30 abril 2011

Necesitamos democracia real

Buenas a todos.

Este es el primero de los artículos que pretendo escribir (salvando el post de presentación de la idea) acerca de la necesidad de retirar nuestro voto a los dos partidos mayoritarios.

España necesita una profunda reforma que nos permita terminar el agotado modelo de la Transición y entrar de una vez en una Democracia de verdad. Sin embargo, los dos grandes partidos no están dispuestos a cambiar un modelo que claramente les beneficia aun a costa de la ruina de España (pactan con radicales soberanistas para lograr apoyos en el Congreso) y del ninguneo a la voluntad de los ciudadanos (recuérdese cómo hace pocos meses ambos votaron en contra de una reforma de la Ley Electoral).

Para tener una idea de cómo la voluntad de los ciudadanos es secuestrada por culpa de la actual Ley Electoral basta con ver los resultados de las pasadas elecciones si se hubiese aplicado una circunscripción única (fuente):

  • PSOE    – 161 escaños (-8)
  • PP         – 147 escaños (-6)
  • IU         – 14 escaños (+12)
  • CIU      – 11 escaños (igual)
  • PNV     – 4 escaños (-2)
  • ERC      – 4 escaños (+1)
  • UPyD    – 4 escaños (+ 3)
  • BNG     – 3 escaños (+ 1)
  • CC        – 2 escaños (igual)
  • Na-Bai  – 0 escaños (- 1)
El principal problema no es, como algunos creen, la Ley D’Hont, sino las circunscripciones electorales a nivel de provincia, que favorecen la concentración de voto por provincias y penaliza desproporcionadamente la dispersión de votos entre varias provincias. La circunscripción única se erige por tanto en una necesidad para obtener una mejor proporcionalidad en la representación; una necesidad que los dos partidos mayoritarios (además de los nacionalistas, claro) prefieren olvidar.

Pero eso no es todo. Los ciudadanos tampoco podemos elegir directamente a nuestros representantes, sino a un partido que será el que decida quiénes nos representan: listas cerradas para tener sentados en el Congreso a los más afines al aparato del  partido y no a quien realmente defienda el interés de sus representados. Y, tal como se ha puesto de manifiesto estos días, para tener corruptos e imputados en las listas electorales.

Un modelo que, además, pone de rodillas a todos los Poderes del Estado frente al poder político: las más altas instancias del Estado (Tribunal Constitucional, Tribunal Supremo, Fiscalía General del Estado…) están al servicio del poder político PSOE-PP. Aunque de esto ya hablaremos otro día.

Los partidos mayoritarios, mientras tanto, osan ningunear el poder de los ciudadanos organizados en torno a blogs y redes sociales para exigir cambios democráticos. Por tanto, creo que ha llegado la hora de movilizarnos y hacerles ver que el poder está en manos de los ciudadanos. Desde aquí animo a echar un vistazo a las webs de ‘No les votes’, ‘V de Votaciones’ y ‘Democracia real ya’ y apoyar estas iniciativas. ¡Que se enteren de una vez de que son servidores públicos y no una casta privilegiada!

Un saludo a todos.

29 abril 2011

Elecciones: No les votes

Buenas a todos.

Estamos a cuatro semanas de las elecciones autonómicas y municipales. En estas semanas que restan hasta la cita electoral voy a tratar de escribir una serie de artículos y/o postear noticias relacionadas con los dos partidos mayoritarios. Es algo que voy a hacer al tiempo en mis dos blogs (este y el otro) para dar mayor difusión al tema (así se enterarán tres o cuatro personas, ja, ja!).

Y es que los dos partidos más mastodónticos de nuestro particular erial político han dado innumerables motivos para que cualquier ciudadano medianamente informado, con dos dedos de luces y un mínimo de sentido patriótico llegue a la conclusión de que ninguno de los dos grandes partidos merece nuestro voto.

