, el del bar, yo mismo si no vendo libros, asumimos nuestras pérdidas y nos vamos a tomar por saco, nuestro banco se las endosa a otros, sin despeinarse. Y tan amigos. Ahora, para más recochineo, están saliendo a bolsa entre sus mismos depositarios.

A sacar más dinero de aquellos a quienes ya se lo sacaron. Haciendo la bola más grande todavía. Y lo que dure, pues oigan. Dura.

14 julio 2011

Consejos de venta

Muy buenas.

Me han gustado mucho los consejos de venta que se indican en el blog de José Barta, no tanto por la ayuda en sí que ofrece a los vendedores, sino porque pone negro sobre blanco las verdades del barquero, ayudando a desmoronar la poca moral que aún pueda quedar en las filas de los que aún piensan que pueden dar el pelotazo con la venta de su pisito. Buenísimo en particular el consejo número cinco:

Convénzase de que la persona que, en una época de crisis económica como la actual, está dispuesta a comprar un piso a los precios del mercado de hace apenas dos años, no existe, o está mintiendo, o es una persona estúpida; estas últimas pudieran ser potenciales compradores, pero no suelen tener dinero.

También mola la frase con la que despide el artículo, una claudicación en toda regla:

Les deseo toda la suerte del mundo y el valor preciso para asumir aquellas pérdidas que fueran precisas, para salvar lo que se pueda. 

Aquí dejo el resto de consejos, para que os echéis unas risas evocando la imagen de los palilleros que pensaron en hacerse ricos dando el pisopase o comprando un terruño a precio de oro para levantar un imperio. ¡La venganza es un plato que se sirve frío!

  •  Si usted lleva algún tiempo tratando de vender su piso le resultará fácil comprobar que ayer podría haberlo vendido más caro que hoy, pues bien…créame cuando le digo que, por mucho que le parezca que tiene que bajar mucho el precio, hoy lo venderá más caro que mañana. Por ello considere prioritario asumir esta conclusión.
  • Si usted no afina en el precio adecuado se encontrará, quizá ya lo está comprobando, que la caída del mercado va por delante de usted, por lo que su precio siempre es más caro que el de aquellos que consiguen vender. Debe asumir el valor preciso para romper esa pauta.
  • Por muy “extraordinario” que le parezca su piso hágase definitivamente a la idea de que esa opinión no la comparten los posibles compradores, en caso contrario ya lo habría vendido sin la más mínima pega…y tendría cola de compradores para redirigirlos a otros pisos algo menos “extraordinarios”, y ganarse un buen dinero como intermediario. Si esto no ha sucedido ya,  desengáñese, y busque soluciones realistas.
  • Un comprador es una persona, física o jurídica, que le entrega a usted un dinero a cambio de su piso, ante un notario, contra un documento de compra venta elevado a público. Las personas que llaman por teléfonos, e incluso las que visitan su piso, no pasan de ser meros curiosos, posibles interesados (a los que falta un largo proceso de negociación) e incluso competidores suyos que tratan de vender también sus pisos y se informan de sus condiciones.
  • Han pasado a la historia las expectativas de crecimiento económico que nos animó, hasta hace poco, a invertir en proyectos inmobiliarios, confiando en su rápida revalorización. Convénzase de que la persona que, en una época de crisis económica como la actual, está dispuesta a comprar un piso a los precios del mercado de hace apenas dos años, no existe, o está mintiendo, o es una persona estúpida; estas últimas pudieran ser potenciales compradores, pero no suelen tener dinero.
  • Si usted cree que el precio de los pisos que aparecen en los anuncios, de la prensa escrita y de los portales inmobiliarios, es el precio de referencia de mercado, compruebe cuanto tiempo llevan sin ser vendidos, descubrirá que dichas referencias sirven “para no vender”.
  • El precio de mercado de su piso es ajeno a sus antiguas expectativas de beneficio económico, e incluso, y esto es más triste, a su actual crisis económica, de trabajo o familiar, si es que la está usted sufriendo.  Sus necesidades personales no pueden influir en la determinación del precio, lo más que conseguirá es engañarse, perdiendo tiempo, con lo que empeorará su situación.
  • Es probable que usted tenga que valorar “cuánto dinero puede perder” en la operación de venta, “para evitar perder más” o “perderlo todo”. En la vida, en el plano económico, casi siempre resulta más rentable, a medio y largo plazo, cortar con una situación insostenible, para poderse volcar en un proyecto nuevo, antes que empecinarse en encontrar soluciones inexistentes, demorando el comenzar de nuevo.
  • Pregunte a conserjes y porteros, profesionales de la intermediación y gestores administrativos, si conocen a alguien que pudiera estar interesado en su piso. No pida “sus opiniones” sobre el precio, inquiera por posibles compradores, que le puedan realizar ofertas reales, y con los que pueda negociar directamente el precio.
  • Comprométase al pago de honorarios, supeditados al buen fin de la operación, por la venta de su piso, al objeto de conseguir el mayor número posible de personas que deseen colaborar con usted. Sea generoso y establezca honorarios que incentiven al intermediario a conseguir el mayor precio posible.
  • Dado el problema de stock creciente de viviendas que tienen las entidades financieras, que las está obligando a ser su principal competidor, no le aconsejo que solicite ayuda en su agencia del barrio, y menos que les presente un potencial comprados de su piso precisado de financiación. Sí debe usted aproximarse a ellas, como posible comprador, para otear hasta qué punto compiten con usted, o mejor dicho, hasta que punto debe usted llegar en su oferta, para adelantarse a la competencia de dichas entidades.
  • Si su piso tiene un aspecto desaliñado, sucio o avejentado, arréglelo lo preciso como para que dé la sensación de poder ser ocupado en muy poco tiempo; la mayoría de posibles compradores no tienen capacidad de ver “lo maravilloso que quedará el piso”, con un ligero arreglo, o no están dispuestos a “luchar con futuras reformas por lo imprevisible de su coste y duración”.
  • Finalmente, como la financiación es importante, quizá pueda mejorar algo el precio de venta si usted puede dar aplazamientos de parte del pago. Tenga en cuenta para ello un previsible horizonte de recuperación del crédito inmobiliario no inferior a dos o tres años.

