09 julio 2011

Entre todos la mataron...

...y ella sola se murió. Este dicho popular se puede aplicar perfectamente a nuestra burbuja inmobiliaria autóctona. Ahora nadie es responsable, todo es culpa del aquel, del otro, del de antes o del de más allá.

Ahora que el desastre es irremediable todos se echan la pelota unos a otros. Esto es un choteo y aquí nadie quiere cargar con el muerto ni un poquito. Así, el indecente mamarracho que vaga por La Moncloa rebuznó durante el pasado debate sobre el estado de (los restos de) la Nación que la herencia que había recibido del PP era la peste del ladrillo, un troyano infiltrado entre fantásticos datos económicos. Pepiño, el perro ladrador, ya había apuntado en esa dirección para cargar al PP con la responsabilidad de la burbuja, a pesar de que después entonó un mea culpa con la boca chica.

Y es cierto, pero los lamentos llegan un poco tarde: ¡parece que no se acuerdan de que ellos llevan nada menos que siete años en el (des)Gobierno! Hay que tener mucha, pero que mucha caradura para saltar con esas después de siete años en el poder, durante los cuales alardeó de "Champions League de la economía", de haber superado en PIB per cápita a Italia, de estar a punto de superar a Francia y Alemania, de tener el sistema financiero más sólido del mundo... De que sus ministrillas de Vivienda fuesen por ahí soltando idioteces (la Truquillo -ya hablamos de ella un artículo hace ¡seis! años-, la Chacón, la Corredor... gracias al blog de Santiago González por los enlaces). Ahora, siete años después, se da cuenta el miserable indocumentado de que la herencia del PP no era buena, de que el endeudamiento era insostenible y de que la construcción a todo trapo no se podía mantener. ¡Ahora se da cuenta!

Para mayor indecencia, le dio por apuntarse como tanto propio el haber pinchado la burbuja, como si el pinchazo hubiese sido algo provocado voluntariamente por él y sus absurdas políticas. ¡No hombre, no! La burbuja pinchó porque no había más remedio a pesar de todos los esfuerzos realizados para que no ocurriese.

Por supuesto, desde el PP se lavan las manos (a pesar de su evidente parte de responsabilidad), algo por otra parte muy lógico teniendo en cuenta que han pasado siete años desde que dejaron el poder y de que el imbécil con certificado de autenticidad aceptó de buen grado la herencia recibida y no movió un dedo para cambiar nada. Afortunadamente, aún quedan algunos socialistas medianamente decentes y lúcidos quienes reconocen la parte de responsabilidad que recae íntegramente sobre el PSOE. Son los extraños casos de Joaquín Leguina (muy recomendable su blog) o Josep Borrell, que ha sido el único del que yo tengo noticas que ha denunciado la parte de responsabilidad que le atañe a destacados socialistas en todo este desaguisado. Por otra parte, remarcar que la inexistente gestión de dicha burbuja y sus consecuencias es un marrón que sólo le atañe al PSOE.

[NOTA: Desde este blog siempre hemos dicho que el PP fue el responsable del origen de la burbuja, aunque es de justicia reconocer que no es lo mismo que se inicie en un contexto más o menos proclive a ello (PP) que dejar que llegue hasta el infinito y más allá (PSOE). El enlace anterior a un artículo de Martín Seco lo explica mucho mejor de lo que lo puedo hacer yo]

Pero los banqueros también tienen su parte de responsabilidad. Ahora parece que los políticos están descubriendo la pólvora, ya que ahora es cuando se enteran de que se daban créditos a cualquier insolvente que asomase la nariz por una sucursal bancaria. Ahora es cuando CiU se apunta a la tesis de que "las entidades financieras daban dinero a todo el mundo". Ahora es cuando el analfabeto ladrador Pepiño acusa a la banca de dar hipotecas a quienes no podían pagarlas, o Valeriano acusa a los bancos de ser los culpables del paro. ¿Es que se han caído ahora de un guindo? ¿Es que algunos somos tan listos que fuimos capaces de ver con años de antelación lo que nuestros próceres ni siquiera intuyeron? ¿O es que tienen más cara que espalda y ahora la culpa siempre es de otros pero nunca de ellos, quienes tenían la responsabilidad de poner coto al desmadre?

Y hablando de responsabilidades, desde CiU también se ha apuntado al Banco de España como responsable del desmadre financiero. Curioso que Pepiño niegue responsabilidades del BdE... claro, MAFO es uno de los suyos, puesto ahí por ellos, y no van a cargar contra él porque sería cargar contra sí mismos. Y, por supuesto, desde el BdE echan el balón fuera y dice lamentar que los políticos no hicieran caso al BdE ante la burbuja. Curioso que calle como una puta respecto a las inacciones del BdE durante todo este tiempo frente a tasadoras, endeudamiento familiar y privado, préstamos de bancos y cajas... También escribimos en este blog un artículo dedicado a MAFO allá por aquellos tiempos de 2006. Que no nos venga ahora con enjuagues y eludiendo su propia responsabilidad. Ahí también expusimos que se colocó a un político y no a un técnico al frente del BdE. Curioso que ahora vaya de tecnócrata y acuse a los políticos del desastre... ¿y qué es lo que es él realmente sino un político, socialisto para más señas?

Pero de lo que nadie ha hablado (al menos que yo sepa) es de la responsabilidad que cada uno tiene en sus propias decisiones económicas. El primer paso para todo este caos es que un descerebrado insolvente asome su analfabeta nariz por una sucursal bancaria; sin este primer paso, todo lo demás no hubiera ocurrido. Quizás nadie quiere culpar al populacho, bien sea para no perder votantes o bien para no perder clientes, pero la verdad es que los ciudadanos, con sus decisiones de compra y endeudamiento, son tan responsables (o más) que cualquier otro. Cómo no, también hablamos de ello hace tiempo en este blog (y varias veces). Lo peor de todo esto es que al final pagaremos todos, los descerebrados (en su pecado llevan la penitencia) y los prudentes (que no nos libraremos de la crisis global, la recesión, el paro y los impuestos).

Al final, y visto lo visto, el dicho popular referido a nuestra burbuja podría ser:

Entre todos la inflaron y ella sola reventó

PD: Espero que la analfabeta compulsiva Aído (o alguna de sus acólitas) no me empapele por apología de violencia de género tras leer el título del artículo... :-P
 

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