Teniendo en cuenta la cercanía de las elecciones, he decidido dar a conocer y apoyar las iniciativas 'No les votes' y 'Operación V de Votaciones'. Ambas se engloban dentro de un movimiento social llevado a cabo por miles de ciudadanos anónimos, hartos de los abusos de la casta política y de las reglas defendidas por los partidos mayoritarios, los cuales no tienen el más mínimo interés de reformar un sistema injusto pero que les favorece y les perpetúa en el poder.

Esta es mi pequeña contribución para intentar regenerar un poco la ruinosa política y la maltrecha democracia que sufrimos. Por supuesto, animo a todo el mundo a que la conozca, la comparta y la apoye.


Sé que quizás algunos piensen que este tema guarda poca relación con el tema general del blog, y de hecho puede que así sea. Pero pasan dos cosas: 1. Creo que el tema merece darle publicidad, y 2. Si ahora estamos como estamos en el aspecto económico en general y en el mercado inmobiliario en particular se debe sin duda a las inacciones y decisiones tanto de la etapa actual del P (ex-PSOE) como de la etapa anterior del PP.

Durante estas semanas, postearé los artículos dedicados al movimiento 'No les votes' al tiempo en los dos blogs, sin que ello sea obstáculo para que, si tengo tiempo, postee otros artículos más relacionados con el tema principal de cada uno de los blogs.

Ya sabéis, queridos y escasos lectores: durante estas semanas buscad la etiqueta 'nolesvotes' en el blog.

Muchas gracias por vuestro apoyo.

08 abril 2011

ZP, el oportunista de la burbuja

Buenas a todos.

Hoy traigo un artículo de Juan Ramón Rallo en 'La Gaceta'.

He de decir que aun estando de acuerdo en un 95% con el texto, hay un par de puntualizaciones que me gustaría hacer:

- La primera es que el desastroso mandato del miserable incompetente que es ZP no resta la parte de responsabilidad que atañe al PP en su mandato de 2000 a 2004 en cuanto a la generación de la burbuja créditoinmobiliaria. Por otra parte, todo sea dicho, la receta del PP dio buenos frutos inicialmente, aunque se pasaron con la dosis y no supieron (o quisieron) pararlo. Después, la debacle: lo que ya era preocupante en la era PP pasó a ser sencillamente de locos con el P (ex-PSOE) y su miserable e incompetente cabeza de cartel.

- Tampoco me vale que se denuncie que durante el P (ex-PSOE) el precio de la vivienda subiera un 50% y no se mencione ni siquiera de pasada que durante la etapa PP el precio subiera del orden del 100%. En los años postreros del mandato del PP, cuando el precio de la vivienda ya era inasumible para el 90% de la población, el gobierno de entonces despachó el tema con la famosa frase de Trillo: "si los españoles compran pisos caros es porque tienen dinero para pagarlo".

- Por último, la relación directa entre rigidez del mercado laboral y aumento del paro que el artículo, soslayadamente, sienta como verdad irrefutable es, cuando menos, sospechosa. Me recuerda a las teorías neoliberales en las que se pretende reducir protección social y capacidad regulatoria del Estado al mínimo, mientras los mismos que las postulan blindan sus propios contratos, se autoadjudican indemnizaciones millonarias y, además, corren a pedir auxilio al Estado en cuanto las cosas se desmadran debido, precisamente, a la laxitud regulatoria de sus propias propuestas. Estos neocons no tienen remedio...

Dicho esto, aquí dejo el artículo para conocimiento general... de los tres o cuatro lectores ocasionales del blog, ja, ja!

El oportunista de la burbuja

Muchos serán quienes tendrán la tentación de dividir la gestión económica de Zapatero en dos grandes etapas que, grosso modo, coincidirán temporalmente con sus dos legislaturas: los primeros cuatro años podríamos reputarlos como una etapa de razonable prosperidad y creación de empleo, mientras que la siguiente legislatura bien merecería ser calificada de desastre sin paliativos en todos los frentes que imaginar se puedan.