09 julio 2011

Entre todos la mataron...

...y ella sola se murió. Este dicho popular se puede aplicar perfectamente a nuestra burbuja inmobiliaria autóctona. Ahora nadie es responsable, todo es culpa del aquel, del otro, del de antes o del de más allá.

Ahora que el desastre es irremediable todos se echan la pelota unos a otros. Esto es un choteo y aquí nadie quiere cargar con el muerto ni un poquito. Así, el indecente mamarracho que vaga por La Moncloa rebuznó durante el pasado debate sobre el estado de (los restos de) la Nación que la herencia que había recibido del PP era la peste del ladrillo, un troyano infiltrado entre fantásticos datos económicos. Pepiño, el perro ladrador, ya había apuntado en esa dirección para cargar al PP con la responsabilidad de la burbuja, a pesar de que después entonó un mea culpa con la boca chica.

Y es cierto, pero los lamentos llegan un poco tarde: ¡parece que no se acuerdan de que ellos llevan nada menos que siete años en el (des)Gobierno! Hay que tener mucha, pero que mucha caradura para saltar con esas después de siete años en el poder, durante los cuales alardeó de "Champions League de la economía", de haber superado en PIB per cápita a Italia, de estar a punto de superar a Francia y Alemania, de tener el sistema financiero más sólido del mundo... De que sus ministrillas de Vivienda fuesen por ahí soltando idioteces (la Truquillo -ya hablamos de ella un artículo hace ¡seis! años-, la Chacón, la Corredor... gracias al blog de Santiago González por los enlaces). Ahora, siete años después, se da cuenta el miserable indocumentado de que la herencia del PP no era buena, de que el endeudamiento era insostenible y de que la construcción a todo trapo no se podía mantener. ¡Ahora se da cuenta!

