Las verdades del G-14
Hola, queridos lectores.
En el pasado artículo presentamos un poco de pasada al nuevo lobby español del ladrillo, el autodenominado "Grupo de Inmobiliarias por la Excelencia" (sic), que engloba a las principales empresas del sector, a saber: Colonial, Chamartín, Fadesa, Metrovacesa, Nozar, Rayet, Realia, Restaura, Reyal Urbis, Vallehermoso, Renta Corporación, Hercesa y Parquesol.
Resulta que no son 14, sino 13, y me imagino que habrán usado el 14 para, quizás (como nuestro campeonísimo Ángel Nieto), evitar el "mal fario" del 12+1. Y digo yo que si empiezan así, intentando evitar conjuros y supersticiones, lo siguiente será ponerle un par de velas a San Judas Tadeo, patrón de los imposibles, para que les ayude en su imposible misión de salvar su chiringo...
Como ya comentamos en el anterior artículo, el evento de su presentación en sociedad fue un cúmulo de despropósitos en el que aprovecharon para "meter el miedo en el cuerpo" al Gobierno anunciando todo tipo de calamidades si su chiringo se va al garete; y puede que no les falte razón, la verdad...
Pero el momento más esperpéntico del evento fue aquél en el que el presidente del lobby, Fernando Martín, auguró una vertiginosa subida del precio de la vivienda en dos años, quizás para meter el miedo en el cuerpo también a los pobres ignorantes financieros que estén pensando en comprar un piso y aún crean que si no lo hacen ya al final les saldrá más caro.
La pura realidad es que quienes están cagadillos de miedo son ellos, que saben que la vaca ha sido tan exprimida que ya no da más leche, y se dedican entonces a intentar contrarrestar con noticias favorables (favorables a sus intereses, claro) toda la cantidad de noticias que los medios de comunicación están empezando, mal que bien, a mostrar acerca de la cruda realidad del mercado: caída en las ventas de vivienda, comienzo de las bajadas del precio, aumento de la morosidad, insostenibilidad de balance de las inmos (muy buen enlace), desaceleración económica, etc.
Porque resulta que los malos de la película son quienes asustan a los compradores al ofrecer estas noticias tan desesperanzadoras... El problema no es la malísima calidad de la construcción, o la imposibilidad de pagar las barbaridades que se piden por un pisucho; no, la culpa es del mensajero, así que ellos se dedican a unirse para contrarrestar estas noticias y ofrecernos su verdad, al tiempo que tienen la desfachatez de instar a los ciudadanos a "perder el miedo" (literalmente) a comprar un piso.
Pero la verdad, la pura realidad, es que el chiringo se les cae (impresionante enlace que recomiendo leer encarecidamente), que las verdaderas razones para intentar engañar a los ciudadanos son su puro beneficio y que la petición a las administraciones de la agilización de los trámites de recalificación (presentada poco menos que como causa humanitaria para proveer de vivienda a todo aquel que la necesite) no es más que el resultado de la acuciante necesidad de dar salida a la inmensa bolsa de suelo de la que es propietario, para así poder hacer caja y pagar las deudas astronómicas que arrastran sus empresas.
¿Y para esto se constituye el lobby del G-14? ¿Para intentar proyectar noticias positivas y así intentar salvarse de la quema en la medida de lo posible? ¿Para lograr que el chiringo les aguante unos meses más? Nuestro admirado 'Pisitófilos Creditófagos' (nunca un nick fue más acertado) nos ofrece una visión diferente:
Evidentemente, no se sindican para hacer campañas antiprofecías apocalípticas, aunque lo parezca. Para eso no se sindica la gente; se pagan los estudios y a los periodistas y ya está, como ASPRIMA viene haciendo estos años maravillosamente bien.
No. El problema está, precisamente, en que se dan cuenta de que ya no hay nada que hacer, que la crisis está encima y que hay que cerrar filas apoyándose mutuamente.
Pero lo que a nosotros nos importa del G-14 y así debemos dar testimonio siempre que salga el tema, es que es la prueba de que son unos ineptos que, después de un ciclo brillante de ganancias, en vez de tener las arcas llenas y reinvertir en cosas que interesen al país, se encuentran "dentro", con el agua al cuello, a pesar de las advertencias que les han hecho desde todas las instancias, con el Banco de España a la cabeza.
El G-14 es la prueba de que son unos membrillos.
Esta es la "verdad verdadera" del G-14.
Buenas noches.