Sin embargo, distinción tan tajante no le haría justicia al carácter profundamente oportunista que ha definido a nuestro presidente del Gobierno desde el primer momento y, por tanto, a su (anti)política económica. No es cierto que haya una discontinuidad entre las dos legislaturas: al contrario, durante la segunda sólo se recogió la catastrófica cosecha que con esmero se sembró durante la primera. Al cabo, sólo los ciegos ideológicos pensarán que una burbuja puede explotar si no se la ha inflado previamente. Y ese es precisamente el quid del asunto: es cierto que durante la primera legislatura de Zapatero el empleo aumentó en 3,5 millones de personas y que el PIB, en términos nominales, creció más de un 30%. Pero también es cierto que de esos 3,5 millones de empleos casi 600.000 (el 17% del total) procedían directamente de la construcción y que la aportación de esta última al PIB se incrementó en más de un 60%. Es decir, la aparente prosperidad que según muchos vivimos durante la primera legislatura era sólo un espejismo contra el que nos hemos terminado estrellando.

No en vano, durante esos años el crédito que el sector financiero otorgó a actividades relacionadas con el ladrillo pasó de 420.000 millones de euros a más de un billón: esto es, se incrementó la friolera de un 160%. A nadie le sorprenderá, pues, que el precio de la vivienda se disparara durante esa brillante primera legislatura en más de un 50%. Por no hablar del importantísimo deterioro que experimentó la competitividad de nuestras empresas, cada vez más focalizadas en edificar ciudades fantasma para consumo interno que en vender productos de calidad a los mercados internacionales: si a finales de 2003 apenas nos endeudábamos con el extranjero en 27.000 millones al año (el 3,5% de nuestro PIB), al cierre de 2007 lo hicimos en 105.000 millones (el 10%).

Nadie que no fuera o muy tonto o muy malvado podía ver en este desaguisado de economía ningún atisbo de racionalidad. Estaba claro que nuestro país, con relativa independencia de qué ocurriera en otras partes del globo, se encontraba condenado a experimentar una crisis profunda que le sirviera para purgar todas las malas inversiones acometidas.

¿Y qué hizo sin embargo el Gobierno de Zapatero durante estos años de auge artificial? Pues justo lo contrario de lo que cabía esperar: no preparó el futuro, sino que nos lo hipotecó. El oportunista inmobiliario que moraba en La Moncloa confundió el aumento transitorio de la recaudación tributaria –dependiente por entero de la burbuja del ladrillo– con un incremento permanente, de modo que comenzó a gastar a manos llenas, consolidando un crecimiento del despilfarro estatal que hoy se ha convertido en uno de nuestros mayores lastres: en apenas cuatro años, el gasto público se hipertrofió en 112.000 millones; cifra muy aproximada a la que en la actualidad exhibe ese déficit de las Administraciones públicas que amenaza con abocar al país a la suspensión de pagos. Dicho de otro modo, si Zapatero no se hubiese aprovechado de la burbuja inmobiliaria para expandir de manera insostenible el tamaño del Estado, aún hoy, pese a la crisis internacional y al desmoronamiento del ladrillo, tendríamos un cierto superávit. El resto, su segunda legislatura, no es más que el inexorable resultado de la primera: conclusa la orgía crediticia, nuestro rigidísimo mercado laboral ha catapultado la tasa de paro desde el 8% al 21% de la población activa (más de tres millones de empleos destruidos en poco más de tres años) y el desequilibrio de las cuentas públicas ha degenerado desde un exiguo superávit de 20.000 millones (basado en la recaudación burbujística) a un déficit de más de 100.000 millones. Apocalipsis ante el cual nuestro contemporizador presidente apenas ha movido un dedo salvo por mandato berlinés.