Para mayor indecencia, le dio por apuntarse como tanto propio el haber pinchado la burbuja, como si el pinchazo hubiese sido algo provocado voluntariamente por él y sus absurdas políticas. ¡No hombre, no! La burbuja pinchó porque no había más remedio a pesar de todos los esfuerzos realizados para que no ocurriese.

Por supuesto, desde el PP se lavan las manos (a pesar de su evidente parte de responsabilidad), algo por otra parte muy lógico teniendo en cuenta que han pasado siete años desde que dejaron el poder y de que el imbécil con certificado de autenticidad aceptó de buen grado la herencia recibida y no movió un dedo para cambiar nada. Afortunadamente, aún quedan algunos socialistas medianamente decentes y lúcidos quienes reconocen la parte de responsabilidad que recae íntegramente sobre el PSOE. Son los extraños casos de Joaquín Leguina (muy recomendable su blog) o Josep Borrell, que ha sido el único del que yo tengo noticas que ha denunciado la parte de responsabilidad que le atañe a destacados socialistas en todo este desaguisado. Por otra parte, remarcar que la inexistente gestión de dicha burbuja y sus consecuencias es un marrón que sólo le atañe al PSOE.

[NOTA: Desde este blog siempre hemos dicho que el PP fue el responsable del origen de la burbuja, aunque es de justicia reconocer que no es lo mismo que se inicie en un contexto más o menos proclive a ello (PP) que dejar que llegue hasta el infinito y más allá (PSOE). El enlace anterior a un artículo de Martín Seco lo explica mucho mejor de lo que lo puedo hacer yo]

Pero los banqueros también tienen su parte de responsabilidad. Ahora parece que los políticos están descubriendo la pólvora, ya que ahora es cuando se enteran de que se daban créditos a cualquier insolvente que asomase la nariz por una sucursal bancaria. Ahora es cuando CiU se apunta a la tesis de que "las entidades financieras daban dinero a todo el mundo". Ahora es cuando el analfabeto ladrador Pepiño acusa a la banca de dar hipotecas a quienes no podían pagarlas, o Valeriano acusa a los bancos de ser los culpables del paro. ¿Es que se han caído ahora de un guindo? ¿Es que algunos somos tan listos que fuimos capaces de ver con años de antelación lo que nuestros próceres ni siquiera intuyeron? ¿O es que tienen más cara que espalda y ahora la culpa siempre es de otros pero nunca de ellos, quienes tenían la responsabilidad de poner coto al desmadre?

Y hablando de responsabilidades, desde CiU también se ha apuntado al Banco de España como responsable del desmadre financiero. Curioso que Pepiño niegue responsabilidades del BdE... claro, MAFO es uno de los suyos, puesto ahí por ellos, y no van a cargar contra él porque sería cargar contra sí mismos. Y, por supuesto, desde el BdE echan el balón fuera y dice lamentar que los políticos no hicieran caso al BdE ante la burbuja. Curioso que calle como una puta respecto a las inacciones del BdE durante todo este tiempo frente a tasadoras, endeudamiento familiar y privado, préstamos de bancos y cajas... También escribimos en este blog un artículo dedicado a MAFO allá por aquellos tiempos de 2006. Que no nos venga ahora con enjuagues y eludiendo su propia responsabilidad. Ahí también expusimos que se colocó a un político y no a un técnico al frente del BdE. Curioso que ahora vaya de tecnócrata y acuse a los políticos del desastre... ¿y qué es lo que es él realmente sino un político, socialisto para más señas?

Pero de lo que nadie ha hablado (al menos que yo sepa) es de la responsabilidad que cada uno tiene en sus propias decisiones económicas. El primer paso para todo este caos es que un descerebrado insolvente asome su analfabeta nariz por una sucursal bancaria; sin este primer paso, todo lo demás no hubiera ocurrido. Quizás nadie quiere culpar al populacho, bien sea para no perder votantes o bien para no perder clientes, pero la verdad es que los ciudadanos, con sus decisiones de compra y endeudamiento, son tan responsables (o más) que cualquier otro. Cómo no, también hablamos de ello hace tiempo en este blog (y varias veces). Lo peor de todo esto es que al final pagaremos todos, los descerebrados (en su pecado llevan la penitencia) y los prudentes (que no nos libraremos de la crisis global, la recesión, el paro y los impuestos).

