27 enero 2007

El informe de la OCDE

Hola de nuevo, apreciados (cada vez más) y escasos (cada vez menos) lectores.

Organizaciones como la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), el FMI (Fondo Monetario Internacional), el Banco Mundial, el BCE (Banco Central Europeo) e incluso el BDE (Banco de España) ya han realizado y siguen realizando informes en los cuales se ha alertado de los riesgos de la economía española.

La última (por ahora) en publicar un informe de ese tipo ha sido, de nuevo, la OCDE. De este informe se han hecho eco numerosos medios de comunicación, seguramente porque supone impactar de lleno en la mismísima línea de flotación del mercado inmobiliario: se atreven a decir nada menos que los precios de la vivienda en España están sobrevalorados ¡¡un 30%!!, y advierte de los riesgos de corrección del mercado. Para el que lo quiera leer más detenidamente, aquí tiene los enlaces en El Mundo, Estrella Digital, El Periódico y Diario Sur (que es el de mi tierra, je, je). Por otra parte, Primo González (que no destaca precisamente por el pesimismo en sus vaticinios) se despacha a gusto en este comentario sobre dicho informe.

A juicio de la OCDE, conocida popularmente como 'club de los países desarrollados', los precios de la vivienda siguen creciendo a un ritmo demasiado alto, mientras el crédito avanza a tasas «desorbitadas». En el informe no se descarta el peligro de 'shock' si se desencadena una fuerte caída de la actividad constructora (responsable del 44% de la creación de nuevo empleo en 2005) que impactaría en otros frentes: la banca (que sufriría en los pagos de las hipotecas), el consumo y las finanzas del Gobierno (gran parte de los ingresos de los ayuntamientos y las autonomías provienen del suelo). ¿Podría darse esa fuerte caída? Algunos opinan que sí... ¡Agárrense los machos!

Ante semejante informe, el ministro de economía, Pedro Solbes, reaccionó rápidamente y sacó a relucir algunas perlas "antipánico". Tras indicar que en economía "hay que distinguir entre valor y precio" y que "el valor es el que la gente está dispuesta a pagar", aseveró: "De momento, se está vendiendo a ese valor sin ninguna dificultad".

Recuerdan las palabras de nuestro amado ministro a aquellas que pronunció el que en su día fue ministro de Fomento de la era Aznar, Álvarez Cascos: "La vivienda es cara porque la gente puede pagarla". Y no sólo las palabras nos traen recuerdos del anterior gobierno; de hecho, la política de vivienda de ambas administraciones ha sido prácticamente la misma: ni los de antes ni los de ahora tienen el más mínimo interés en solucionar el problema de la vivienda porque para ellos, sencillamente, el problema no existe. Ninguna diferencia tampoco en cuanto a hacer algo por salvar del 'tymus, robbery & sacking' a los ciudadanos, ya que su verdadera preocupación está en mantener el precio actual como sea.

Además, desde mi punto de vista las palabras de Solbes están equivocadas por una razón: es cierto que,
como dijo Antonio Machado, "sólo los necios confunden valor y precio", pero se equivoca al identificar el significado de la palabra 'valor'. Claramente, es el precio lo que se está dispuesto a pagar por algo. Que algunos paguen barbaridades por una vivienda sólo significa que hay muchos necios que no distinguen entre el valor de algo y el precio que pagan por ello.

En cuanto a la afirmación de que se vende sin dificultad, no estaría de más que nuestro ministro de Economía no faltase a la verdad tan descaradamente, cuando incluso desde el propio sector (los más interesados en que el chiringuito siga en pie) se advierte de que cada vez se tarda más en vender un piso y que empieza a haber zonas donde la venta se ha congelado. Si una media de dos años para vender no es dificultad, pues entonces que Solbes nos explique lo que él entiende por dificultad. Y ya puestos, tampoco estaría de más que nuestro gran ministro razonase los motivos para que ciertos informes hablen de algo menos de 300.000 operaciones de compraventa anuales para más de 600.000 viviendas finalizadas a lo largo de 2006.

¿Tendrá razón la OCDE? Son muchos los informes que se acumulan, uno tras otro, alertando de que no vamos por buen camino. Hay un refrán que dice que "si el río suena es porque agua lleva". Incluso a veces nuestros propios dirigentes, tan empecinados ellos en seguir narcotizando al populacho, sufren una traición del subconsciente y dicen cosas que no deberían -a pesar de los esfuerzos dirigidos a conseguir el aborregamiento general.

Recopilando todos estos informes procedentes de organismos internacionales encargados de velar por el sistema económico global y comparándolos frente a los informes más optimistas, sin olvidar de dónde proceden estos últimos (habitualmente de sectores muy, pero que muy involucrados en el sector nacional del ladrillo) creo que se puede llegar a conclusiones muy esclarecedoras acerca de a dónde nos estamos dirigiendo realmente.

Ahora, que cada uno decida por sí mismo cuál de los dos grupos de informes le parece más fiable y menos sesgado, más interesante y menos interesado, y que extraiga sus propias conclusiones.

Saludos a todos, y un saludo especial para alguien que sé que me lee ;-)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tengo gusto de leer sobre otras vidas de la gente y el tuyo es interesante .