ZP, en el aspecto económico, bien merece pasar a la historia como el oportunista de la burbuja: gobernó cabalgando sobre ella y ha muerto políticamente tan pronto como esta pinchó. La ausencia completa de ideas consistentes y la improvisación permanente ante un entorno que nunca entendió es lo que tienen: según por dónde sople el viento puedes llegar tanto al pleno empleo como al pleno desempleo. Para desgracia de los españoles, con Zapatero los vientos no sólo no nos fueron propicios, sino que él mismo se ha encargado de incendiar el barco.
Él se va, pero nos deja algo mucho peor: su ruinosa herencia.

06 abril 2011

Entre pillos anda el juego

Buenas.

Nuevo episodio del culebrón Fadesa. Ahora Jové demanda a Martín por incumplimiento de pacto de no agresión. Y es que entre amigotes se gastan estas bromillas, claro...

Uno, Martín, era un listo que pensó que daría el pelotazo de su vida comprando a crédito la inmobiliaria más grande de España justo antes del crack inmobiliario (un crack que podía vaticinar cualquiera que leyese dos foros acerca del asunto), demostrando que la mayoría de los "reyes del ladrillo" no fueron más que unos tipos con menos luces que una patera, que se vieron arrastrados por el subidón del mercado y que en cuanto vinieron mal dadas demostraron que de negocios saben tanto como un palillero de bar cualquiera.

El otro, Jové, vio el percal y le endosó al listo el muerto antes de que oliese demasiado mal. Si sobrevaloró o no los activos, está claro: todo el mercado estaba hiperinflado, hipervalorado e hipertrofiado, pero esto lo sabe cualquiera que preguntase por el precio de un piso o de un terrenito. El tipo pidió un precio por su imperio y el listo lo pagó. ¿Algún problema entonces?

Otro gallo hubiera cantado si la burbuja hubiese durado un par de años más. Entonces Martín hubiera estado encantado de la gran operación que realizó, y probablemente Jové hubiera maldecido en arameo por no esperar para vender. Pero claro, la bolita cayó en el número de Jové (que era perro viejo, que conocía el negocio mejor que la mayoría y que pensaría aquello de 'el último duro que se lo lleve otro') y Martín se rebotó, a pesar de que en su momento sacó pecho el tío, pero al final ha demostrado que tiene muy mal perder, el hombre...

04 abril 2011

Miles de viviendas invendibles

Artículo de 'El Confidencial':

Miles de viviendas 'infumables' siguen sin venderse en España

En España existe un stock de 1,5 millones de viviendas sin vender que no se absorberá en los próximos cuatro o cinco años. Algunas incluso, nunca encontrarán comprador.

Del total de viviendas disponibles, entre 620.000 y 720.000 son usadas y cerca de 683.000 son vivienda nueva, según datos de RR de Acuña & Asociados. Entre las primeras, hay un importante número de inmuebles que los expertos califican de “invendibles”, en las que ni siquiera con una fuerte rebaja del precio encontrarán salida en los mercados.

Entre las segundas, unas 473.000 están terminadas, pero no vendidas y cerca de 210.000 están en construcción. Algunas de ellas tendrán difícil su venta porque, según los expertos, se encuentran desubicadas o en zonas muy mal comunicadas de tal manera que sólo encontrarán comprador si se produce una rebaja importante de los precios.

Sobre las primeras, se trata de viviendas subestándar, subrpime o infraviviendas, una terminología de la que el sector financiero huye a toda costa a pesar de que este tipo de inmuebles ocupan un lugar muy significativo en sus carteras. La banca tiene aproximadamente en sus balances unas 200.000 viviendas, tanto de nuevas como usadas. Entre las segundas, el porcentaje que estas viviendas "invendibles" es bastante significativo.

"El 50% de los pisos de segunda mano que tienen bancos y cajas son subestándar [infraviviendas]”, explicaba recientemente a Cotizalia.com Fernando Rodríguez y Acuña. “Se trata de viviendas ubicadas en zonas marginales donde hay mucho paro y donde los potenciales compradores de este tipo de viviendas son, a efectos del banco, insolventes. De hecho a muchos de ellos les financiaron en su momento las entidades financieras para que pudieran adquirir una vivienda. Ahora, sin embargo, ¿quién quiere comprarse piso allí? Quien puede, no quiere estas zonas”, añade.