Al final, y visto lo visto, el dicho popular referido a nuestra burbuja podría ser:

Entre todos la inflaron y ella sola reventó

PD: Espero que la analfabeta compulsiva Aído (o alguna de sus acólitas) no me empapele por apología de violencia de género tras leer el título del artículo... :-P
 

19 mayo 2011

El 'Movimiento 15-M' toma la calle

Buenas.

Ya es un hecho! Por fin la sociedad ha reaccionado y, mediante convocatorias a través de Internet y redes sociales, salió a la calle el pasado domingo en ciudades de toda España para reclamar cambios en el actual sistema pseudodemocrático que sufrimos.

Afortunadamente, parte de la prensa se hizo eco de estas convocatorias; es curioso que esta prensa que se ha volcado en dar eco a estas manifestaciones sean las que son tachadas como medios ‘conservadores’ por parte de determinados grupos sociales… aquí cada uno se retrata a sí mismo. Y es ahora que desde medios internacionales se da eco a la protesta (la BBC y otra prensa internacional la compara con las protestas en Egipto) es cuando las televisiones y los medios más afines al poder deciden que no pueden ocultarlo por más tiempo.

Dada la heterogeneidad del grupo, las propuestas pueden ser realistas, ilusorias o radicales, pero lo que sí es cierto es que se ha encauzado el hartazgo de la sociedad frente al actual sistema. Por otra parte, las peticiones básicas de separación de poderes, cambio en la Ley Electoral, el fin de privilegios de los políticos, mano dura contra la corrupción y otras que forman la base de la protesta y lo que se exige desde las plataformas más importantes que han dado vida a la protesta sí que son absolutamente posibles y, además, necesarias.

Parece que algo pica cuando desde el poder se intenta terminar con la manifestación. La Junta Electoral ha prohibido las manifestaciones (hay incluso una web para exigir que el veredicto de la JEC sea favorable), aunque éstas han seguido adelante, y seguirán con la acampada, durante el fin de semana y, si todo sale bien, más allá del 22-M. Desde mi punto de vista, la desobediencia civil (no violenta, por supuesto) está justificada en estos casos en los que se pretende acallar la voz de los ciudadanos.



Y es que este movimiento ha pillado a contrapié a los partidos políticos, especialmente a los dos grandes. Ahora todos intentan, patéticamente, arrimar el ascua a su sardina: José Blanco, que ni tiene vergüenza ni la ha visto ni de lejos, ha tenido el descaro de pedir el voto para el PSOE… ¡el partido que más responsabilidad tiene en la actual situación del país! Para igualar el nivel de estulticia, llega Pons (PP) y, después de expresar su respeto por las protestas, la caga al denunciar que parte del movimiento 15-M está organizado por la ultraizquierda… sospechas paranoicas sobre todo lo que pueda hacer perder votos al PP. La única que ha pedido que nadie se apropie del ‘Movimiento 15-M’ es Rosa Díez, a pesar de que su partido es el más cercano a las reivindicaciones.

En cualquier caso, a estas alturas es irrelevante si PSOE o IU están detrás de estas movilizaciones están PSOE o IU. La teoría de que el mismísimo Rubalcaba pudiera estar detrás en una especie de “ya que me voy al hoyo, no me voy solo” parece que ha cobrado fuerza, sobre todo después de los antecedentes que tiene el PSOE de montar algaradas en las previas de las elecciones para su propio beneficio. Pero aunque así fuese, se ha convertido en un movimiento muy grande y que aglutina a muchas personas de distintas inquietudes políticas y sociales en torno a unos mismos principios.

Lo único cierto es que en estas y las próximas elecciones nos jugamos mucho. Como denuncia Carlos Martínez Gorriarán, PP y PSOE, en la práctica, están de acuerdo en todo lo básico y mantienen un pacto de Estado para no cambiar el status quo. En nuestras manos está dejar que todo siga igual o dar una oportunidad a otras alternativas.

