Quien bebe a cuenta se emborracha el doble
Hola amigos.
Sirva este viejo proverbio turco para dar título a nuestra entradita de hoy. Y es que esto es lo que le ha pasado a una buena parte de los hipotecados de estos últimos años (y también a una buena parte del audaz empresariado ladrillil que padecemos, aunque de esos impresentables hablaremos otro día).
Andan ahora los "pepitos" (hipotecados hasta el cuello) lamentándose de su mala suerte, exigiendo que no se permita que el precio de sus pisos baje y pidiendo ayudas para poder pagar los préstamos. Estos pobres diablos han bebido a cuenta, y más de la cuenta, emborrachándose de créditos baratos y montándose su propio cuento de la lechera pensando que la fiesta no iba a acabar nunca. Sirva como ejemplo un testimonio extraído del foro de 'Idealista':
viernes 11 abril 20:41, embargado dijo
Muchos de los que nos llaman "pepitos" creíamos hace uno o dos años que era mejor pagar 800 euros de hipoteca que 800 euros de alquiler, ante las máximas de: "no hombre, tranquilo, si el precio de la vivienda nunca baja, en todo caso sube, " "alquilar es tirar el dinero" etce ect, y por eso con nuestros ridículos sueldos de 1000 pavos nos metimos hasta las trancas en un pisito mierdero con la esperanza de que algún dia fuera nuestro. Esos 800 pavos han subido a 1100 y nos vemos en la obligación de vender para que no nos embarguen a nosotros y/o a nuestros avalistas (padres, hermanos, etc) . Los que nos metimos en hipotecas de 170000 euros + escrituras solo intentamos recuperar lo que invertimos, no ganar dinero, pero me parece que vamos a tener que palmar pasta, y mucha...[1] ¿es eso ser un especulador? ¿Es eso ser un buitre? Yo no me meti con la intención de especular señores, me meti con la intención de tener mi propia casa, nada más. Hagan el favor de no insultar o calumniar a la gente que nos hemos visto atrapados en esta encerrona, que no somos promotores ni inmobiliarias ni nada de eso. Somos currantes que tuvimos mala suerte a la hora de comprar.
Los verdaderos especuladores y buitres son los que esperaban este momento para ofrecer 140000 por algo que costó 180000. Ojo, no digo que valga 180000, pero eso es lo que costó, y es lo que se debería recuperar, que no estamos hablando de coches u ordenadores, que todos sabemos que pierden valor nada mas comprarlos, estamos hablando de mucho dinero, el suficiente para desgraciar la vida a un currante honrado. ¿Que haces con esos 40000 euros de peya que te quedan? ¿Los financias a 8 años a razón de 600 euros al mes? No pueden ni deben permitir que bajen los pisos sino un montón de familias van a pasarlo muy mal, no especuladores, sino familias honradas cuyo unico objetivo ahora no es ganar dinero, sino por lo menos no perderlo
[Pegado tal cual del foro, incorrecciones incluídas]
Curiosamente, muchos de los que ahora se lamentan son los que antes se congratulaban de la estupenda compra que habían hecho, que a los seis meses ya valía 20.000€ más de lo que ellos pagaron... Pues, sintiéndolo mucho (y lo digo en serio, siento mucho que gente trabajadora y honrada se vea en este tipo de situación), sí, chavalote, no te queda otra que palmar pasta a saco. Nadie puede asegurarte que venderás un piso ni ningún otro bien por lo mismo o más de lo que costó. ¿O es que pretendes que ahora alguien tenga que pagarte 180.000€ por decreto? Y cuidado, porque mañana no se ofrecerán los 140.000 que te ofrecen hoy. Yo diría que más que mala suerte tuviste muy mala cabeza... Nadie te obligó a comprar por 180.000 algo que ni lo valía ni te podías permitir.
Todos estos insolventes de facto, mileuristas la mayoría (dicho sea con todo el respeto a los mileuristas, que no todos han tenido tan mala cabeza), poco cualificados muchos de ellos, hace tan sólo un par de años mostraban a todos sus nuevos pisos; sus viajes y cruceros "a todo lujo"; su Audi y su 4x4 nuevos; sus cámaras, consolas y teles de plasma; sus escapadas de fin de semana a casas rurales; todo ello pagado, no con el esfuerzo de su trabajo y de su ahorro, sino con el 120% de la hipoteca sobre el valor de tasación. Era milagroso ver cómo personas poco pudientes se encontraban de golpe todo eso, viviendo como si fueran ricos, sin tener que ahorrar, sin tener que privarse de nada. El "milagro económico español", o cómo hacer que la economía crezca artificialmente a base de consumo a crédito.
Ahora han pasado de ese extremo al opuesto, a pedirnos que los demás les ayudemos a pagar las letras del piso, y de paso de la tele de plasma. En este país de pandereta al final se pide, ¡se exige! (y lo mismo hasta se consigue) que los honrados y cautos ayuden a los descerebradetes que viven por encima de sus posibilidades.
Llevamos mucho tiempo diciendo que una pareja que ingresa dos mil euros no se puede comprar un piso que cuesta 200.000. La norma es: 35% de los ingresos a 15 o a lo sumo 20 años con tipos al 6%. Todo lo demás es sobreendeudarse. Es así de sencillo: quienes no hayan aplicado estos baremos son ante todo causa del problema por entrar al mercado en condiciones inasumibles, aunque muy a su pesar también hayan terminado convirtiéndose en víctimas.
Conste que no nos alegramos de que muchas personas vayan ahora a pasarlo mal, con una deuda impagable y quizás con el fantasma del paro asomando. Pero lo justo es que cada uno apechugue con su responsabilidad y con las consecuencias de sus decisiones. Y muy cierto es también que quienes tomamos una decisión diferente también hemos pagado las consecuencias en forma de desisitimiento de ciertos proyectos personales, como vivir con nuestras parejas o formar una familia. Y los que tomamos esa decisión diferente no vamos pidiendo que se nos compense por las consecuencias.
Los burbujistas estamos avisando desde hace años. Han avisado desde el Banco de España, el BCE, la OCDE, periódicos económicos internacionales, y nadie se lo ha tomado en serio. Los gobiernos sólo han pensado que les venía muy bien este crecimiento rápido, pero no querían ver que un crecimiento tan desequilibrado y basado únicamente en la construcción y el consumo "a cuenta" tenía un recorrido corto. Finalmente el recorrido se ha terminado, aunque más tarde de lo que nadie pudo imaginar en un principio (lo cual, por otra parte, agrava las consecuencias).
¿Y ahora, qué? No se ha tomado ni una sola medida para lo que se nos viene encima. El paro en la construcción aumenta brutalmente y ni la industria ni los servicios van a poder absorber a tanto obrero con nula cualificación (la obra siempre ha sido un sector refugio para la mano de obra poco cualificada). Ahora nos toca recuperarnos en una coyuntura internacional pésima, con el precio del petróleo en máximos y crisis global de crédito. No esperemos bajadas de tipos mientras la inflación en la UE está en máximos (y no digamos España, récord desde el '97); ya lo dice Trichet: los tipos son para toda la eurozona y no sólo para Irlanda o España.
Lo vamos a pasar mal por haber bebido a cuenta.