06 octubre 2011

El saqueo de las cajas

Dos artículos en relación a lo que fue, según el incompetente mamarracho que aún habita La Moncloa, "el sistema financiero más sólido del mundo". Si es que cada vez que habla sube el pan...


Así ha definido el gobernador del Banco de España la situación de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) añadiendo que era posible que se perdieran fondos públicos del orden de 2.800 millones de euros cifra que, a no dudar, será superada.

A pesar de intentar mirar los toros desde la barrera, alguna responsabilidad tendrá en este desastre la entidad que él dirige y él mismo. El banco cuenta con un acreditado servicio de inspección pero uno tiene la sospecha de que, al menos en algunos casos, sus informes se pierden en los vericuetos de la cúpula de la entidad, trufada de intereses y clientelas políticas. Con el resultado de no aplicarse una serie de medidas a su debido tiempo. O la máxima autoridad reguladora y supervisora no conocía este desastre (y otros en el sector de las Cajas) o bien lo conocía y no actuó a tiempo y debidamente. Escoja el lector.

Sería injusto atribuir estos desastres ocurridos en parte de lo que un día Zapatero definió como “el sistema financiero más sólido del mundo”, sólo a la autoridad monetaria. Las autoridades de las Comunidades Autónomas, responsables de la tutela de las Cajas, son también culpables por nombrar y mantener gestores incapaces excepto para su beneficio propio y por impulsar fusiones dentro de sus territorios para mantener “sus” Cajas, sumando entidad mala a entidad mala. Finalmente pero no menos responsable, el gobierno de la nación (sic) que no ejerció aquí, como en tantas otras materias, su cada vez más débil poder. Otro pasivo más del lamentable Estado de las autonomías.

Principales culpables, los gestores que, aparentemente, son “profesionales”, eso sí aupados por sus padrinos políticos a cambio de que luego la caja de turno operase como banquero de la autonomía. Ahora nos vamos enterando (y saldrán más casos escandalosos, estemos seguros) de sus grandiosos sueldos y multimillonarias jubilaciones e indemnizaciones tras dejar sus entidades reducidas a escombros. Pero nadie, ni el gobierno autonómico de turno ni el Banco de España, parece ser responsable de esto. Uno echa el muerto al otro. Antes, se peleaban por las competencias. Hoy, una vez más, dicen que no son competentes (es cierto, son unos incompetentes).

Pasará el escándalo, aparecerán otros de diverso pelaje, nadie desde los poderes públicos ejercerá acción alguna contra estos depredadores y el tema se olvidará y ellos seguirán en su retiro dorado con nuestro dinero. Porque ya sabemos el final de esta historia que acaba como siempre: las juergas de unos pocos, esos que se lucran, las paga el sufrido contribuyente.



El escándalo de las prejubilaciones millonarias de los máximos responsables de varias Cajas de Ahorros (hasta ahora sólo se tienen datos de la CAM, Caja de Ahorros del Mediterráneo, y de la gallega Novocaixagalicia), ha entrado de lleno en la campaña electoral, ante el escándalo que supone que los responsables de la quiebras de las Cajas hayan sido los mismos que se han autopremiado con decenas de millones de euros en pensiones, rentas vitalicias y contractos de privilegio; han puesto en duda la labor de control que debía haber sido desarrollada por el Banco de España y por su gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez y, han abierto un debate sobre la necesidad de que intervenga la Fiscalía Anticorrupción, a instancias del Fiscal General del Estado para que se actue con la mayor dureza ante uno de los mayores saqueos económicos que se han producido en estos últimos años. Un saqueo que tendrá que pagar el contribuyente.

Hay que decirle al ciudadano que, entre lo que ha puesto, hasta el momento el Frob (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) y lo que se ha comprometido a poner dentro del Esquema de Protección de Activos que puede superar los 4.300 millones de euros, el desastre de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, le va a costar a cada español cien euros equivalente a casi la totalidad del Presupuesto de un año del Ministerio de Defensa. Algo, que ha merecido que los administradores se hayan llevado materialmente el dinero de la caja con prejubilaciones de escándalo como la de la directora general de la CAM, María Dolores Amorós, que se ha auto impuesto una pensión vitalicia de 30.791 euros mensuales (369.497 euros anuales) que intenta defender incluso ante los Tribunales de Justicia.

Pero, tan escandaloso es el caso de la CAM como el de Novocaixagalicia, donde los cuatro directivos más importantes se han llevado finiquitos de 24 millones de euros, prácticamente los escasos beneficios que la caja gallega ha conseguido en los primeros meses de este año, antes de que la entidad entrase en una situación económica imposible, tan imposible que ha tenido que ser nacionalizada por el Banco de España.
¿Cómo es posible que se haya podido cometer semejante tropelía sin que los respectivos Presidentes de las Comunidades Autónomas de quienes depende la tutela financiera de las Cajas, se hayan enterado de que estaban atracando la caja?

¿Cómo es posible que el Banco de España y su máximo responsable, el gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, no tuviese información de lo que estaba pasando y hubiese impedido lo que es un auténtico saqueo?

¿Cómo es posible, en fin, que a estas alturas, no haya intervenido la Fiscalía Anticorrupción para aplicar la ley a lo que es un latrocinio por mucho contrato que existe de por medio, y se intente obligar a los causantes de lo que es una quiebra encubierta, la devolución del dinero que se han llevado?

¿Cómo es posible que quienes no pueden pagar las hipotecas pierdan sus casas y quienes llevan a la bancarrota instituciones financieras como las Cajas de Ahorros, se llevan el dinero del contribuyente?

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