Yo lo tengo claro. ¿Y vosotros?

07 mayo 2011

¿A quién castigar en las urnas?

Buenas.
Siguiendo con el apoyo a la propuesta ‘No les votes’, hoy traigo un artículo de Galo Mateos acerca del voto para las próximas elecciones. Forma parte de una serie de artículos en los que se analizan las diferentes opciones de voto. En este, el autor destaca que la debacle en la que nos encontramos ha sido provocada por los dos grandes. Merece la pena leerlo.

¿A quién castigar en las urnas?

“Cada vez que votamos, decidimos qué  parte de nuestro trabajo permitimos que nos sea confiscada en beneficio de quienes  lo administran y de quienes se sientan  a su lado.”
 
Con esta preocupante sentencia iniciamos hoy nuestro penúltimo debate político antes de las elecciones. Contemplábamos días atrás, la imagen de un elector con una balanza en la mano, en la que de un brazo cuelgan las expectativas creadas; y, en otro, los resultados de cada partido, para que a la hora de votar fuese tan importante el castigo, como la perspectiva del siguiente en quien confiar. Ahora, a tan solo dos semanas, es crucial la ponderación entre el castigo y la recompensa electoral. Empecemos por juzgar lo que hemos de castigar, para en el último post antes de la cita del 22-M, decidamos a quién votar.
 
La realidad de España
 
La hipótesis de castigo en las urnas debería contemplar dos parámetros: el político y el económico. En cuanto al político, podríamos resumir de nuevo las carencias de nuestra Constitución y la servidumbre a la que están siendo sometidas las instituciones, de cara a ocultar la corrupción y favorecerse electoralmente con sus decisiones. De forma práctica, el PSOE habría acordado con ETA el final de su andadura, intentando en última instancia una maniobra que le salve del desastre y la bancarrota. Si no, de nada habrían servido este espinoso camino de la negociación con las escandalosas excarcelaciones y las aprobaciones de listas con candidatos pro-etarras. En pocos días, conoceremos la propuesta por la que el PSOE quiera pasar de villano a héroe y recuperar el crédito perdido ante la sociedad. Nuestra recomendación, sería que nadie se deje engañar, están cubriendo una impresentable acción de gobierno de 8 años, con otra impresentable maniobra electoral, en la que los fines partidistas han atropellado, una vez más, la ética exigible al Estado.
 
Si esa es la imagen del déficit político, no queda atrás la del déficit económico. El país se ha endeudado en 400.000 millones de euros adicionales durante el periodo de crisis iniciado a mediados de 2007, y la realidad, es que podrían haberse ahorrado casi en su totalidad, de haber actuado sin intereses electoralistas, cortando el gasto de las administraciones y el crédito bancario, desde que fueron denunciados los primeros síntomas, allá por el 2004 -2005. Motivo rotundo, para castigar los intereses del PSOE en la urnas, en primer lugar, y del PP, en segundo, culpable de no cortar el gasto en sus administraciones y de plegarse a la bonanza económica suicida con la que retroalimentaron sus intereses locales y el inservible modelo que nos ha quebrado.


La sensación conjunta de ambas percepciones, política y económica, es que trabajamos para sostener a una clase política y su amplio círculo de allegados, que cada vez requiere un mayor sustento en detrimento del nuestro. La coartada de que sea el coste imprescindible de fabricarnos un bienestar a medida, pasa primero por el suyo y por una oligarquía cercana que se jacta de dominar el 25% del PIB, con cuya posición someten a pymes, autónomos y empleados a unos miserables residuos tras cobrarse ellos primero. Las peores previsiones de la literatura de ciencia ficción, ya nos han alcanzado. Hemos sido brutalmente proletarizados por un sistema que tiene todos los resortes de decisión en sus manos y que solo necesita nuestro manipulado consenso cada 4 años. Ese sistema es ejercido al alimón por PSOE y PP, que han de merecer nuestra repulsa unánime en las urnas.
 