Muchos de estos inmuebles, que están llegando a los bancos bajo la fórmula de ejecuciones hipotecarias o de daciones en pago, pueden verse en los propios portales inmobiliarios de las entidades financieras.

“Lo que no me explico es cómo alguna de estas viviendas tienen cédulas de habitabilidad. Me refiero a pisos abuhardillados en muy malas condiciones, viviendas con altillos, sótanos, bajos interiores… Algunas no tienen salida en el mercado ni regaladas”, comenta a Cotizalia.com Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria. “Los compradores no las quieren ni por 60.000 euros”. Y añade, "este pisos de viviendas encontraron salida en el pasado por la necesidad de la gente a meterse en cualquier sitio a vivir".

Pero, ¿dónde se encuentran este tipo de viviendas? “Están muy dispersas. No se puede decir que se encuentren en una zona concreta. En el centro de Madrid, por ejemplo, se pueden encontrar este tipo de inmuebles en edificios bastante viejos, de unos 50 años”, explica Duque.

Los pisos desubicados y deslocalizados

Frente a estas viviendas “invendibles”, están las de difícil venta, que tienen salida en el mercado siempre y cuando se realice un ajuste importante en el precio.

Se trata de pisos deslocalizados o desubicados, macropromociones, promociones a medio acabar en la costa mediterránea, asociadas en muchos casos a un concepto vacacional de costa y montaña así como desarrollos fuera de los municipios donde las buenas comunicaciones brillan, en muchas ocasiones, por su ausencia.

"Los bancos también cuentan en sus balances con viviendas de primera mano desubicadas y está costando vender estos tipos de productos incluso con descuentos a mitad de precio. Se trata de desarrollos fuera de municipios. Seseña es un ejemplo", comenta Rodríguez Acuña. "Están ubicados en zonas en las que no hay demanda. Para este tipo de productos se pueden conseguir auténticas gangas pero el problema es que hay mucha gente que no quiere irse a estas zonas y los que podrían comprar no tienen financiación", añade. El pez que se muerde la cola.

A nivel de localización "hay muchas casas de promociones a medio acabar en la costa mediterránea, asociadas en muchos casos a campos de golf y aisladas de núcleos urbanos, que no van a tener una fácil salida en el mercado salvo que se realice un importante ajuste de precios", comenta un experto a Cotizalia.com.

¿Por qué no se venden muchas viviendas?

El precio es un factor muy importante a la hora de vender un inmueble, aunque no es el único. Los expertos recomiendan a quien pretende vender establecer un plan estratégico. "Es muy importante fijar el plazo con el que se dispone para vender el inmueble. No es lo mismo tener seis que doce meses e ir ajustando el precio en función de la demanda", explica Duque.

"Cuando una persona pone a la venta su piso y no recibe llamadas debe plantearse que algo está fallando. Seguramente nadie llama porque el precio es muy alto. Cuando éste se baja y aumentan las llamadas pero no las vivistas hay que replantearse nuevo el precio. Quizás si el piso no tiene ascensor, o es muy viejo, los potenciales compradores siguen pensando que el precio sigue siendo muy elevado, por lo que habría que rebajarlo de nuevo", explica el vicepresidente de Alfa Inmobiliaria.

Y añade que además del precio, la apariencia del piso también es fundamental a la hora de cerrar una operación. "En este país no existe la cultura que para vender un piso éste tenga que tener una buena apariencia y la primera impresión es fundamental. Nosotros aconsejamos que se despersonalice la vivienda, que se arreglen los enchufes, que funcionen las bombillas, que se dé al piso una mano de pintura y que esté limpio y que se ventile. Son detalles que hacen que el piso susurre o chille al comprador. De hecho, muchos de ellos se echan para atrás directamente por un detalle tan sencillo y obvio como el olor de la vivienda", concluye Duque.