Las consecuencias
 
Como consecuencia de ese déficit político y económico, nuestro país se encuentra al borde de la intervención por parte del BCE y del FMI. Si no ha sido ya, es por el elevado riesgo de descubrir la verdad de nuestra situación y tener que afrontar enormes renuncias económicas en el conjunto de los países prestamistas. Es cierto que nuestra Deuda no es alarmante. Lo que es realmente alarmante, es nuestra falta de capacidad de repago, el escasísimo valor añadido de nuestra economía tras la quiebra del sector inmobiliario. No había otro capaz, de transformar 600 €/m2 de materias primas en un valor promedio de 2.400€/m2, cuatro veces lo realmente invertido, que se distribuía generosamente entre promotores, ayuntamientos, bancos y un interminable número de funciones parasitarias en el esquema. Se demostró que ese teórico 10% de peso del ‘ladrillo’ en el PIB, era mucho mayor y que constituía la piedra sillar de nuestro sistema, cuya fractura ha provocado, más allá de la crisis financiera internacional, nuestra forma específica de derrumbe.
 
Por otra parte el increíble déficit provocado por ayuntamientos y autonomías, el 80% del total Estado, y el desastre operacional de las Cajas, no menos de 50.000 millones a reponer en 2011- y veremos después, si no encontrasen postores extranjeros o si se siguiese deteriorando su activo-, requiere unas sumas de capital aún incalculable. Máxime si las Cajas hubiesen de adjudicarse en España, cuyo  saneamiento, entonces, acabaría siendo del 100%, para no trasladar la potencial insolvencia al comprador, como desgraciadamente experimentamos en similares escenarios bien recientes.
 
Nadie sabe como reaccionará la economía española ni los mercados internacionales, por lo que la intervención o no, es equiprobable.  La intervención, supondría un ritmo de retorno de la Deuda más acelerado. Lo que se traduciría en unas exigencias de recorte del bienestar mucho mayores, a tenor de lo visto en Portugal, con sus 8 parámetros de restricción. Y muy probablemente en una exigencia de concentración del mapa autonómico y municipal, para hacerlo viable. Solo nosotros creemos que podremos sostener esas macro-administraciones innecesarias con nuestro valor añadido. Hemos de unir a su endeudamiento financiero, facturas impagadas por valor de otros 100.000 millones, ocultas en sus balances, como prueba de la desidia profesional y moral de sus rectores.

Los culpables
 
Más allá de las ya archiconocidas responsabilidades de la banca internacional y de los entes llamados a controlar la globalización financiera, que no lo hicieron, en España tenemos nuestro ranking encabezado por el eje Gobierno-Banco de España, de estricta culpabilidad en lo sucedido, pasando por banca e instituciones económicas que se plegaron al servicio del poder político. Todas estas responsabilidades apuntan en primer término al PSOE y después hacia PP, por su connivencia y permanente desmayo en su exigible tarea de oposición.
 
Pensábamos que a esta casta política le habría llegado su hora del sacrificio, a causa de este colosal fracaso en todos los frentes, pero los dioses han determinado que lo más fácil, es que los sacrificados seamos nuevamente nosotros, con una vuelta más de tuerca en nuestras esperanzas. Intervengamos lo que intervengamos, liberalicemos lo que liberalicemos, si no conseguimos romper sus mayorías absolutas con votos por el cambio, nos queda un largo periodo de privaciones y lo que es peor de contemplar su descarada posesión y malversación de nuestros destinos. De lo que les entreguemos en nuestras menguantes bolsas, deducirán lo que necesitan para su ampuloso sustento y el de su corte cercana, y lo que sobre aún lo pellizcarán sus satélites antes de que llegue a nuestras bocas. Ya no hay ideología que nos pueda librar de su omnipresencia y abuso, solo una estrategia de voto acertada y la insumisión de la red, como en tantos otros países sin verdadera democracia, nos hará libres de su pesado yugo. Castiguémosles en las urnas y sepamos identificar esa táctica final. Es nuestra única esperanza cercana.